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Chuuya mira a Ryunosuke y a Gin, los tres están en el comedor jugando uno, se supone que tiene que ir con Ango en 2 horas y luego irse a Tokio.

—Niños, ¿Les gustaría ir a una pijamada con Atsushi?—

—¿¡Podemos!?— pregunta Gin emocionada.

—¿Cuál es la trampa?— Cuestiona el mayor de los niños.

Chuuya mira al niño y sonríe.

—Tengo un compromiso esta tarde y puede que no llegue a dormir esta noche— Explica —No quiero dejarlos solos y esto será más divertido para ustedes que quedarse con mis padres o hermana—

—¿Qué hará?—

—Cosas de adultos—

—¿Es peligroso? Si lo es, no lo haga—

—No lo es—

—Si fuera así, entonces podrá volver a la hora de la cena —

Chuuya ríe cubriendo sus labios con el puño.

—Tienes 10 años, pero discutes como un anciano, eres divertidísimo—

—¡Estoy siendo serio Chuuya-san!—

Chuuya le da un par de palmadas en la cabeza.

—No se preocupen, además, ¿Qué creen que hago por las tardes? No es nada peligroso — Chuuya nunca les ha contado de su trabajo con el gobierno, no considera que deban saberlo y preocuparse por ello.

—¿Por qué no nos dice que hará? Si no tiene nada que esconder podrá decirlo—

Gin los mira discutir mientras aprovecha para esconder la mayoría de sus cartas bajo su manga.

—Simplemente, tengo que ir a Tokio a ver a un cliente y puede que tenga que quedarme a dormir ahí si termino tarde—

—¡Uno!— Grita Gin—

—Más 4 y rojo— Responde Ryunosuke colocando la carta.

—Más 4 y verde— Agrega Chuuya.

Gin toma 8 cartas con el corazón destrozado.

—¿Me miente?—

—Nop— Tiene que ir a Tokio a atrapar al tipo, entonces no es una mentira.

Ryunosuke lo mira fijamente a los ojos y luego suspira.

—Bien, puedes ir—

—Gracias por el permiso Ryuu—

Ⱄⱄ. .ⱄⰔ𓍊𓋼

Chuuya parpadea ligeramente sorprendido por ver la casa de Dazai, Kouyou le dijo que, según ella sabía, Dazai vivía bajo un puente o contenedor o algo así, pero que se mudó cuando adoptó a Atsushi.

¿Por qué la casa es tan grande?

¿Quién necesita una casa tan grande?

Suspira y toca el timbre, la puerta se abre exageradamente rápido y Chuuya ve a un pequeño Atsushi con una gran y emocionada sonrisa en el rostro.

—¡Hola!—Saluda, para un niño de carácter más tímido el hecho de que esté tan emocionado es adorable.

—Buenas tardes Atsushi— Saluda Chuuya.

—¡Sushi!— La niña lo abraza.

—Jinko— Dice el niño de pelo negro también uniéndose al abrazo.

Chuuya ve a Oda parado atrás de Atsushi.

—No te preocupes Chuuya, los llevaré mañana a la escuela, ve a tu cita con ese cliente tranquilo — Le dice Oda al notar como Chuuya parecía inquietó.

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