True Love

CAPÍTULO CUATRO: "En el cielo"

¿Cómo puede olvidar mi teléfono en el estudio? Me di la vuelta y me conduje de regreso, solo había estado fuera 10 minutos.

Entré al edificio y vi que Calle se estaba yendo.

-¡Dani! - Grité y por suerte, ella se dio la vuelta.

-'No te puedes alejar de mí, ¿verdad?' -dijo bromeando.

-'Nop', sonreí, 'dejé mi teléfono, ¿sabes dónde está?' - pregunte preocupada, ya que ahí tenía prácticamente el número de muchos artistas y si se llegaba a filtrar alguno, sería mi fin.

-'No...' dijo Dani inocentemente. Noté que escondía algo detrás de su espalda.

-'¿Qué hay en tu espalda?'

-'¿Eh? Oh, nada...' dijo casualmente y movió los pies queriendo pasar, mirándome desafiante.

-'En serio, ¿lo has visto?' - pregunte preocupada

-'Tal vez...' - ella bromeó.

-¡Vamos, por favor dime dónde está! Dije, cada vez más frustrada debido a que se me vendría el infierno si no lo encontraba.

-'Lo haré', -dijo, todavía burlándose de mí, 'lo haré, pero solo si...'

-'¿¡Si que!?' Le grité, pero me di cuenta de lo que hice, '¡Mierda, lo siento, Calle, no fue mi intención gritarte, solo que ese celular es mi vida y si lo pierdo es mi fin!'

-'Está bien.' - sonrió

-'Pero si, si... me lo pasarás?, ¿lo tienes tú o tu manager? ¿Qué debo hacer para tenerlo en mis manos?' - pregunte desesperada.

Calle se inclinó; podía sentir su pesada respiración golpeando mis labios.

-'Bésame', - susurró ella.

Me incliné hacia adelante y presioné mis labios contra los de ella. Envolvió sus brazos alrededor de mi cuello y me besó con fuerza. Empezó a empujarme hacia atrás y sentí que mi espalda golpeaba con fuerza la pared. Su lengua entró en mi boca y Calle gimió.

Agarró mi mano y entrelazó nuestros dedos antes de acariciar sus costados y llevar mi mano a su espalda y finalmente a su trasero. Apretó su trasero con mi mano y gimió en mi boca.

Llevé mi otra mano a su cara y abrí los ojos. Miré directamente a sus ojos oscuros y llenos de lujuria y ella comenzó a besarme más fuerte y con más urgencia.

Para mi decepción, dejó de besarme y soltó nuestros dedos cuando ya me había encendido.

-'¿Te apetece ir a mi habitación de hotel?' -preguntó y guiñó un ojo.

-'No', le dije, y su cara cayó.

-'¿Por qué no?' - preguntó con una mirada herida en su rostro.

-'No hasta que recupere mi teléfono.' - sonreí

Rápidamente quitó su otra mano de detrás de su espalda y me dio mi teléfono en mis manos.

Calle sonrió y me tomó de la mano, arrastrándome rápidamente a su auto, sin tener la opción de hablar.

-'Puedes dejar tu auto aquí, yo te paso el mío si tienes que regresar, aunque podemos venir juntas mañana de todos modos, es tu turno de ensayar', dijo y me empujó a su auto. Se puso en el lugar del conductor y abrochó mi cinturón de seguridad y luego abrochó el suyo.

-'Alguien no puede esperar',- le dije y le saqué la lengua.

-'Ciertamente, no puedo', admitió ella y encendió el motor.