𝗲𝗻𝗰𝗵𝗮𝗻𝘁𝗲𝗱 ━ spreendmc

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Ciudad de Mendoza, Argentina.
21:45 p.m.

Mora.

Me dolía la panza de los nervios, Aylen y la abuela me dijeron que en caso de ser muy atacada por mis padres, ambas intervendrán pero, de todos modos, aún no termino de prepararme mentalmente para hacerle frente a ellos, sobre todo, a mi padre.

Ivan llamo hace un rato y me brindo apoyo emocional a la distancia, charlo unos minutos con mis abuelos y le deseo suerte a mi hermana y cuñado, digamos que gracias a él logré que mi ansiedad disminuyera un poco.

─ Mamá se emociono cuándo le conté qué venias con nosotros, Mora, no te manijees por nada. ─aconsejo mi hermana─ Y parece que no viene con tu papá, además, nos tenes a nosotros para defenderte. Deja de ponerte nerviosa.

Respiré hondo, asintiendo. Fue voluntad mía colarme en el viaje de ellos para visitar a mi familia, yo quise darle una nueva oportunidad a mis padres, nadie me esta obligando a hacer nada que no quisiera. Realmente quiero reconciliarme con ellos, dejar en el pasado las noches de angustia y el rencor en mi alma, más ahora que Aylen tendrá un bebé, es lo que todos deseamos desde siempre y por fin se hará realidad, sin dudas es algo que no quisiera perderme.

Quiero vivir este proceso con ellos.

─ De última toma un Gin y ya fue. ─bromeo el novio de Aylen.

Considere seriamente su propuesta. Las cosas se facilitan con alcohol en mis venas pero tuve que declinar la oferta cuándo el timbre resonó y la abuela fue a recibir únicamente a mi madre.

Me sorprendió no ver a mi padre y hermano pero suspire aliviada.

El primer impulso de mamá fue dejar dos besos en la mejilla de Julián seguido de saludar con un abrazo a Aylen quien correspondió educadamente. La siguiente fui yo, mi madre se quedó parada frente a mi con lagrimas en los ojos, trague saliva deshaciendo el nudo en mi garganta y me arrojé a los brazos de ella sin dudarlo dos veces.

El recibimiento fue positivo, para mí buena suerte, ambas derramamos un par de lágrimas mientras nos abrazabamos. Había pasado más de tres años desde que no nos veíamos y a pesar de todo, el rencor y dolor hacia ella era totalmente nulo, siento que mi padre me hirió más de lo qué me lastimó el silencio de mamá y tampoco puedo culparla.

Yo, hace tres años atrás, tampoco hubiese saltado en defensa de nadie mientras vivía en el mismo techo que ellos. Muchas veces juzgamos erróneamente a las personas sin ponernos previamente en los zapatos del otro, mi madre estuvo sometida durante años en un matrimonio disparejo e infeliz donde su papel principal era ser la sumisa ama de casa silenciada por el ego y la furia de un hombre cuyo único propósito siempre ha sido humillar y tratar despectivamente a todos sus allegados.

─ Hola hija. ─saludo en un carraspeo─ Perdón por no haber sido la madre que necesitabas. ─susurro mi mamá como si deseará quitarse de encima una carga profunda. Se me revolvió el estómago ante el pedido de disculpas tan inesperado─ No busco victimizarme, solo quiero que sepas que nunca hiciste nada malo y que la decisión de irte fue lo mejor que pudiste haber hecho. Ojalá yo fuera igual de fuerte y decidida que vos.

Una lagrima rodó por mi mejilla cuando cerré los ojos hundiendo mi rostro en el hueco de su cuello, apretando tanto el cuerpo de mi madre como si eso fuera a recuperar todas las noches que la necesite y no estaba ahí para mi.

─ Me separe de tu papá, ¿si? y no te voy a presionar, haremos las cosas según lo que te parezca. Solo quiero recuperar el tiempo que perdí y enmendar mis errores con vos, hijita. Solo te pido una última oportunidad de poder demostrarte que soy una buena mamá.

Y al final, era todo lo que siempre necesite escuchar. No me importaba si estaba arriesgandome a otra decepción, esta vez quería creer que las cosas serían diferentes y por fin podremos pasar página olvidando tantos años de sufrimiento y amargura.

Elijo confiar en ella.

Vivir con pesar en el alma y el después sentir remordimiento por no haber hecho las cosas diferentes son de esas sensaciones que no me gustaría volver a experimentar.

─ Hola, mami, te extrañe mucho. ─atine a decir en medio de sollozos─ No me vuelvas a obligar a alejarme así de vos de nuevo, por favor, te necesite demasiado todo este tiempo.

No me falles, por favor, no me vuelvas a fallar.