Camila se colocaba el antifaz y el vestido que siempre llevaba en esa noche especial. A pesar de que el tiempo original del contrato hacía mucho que había pasado, le gustaba seguir celebrándolo de la misma manera. Disfrutaba en la noche de Akane y sabía que a Jauregui le gustaba, de vez en cuando, meterse en la piel de Akuma.
Esa noche, además, iba a ser más especial todavía. Sasha y Paula se iban a reunir con ellas porque tenían grandes noticias que darles y habían pensado que sería la noche ideal. Esa noche de luna llena en la que los sueños de cualquiera podían cumplirse.
Jauregui la esperaba en el Velos. Le gustaba buscarla entre la gente, aunque cada vez era más fácil dar con ella, aunque tratara de esconderse brillaba con luz propia y diferente entre las demás.
Siempre observaba a las mujeres que llegaban desde la barra con una copa de vino tinto en la mano, y siempre sentía que era la primera vez. Esa noche, sin embargo, sería diferente, su socio tenía noticias y había pedido poder reunirse con ellas en el Velos y poder disfrutar.
Recordó cuando contó la historia de Paula y Sasha a Camila, esperaba que se sorprendiera; sin embargo, no lo estaba. Sólo había sido la confirmación de sus sospechas.
Ahí estaba. No iba a acercarse a ella todavía, la dejaría pensar que no la había reconocido tan pronto y que jugara unos minutos al gato y al ratón.
Se paseaba curiosa por la estancia, observaba todo con esa mirada intensa que tanto le gustaba. Con esa mirada tan expresiva que sólo con verla le contaba todo lo que la boca pretendía callar.
Empezó a seguirla con disimulo. Le gustaba recrearse mientras la miraba sin que ella lo supiera, pero en el momento en que se acercó a otra mujer que no era ella de manera coqueta, apareció para llevársela de allí.
Tenía un grave defecto, lo sabía, y es que no soportaba que otras personas la tocaran. Podía aceptar que la miraran, era normal porque era una mujer hermosa, pero tocarla..., algo tan íntimo sólo podía hacerlo ella.
—Lo siento —Dijo con voz traviesa—Sabía que ibas a descubrirte de inmediato.
—¿Sabías que te observaba?
—Siempre que estás cerca te siento —Musitó besándola.
Jauregui la agarró del brazo y la llevó hasta el reservado en el que Paula y Sasha las esperaban. Al llegar, tomaron asiento, saludaron a sus amigos y se deshicieron de las máscaras.
—Y bien, ¿qué noticias son? Estoy ansiosa.
Paula y Sasha se miraron a la cara y sonrieron. Paula tomó la iniciativa.
—Queremos decirles que el suplemento ha tenido una acogida tan grande que vamos a proponeroles que se convierta en una revista independiente que queremos que esté bajo su control.
Camila no podía sentirse más feliz. Por fin, después de tanto tiempo, sus sueños parecían hacerse realidad de golpe, y no estaba segura de poder gestionarlo. Abrazó a Jauregui, que la apretó contra su cuerpo. Parecía que se había acostumbrado a la cercanía de Camila, y cada vez que tenía la oportunidad no dudaba en disfrutar de la calidez de su cuerpo, de su compañía. Era algo que le empezaba a gustar, y mucho, de los occidentales.
Brindaron para celebrar las buenas noticias y charlaron distendidamente durante gran parte de la noche. Se despidieron en el reservado y cada uno se dirigió a su habitación privada a disfrutar lo que quedaba de la noche de Akane.
Y esperaban poder disfrutar de las mujeres que amaban por el resto de sus días.
***
Espero les haya gustado 😊
ESTÁS LEYENDO
¿Estás lista para el diablo?
FanfictionCamila está cansada de que todo en su vida gire en torno a su aspecto. Por eso, una noche acude a Velos, un local exclusivo y diferente donde lo que menos importa es la apariencia y en el que todo está permitido. Lauren Jauregui está harta de ir sin...