Esto es únicamente una adaptación del libro "¿Estás lista para Velos?" de la escritora Alissa Brontë.
***
Jauregui llegó al Velos, y nada más hacerlo supo que habían tenido una gran participación. Al parecer los rumores de que la nueva ama gustaba de usar reptiles y se hacía llamar Diablo, había despertado gran curiosidad entre las mujeres de alta posición social, que no dudaban en pagar la cuota para tener la oportunidad de llegar hasta la fase de selección.
Se metió en su despacho y buscó el contrato que había hecho firmar a la mujer y buscó con rapidez su firma. Como imaginó, sólo había unos trazos en los que no se podía leer nada. Ningún dato más; era el único problema de mantenerlo todo en secreto.
Dejó escapar un suspiro de frustración y se preparó para interpretar el papel de Akuma, ese papel que había representado durante tanto tiempo y que llevaba grabado en su piel, aunque la verdad era que no podía dejar de pensar en Camila. En su sonrisa, en su forma de mover las manos cuando hablaba de algo con pasión, de cómo se mordía el labio inferior distraídamente si no tenía un lápiz o bolígrafo a mano, en el sonido de sus pasos, en su cercanía... y sobre todo en su cuerpo, ese en el que deseaba hundirse para siempre.
La culpabilidad volvió a darle un fuerte golpe en el estómago. ¿Cómo podía pensar en obtener paz cuando había causado tanto mal? Por otro lado, ¿no había pagado ya de sobra su deuda?
Cabeceó y salió de su despacho para encaminarse a la sala en la que elegiría a una de ellas, daba igual porque ninguna olería como ella.
Ninguna tomaría las riendas de la situación, ninguna la haría sentir tanto con tan poco. Al llegar a la sala, se sentó en su sillón. Las mujeres esperaban tras el cristal, y de nuevo la sensación de que eran muñecas expuestas le vino a la mente. Todas llevaban máscara, blusa negra, falda y zapatos negros. Al igual que todas llevaban su larga melena oscura suelta y ondulada en las puntas.
Se parecían a ella, pero no lo eran. No tenía que acercarse para saberlo.
De todas formas, tenía que hacerlo. Se levantó y repitió su ritual, olió sus cuellos, acarició sus pies, se fijó en sus bocas... y la decepción llegó con la confirmación de sus sospechas. Tendría que esperar a la noche siguiente para poder disfrutar de ella.
Eligió, de nuevo, a la situada en el centro de la fila. Le daba igual quien fuera, no la había elegido por ningún motivo especial, sólo porque era cómodo elegir una al azar. La agarró por la mano y la arrastró por el largo pasillo enmoquetado hasta su sala privada.
En su mente, todo era una sucesión de acontecimientos que le aburrían.
No encontraba emoción, pero tenía que cumplir, para eso habían pagado. La sentó en el sillón, ató sus manos y después sus piernas.
Con estudiado dramatismo interpretó el espectáculo, se acercó al terrario, colocó al reptil entre sus piernas y la acarició mientras le susurraba esas palabras que siempre repetía:
-No puedes hablar -Murmuró mientras apretaba el nudo alrededor de su muñeca- Ni pedir nada. No puedes proferir ninguna protesta, ni decir «no». No puedes elegir ni decidir. Lo único que tienes permitido es dejarte llevar y disfrutar, ¿lo has entendido?
-Sí -Jadeó.
-Sí, ¿qué?
-Sí, Akuma.
-Así me gusta... Ahora te haré la pregunta: ¿estás lista para el diablo?
La mujer asintió y Akuma la torturó con caricias que arrancaban jadeos en ella y llenaban su cuerpo de calor; sin embargo, durante todo el proceso, ella estuvo fría. Como si el fuego de su infierno se hubiera congelado para siempre.
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¿Estás lista para el diablo?
FanficCamila está cansada de que todo en su vida gire en torno a su aspecto. Por eso, una noche acude a Velos, un local exclusivo y diferente donde lo que menos importa es la apariencia y en el que todo está permitido. Lauren Jauregui está harta de ir sin...