CAPITULO 7

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Esas voces me tenían harta, no se callaban.

"AYUDANOS"

" Debes salvar el mundo"

" Eres la elegida, cumple tu deber"

" Pronto las cosas cambiarán "

Mi cabeza daba vueltas, mientras seguia escapando de aquellas voces odiosas, hasta que de repente pararon. El bosque se sumió en un silencio fantasmagórico.

Había peligro, lo intuía. De repente una enorme oscuridad salió del bosque, era una bola enorme de sombras que se movían y retorcían como si tuviesen vida propia.

Empezó a acercarse, y sabía que no llegaría lejos, así que alce mi poder para intentar retenerla, pero fue en vano, no le hacía nada.

Empecé a retroceder, esa cosa ya estaba demasiado cerca de mi, entonces escuché como me llamaban.

-Despierta, Sky-

Salte de mi cama jadeando y bañada en sudor, todo fue una horrible pesadilla, mierda, fue tan real. Al observar mi habitación, vi que no había nadie, si no fuera por la segunda colcha en mi cama pensaría que lo de ayer también fue un sueño.

Al meterme en la bañera empecé a pensar que hacer, al no utilizar mi magia desde hace mucho, ya no sabía usarla tan bien como antes, debía practicar y ya, las amenazas estaban presentes.

Estaba entrenada para pelear con humanos me habían preparado toda mi niñez para eso, pero no para pelear con seres sobrenaturales. Esto era demasiado.

Menos mal que ya era viernes.

Me vestí y baje. Melody ya estaba desayunando.

- Hola Sky, veo que no has dormido bien- decía al verme.

Si tú supieras, Melody, si tú supieras.

- Si, me quedé hasta tarde por eso-

- Ya veo-

Llegamos al instituto, y cada una fue a sus clases. Todo paso sin acontecimientos, el grupito de acosadores no apareció, perfecto.

En la clase de física, vi a las tres mosqueteras de mi primer día de clases, la rubia llevaba una escayola en el brazo y la otra tenía la mitad de la cara aún morada. Me miraron resentidas para luego girar sus cabelleras tintadas.

Mi última clase era educación física, entre al lugar que era un aula enorme cerrada, por lo que escuche, aquí educación física no se ponían a darle a un balón o hacer bailes. Sino que se entrenaba, hacían peleas cuerpo a cuerpo, vamos como en la milicia.

Vi al grupo de acosadores a un lado calentando, vi una cabellera negra y pare.

Kenneth.

JODIDA MIERDA.

¿Cómo no me di cuenta?

Había visto mis cicatrices, seguramente ya se lo habrá dicho a esos 5.

¿Les dijo también que durmió conmigo?

Hazte la verdadera pregunta.

Mierda, ¿Ellos también eran hombres lobos?

Por eso sus auras eran así de fuertes.

Nos miramos fijamente, hasta que el entrenador empezó a gritar.

Este se parecía al que me instruyó en combate en el pasado, no me gustaba.

- A correr, y quién lo vea parado corre 3 veces más - grito este.

Empece a correr, fácilmente podía superar a todos y ser la primera, como lo eran ahora los acosadores, pero no me iba a exponer así y tampoco quería estar cerca de ellos.

Al terminar la mayoría estaban sudoroso y jadeantes, menos el grupito y yo, el entrenador se dió cuenta.

- Pero mira a quien tenemos aquí, tu nombre - exigió.

- Sky- respondí viéndole la cara

- Veo que estás en forma, Sky, porque no te ponemos a combatir un poco a ver qué sabes hacer- sonrió de forma maliciosa.

- Hmm, ¿Con quien pelearas? - dijo sonriente viendo a las allí presentes.

- Tú - me estaba tomando el pelo.

Señaló a  Kenneth.

- Entrenador, no creo que sea justo, el está experimentando y ... - dijo uno de su grupo.

- Tom, callate, Kenneth y Sky dentro del ring, ya- ordenó

Mierda, ¿que hacía ahora?

- Empezad, seré bueno, el que caiga al suelo será el perdedor -

Empezamos a movernos, en círculos, mirándonos fijamente, sus ojos verdes me miraban detenidamente mientras yo tampoco le quitaba la vista de encima. El hizo el primer movimiento, fue muy rápido, acercándose a mí, lo esquive, volvió a acercarse, con las manos alzadas, para tirarme, no me golpeó, el quería terminar con esto rápidamente sin hacerme daño, pero para su mala suerte a mí no me gustaba perder.

Volví a esquivarlo, no iba a golpearlo ya que el tuvo la decencia de no hacerlo conmigo, en el momento que lo haga, empezaré yo también.

Y así empezó nuestro raro baile, el se acercaba yo lo esquivaba rápidamente, sin darle tiempo a siquiera tocarme, esto encolerizó al entrenador.

- Cambio de reglas, el primero que sangre, pierde- nos grito.

Me quedé parada, nos miramos fijamente, con la pregunta en el aire, ¿Que hacemos?

No se movió de allí, mirándome mientras me fruncia el ceño, no quería hacerlo, sorprendentemente yo tampoco quería, creo que era el que me caía un poco bien del grupo.

- Me habéis enfadado, baja de allí tu - señaló a Kenneth - me esperaba más de ti, con lo bien que peleas - dijo negando con la cabeza.

- Poll - llamo a un chico enorme, que se pasaba mirándole las faldas a las chicas- entra.

Este gustoso entro, sonriendo. Imbécil.

Este si que no dudaría en romperle un diente.

De reojo vi a Kenneth ponerse tenso y apretar los puños, fulminando a Poll con la mirada.

- Como dije antes, pierde el que primero sangre, podéis empezar - dijo el entrenador con una gran sonrisa.

Este rápidamente se acercó a mi, con la mano echa un puño, iba a disfrutar mucho esta pelea.

Lost soulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora