CAPITULO 5

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Recé por qué no estuvieran mis padres, y gracias a los angeles o lo que sea que estaba allí arriba, no estaban. Subí rápidamente con Kenneth en brazos y puse una toalla en mi cama para que no se manchara de sangre.

Lo coloque de forma cuidadosa y fui rápidamente a limpiar las gotas de sangre por la casa, al volver vi que este estaba lamiendose lastimosamente su pata trasera. Tenía una horrible herida allí.

No sabía si podía utilizar magia, podía curarame a mí rápidamente pero no quería arriesgarme con él, podía hacerle más daño. Eso sí, envié una onda para tranquilizarle ya que al igual que podía infligir dolor también podía calmarlo. Me miró agradecido.

Cogí alcohol y vendas y empecé a limpiarle la herida, se quejó pero no quito la pata, al acabar se la vende.

- Kenneth, ¿Estás mejor?- le pregunté en voz alta.

- sí, muchas gracias Sky- dijo este.

¿Como sabía mi nombre? No recordaba habérselo dicho más no pregunté.

- Te defendiste bien- le alague.

- No, si lo hubiera echo, no hubiesen estado tan cerca de llevarte con ellos, ademas de que te herieron- dijo lastimero.

- No, de verdad estuviste increible

- Está bien, tu también estuviste increíble - respondió.

- Los dos lo hicimos bien- le acaricie con cariño - te puedes quedar aquí, hasta que te mejores, pero intenta no hacer ruido, a mis padres no les gustaría encontrar a un lobo en mi cama.

No era muy fan de estar con personas, pero los animales me transmitían cierta paz y este tenía algo, no sabía que, pero tenía la necesidad de protegerlo.

- Echo - respondió para luego cerrar los ojos y acurrucarse.

Me puse mi pijama y fui al baño, me mire en el espejo y note como las heridas ya estaban cerradas, al salir del baño escuché el coche de mis padres y note 3 presencias entrar en casa, Melody estaba con ellos.

Salí de la habitación cerrando la puerta y bajé.

- Hola - saludé.

- Hola, hija, ¿Cómo estás?- preguntó mi madre

- Muy bien, gracias ¿Como fue el trabajo?-

- Agotador, hoy debemos irnos- decía mi padre apenado de dejarnos solas.

A todo esto Melody subió a su habitación, sin mirarme.

- ¿Cuanto tiempo estaréis fuera? - pregunté

- No lo se hija, podríamos estar una semana o dos como mucho, intentaremos venir lo antes posible - me dijo mi padre dándome un beso en la frente.

- Está bien, no os preocupéis-

- Lo sabemos hija, confiamos en ti - mi madre me miró con una sonrisa.

Cenamos y Melody aún no bajo.

- Melody nos contó lo que pasó - mi padre me miró.

- Ah eso - desvíe mi mirada.

- Está bien que la defiendas cariño, te lo agradecemos - intervino rápidamente mi madre.

- Pero no puedes ir golpeando a todos los que os molestan, se puede dialogar- si ellos supieran el tipo de humanos que había principalmente en las escuelas.

- Papá, de verdad si en esa situación podría dialogar lo haría, pero no sé pudo - alegue.

- Lo se hija, defientede pero si puedes dialogar, hazlo-

- Está bien- les tranquilice.

Les di las buenas noches y subí a mí habitación, al entrar la oscuridad de esta me dió la bienvenida, no me gustaba mucho la luz, la de la luna ya me daba lo suficiente. Al ver mi cama observe que no estaba Kenneth.

Dirigí mi mirada rápidamente por toda la habitación hasta que note a un individuo en mi habitación, al observarlo detenidamente, era el chico de cabello negro y ojos grises que iba con los acosadores. Me puse en guardia, fulminandolo con la mirada.

Lost soulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora