Poppy ganó mucha popularidad en el instituto de Hawkins gracias a ser la hermana pequeña de la famosa Nancy Wheeler y la hermana mayor del no tan famoso Mike.
Tras haber pasado por años difíciles en los que junto a sus hermanos y amigos han tenido...
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━━━¿MASTER OF PUPPETS? —preguntó Poppy con los ojos muy abiertos, demasiado sorprendida.
Eddie asintió con una gran sonrisa. Poppy negó con la cabeza con los ojos muy abiertos.
—¿Estás loco? Llevo sin tocar años y me dices esa pedazo de canción que, quizá, es de las más difíciles.
—¿De las más difíciles? —Eddie resopló—. Es una de las mejores, pero no de las más difíciles. La dificultad de esta canción reside en mantener la velocidad con el downpicking. Tienes que mover solo los dedos con los que agarres la púa y mover lo menos posible el codo y la muñeca.
Poppy tragó saliva y contempló su Charvel con algo de temor. Iba a tocarla después de tanto tiempo de nuevo. Pero no lo iba a hacer en una situación cualquiera, no, lo iba a hacer en otra dimensión para atraer a unos murciélagos tan grandes como su torso y que posiblemente eran muy letales por lo que habían visto con Steve anteriormente. No es que fuera la situación más idónea para volver a tocar, pero no le quedaba otra.
—Me dijiste que teníamos que tocar juntos algún día —comenzó a decir ella colocándose la guitarra con el asa en su hombro—, pero no de esta manera.
Eddie le guiñó un ojo con una sonrisa pícara.
—Esta es la mejor manera. Será el mejor concierto de la historia. Lo malo es que sólo lo veremos nosotros y Dustin.
—Sí, Vecna no se merece esta canción.
Eddie se quedó mirándola y suspiró.
—Pues dediquémosle esta canción a alguien que sí lo haga.
Poppy comprendió qué quería decir Eddie y estuvo totalmente de acuerdo. Vecna no se merecía la dedicación a esa increíble canción que tocarían arriesgando sus vidas, pero otra persona sí.
Estaban esperando en el techo de la caravana, con las guitarras enchufadas al amplificador de Eddie, a que le avisaran a Dustin de cuándo tenían que iniciar la fase tres. Poppy sintió que sus manos temblaban, pero no se permitió dedicar tiempo de su atención a sus nervios, porque eso sólo le iba a jugar una mala pasada.
—Sólo te falta otra camiseta de Hellfire Club para que parezca que pertenecéis a la misma banda —Comentó Dustin mirando a Poppy. Ella sonrió.
—Sí, creo que te quedaría bien una como esas —Dijo Eddie mirándola de arriba a abajo.
—Oye, basta —pidió Dustin—. Si llego a saber que el hecho de que me pusieran con vosotros en este plan significaría que tendría que sujetar vela para vosotros, no habría aceptado.
Poppy soltó una carcajada y lo miró con ternura.
—Sabes perfectamente que habrías aceptado, Henderson. Nos amas. —Respondió Poppy.
