Después de la batalla que sostuvo Ookami con Deudon, durmió por 5 días y al sexto día despertó pensando, que no concebía como podía seguir vivo, abrió los ojos y se quedó mirando al techo, contemplando su vida y sintió de nuevo los vendajes, así que empezó a levantarse con cuidado, se sentó en la cama y con una mirada perdida en el horizonte reaccionó.
-sigo vivo
Cuando una figura conocida entro a su cuarto y le hablo.
-si, pero si sigues haciendo estupideces no vivirás mucho tiempo, te dije que te estuvieras, pero no preferiste, defender tu orgullo y pelear, enserio no se cómo pudiste sobrevivir , al asalto con Aron pero bueno ahora tus heridas, ya casi están cerradas , pero eso no implica que puedas volver al combate.
-eres tu Akasha, disculpa por no haberte echo caso pero, todos mis instintos me dijeron que debería defenderme, algo en mi me dijo que si no lo hacía podría morir, más aparte nunca he escapado a un combate, la muerte no me asusta, me da miedo vivir una vida sin lealtad.
-en verdad eres igual a el, pero eso ahora no importa, pero entiendo por qué acepto tráete a pesar de nuestras diferencias y su desprecio a tu raza, más aparte sigues causando interés.
Ookami al ver detenidamente a Akasha, se dio cuenta de que era la mujer más hermosa que había visto, no solo por su belleza física, ella portaba dos espadas en el cinturón parte de una armadura muy adornada en los hombros, junto con un vestido negro que caía a sus pies.
- veo que no confías en mí, al venir armada y con armadura, supongo que demostré que si soy una amenaza, pero cumpliré mi promesa no volverá a combatir dentro de.. por cierto dónde estoy no reconozco nada.
- no lo tomes a mal per, no es por ti que esté armada, sueño siempre vestir con mi armadura ligera, a menos que salgamos de caza y porte mi armadura completa, y mis espadas son una extensión de mi ellas nunca se separan de mi y si eres bueno con la espada puedo decirlo pero te falta movimiento, si te tuvieras que enfrentar a mi no sobrevivirías ookami, eres bueno y lo noté pero peleas como un mortal, a qué me refiero tu fuerza, tu vigor y demás tienen un límite.
Ookami solo se quedó callado y siguió escuchando.
- veo que no eres igual a todo tu pueblo que le gusta alardear sobre sus habilidades, parece que aceptas bien los concejos y tus críticas, más aparte tu defensa baja, podría mejorar si pasas a una guardia alta y una espada más pesada no eres alguien que pelea con armas ligeras note que tus movimientos y tus ataques son pesados.
- veo que eres muy observadora, y tendré que hacer caso a tus consejos y si nunca he dicho que soy un gran espadachín, al contrario aún tengo mucho que aprender, por cierto me gustaría agradecerte por cuidarme y atenderme sigo sin entender por qué me han apoyado y aún no se quiénes son y más aparte que alguien tan hermosa, haya curado mis heridas .
- no te entusiasmes demasiado guapo, ya que tus heridas aun no sanan por completo, y si puedo decirte algo es que te vi muy interesante, tu pelea y tu forma de actuar parece que podrías entrenarme.
- si lo se, pero hasta ahora no había podido agradecértelo, más aparte interesante lo dices como si fuera un juego.
-todo es un juego o al menos para nosotros lo entenderás ahora que hables con mi señor quiere conocerte y te está esperando en la sala del trono.
-¿Quién? Tu señor pensé que tú eras la encargada o algo parecido.
-mi señor, el jefe del clan de la rosa, yo soy su compañera y si estoy a cargo de bastantes cosas aquí pero debes hablar primero con el , después te buscaré una ocupación, o puede que después, te use en uno de mis juegos.
-el clan de la rosa ¿Qué? o ¿quienes son ustedes? Y uno de tus juegos a qué te refieres, dudo que podamos estar tan en paz dos de las naciones más grandes, han desaparecido y estos laicans están buscando acabar con la raza humana.
-no te preocupes por eso mi señor responderá a todas tus preguntas. Y créeme si te digo que todo es un juego, al final te darás cuenta que cuando tu vida son los siglos dejas de ver la vida tan valioso como tú y los demás de ustedes lo ven, la guerra es solo una experiencia placentera.
Ookami no supo cómo responder a eso no entendía a qué se refería, no entendía por qué hablaba así y de los siglos cada palabra lo confundía y a la ver le generaba intriga así que solo decidió asentir.
- está bien iré me gustaría salir de mis dudas, y entender más que me hablas pero si no le molesta señorita Akasha llevaré mi espada, por valor sentimental y dos no se si tendré que defenderme de nuevo.
-no creo que tengas mas batalla en este día, al menos de mi parte no se lo que opine mi señor.
-Esta bien pero quien es ese tal señor
-todo a su momento.
Después de ir caminando por los pasillos Ookami, al mirar de reojo por un a ventana y mirar el horizonte se dio cuenta que estaba en una parte muy alta de lo que parecía ser una fortaleza, además vio que el paisaje no era parecido a nada que el hubiera visto antes, era más tétrico y oscuro, este se quedó viendo por la ventana un instante hasta que Akasha lo llamo para continuar.
-entra te esta esperando mi señor
-por cierto Akasha, gracias por salvarme y trataré de entender lo que me dices y trataré de confiar más en ti, me gustaría hablar contigo después.
- concéntrate por ahora y después hablaremos
Al entra a la sala del trono varios caballeros fuertemente armados y con unas armaduras oscuras y robustas me observan, al fondo un trono de madera oscura y en el hombre, bestia con túnicas oscuras, y rojas muy elegantes así como, portaba su espada y así lado dos caballero portando lanzas y alabanzas que parecían ser su guardia personal, cuando su vo se escuchó al verme entrar.
-bienvenido a mi fortaleza, soy el dueño y señor de todo lo que hay en esta tierra. Dime tu quien eres.
-yo soy Ookami el sucesor al trono del reino de Antares, y comandante de la segunda división de caballería, y sin miedo a fan de ofender, quienes son ustedes, por qué me salvaron y dónde estamos, se nota que no son miembros del concilio del cuervo o humanos.
-ja ja. Me gusta tu forma de ser desafiante . Pues bien, te diré que yo no te salve, yo y un grupo de mis mejores hombres íbamos siguiendo a los laicans y Akasha fue quien vio la batalla y pidió que fuéramos a ver que sucedía. Y ella fue la que te vio y salvo, supongo que fue interesante ver qué un humano pudiera sobrevivir un asalto, con Aron y supongo que le gustaría conservarte.
-conservarme, si eso lo hablé con su compañera y laicans he de suponer que son las criaturas que atacaron mi ciudad.
- podría decir que si, pero dime por qué tendría que contarte algo no te debo nada y solo me causa curiosidad, tu forma de ser ya que me recuerdas mucho a un soldado con el que me enfrente hace algunos siglos.
- por como hablan he de suponer que no son humanos y es cierto no tendrías por qué contarme algo pero si, me gustaría saber por qué estoy aquí .
- desafiante hasta el final.
Los caballeros , colocaron sus armas largas enfrente de ookami, fue cuando dando una señal los caballeros regresan a su posición.
-quieres que te cuente toda nuestra historia y nuestro inicio, te diré lo que quieres saber, si aceptas un desafío me gustaría ver tu forma de combate y si lo aceptas te enfrentarás a uno de mis guardias, personales y podría decir que uno de mis mejores hombres, veré si tú valor es verdadero o solo eres como los demás de tu clase, que solo sirven para hablar que te parece.
-quiere que luchemos aquí en la sala del trono.
-claro o es que tienes miedo de mandarte de sangre, o lo que dices son solo palabras vacías.
-nunca he rechazado un combate y nunca lo haré, traiga a su mejor soldado solo espero que cumpla su palabra.
-guardia traiga a Jamir, dígale que le encontré un combatiente, y así será si logras hacer un daño a Jamir, serás el ganador, pero te advierto no te será tan fácil como con Aron el no te subestimara.
-Si mi señor – uno de sus guardias respondió y salió de la habitación.
Después de un rato apareció un soldado, con una armadura de color oscuro, bastante alto y con una alabarda, sus ojos notaban estar vacíos, sin expresión.
-el es tu combatiente
-, Jamir no quiero que te contengas quiero que lo acabas en el menor tiempo posible, lo quiero muerto
Ookami desenfundo su espada y espero a Jamir, aquel soldado tomo su alabarda y se acerco a Ookami y lanzo el primer golpe, Ookami bloqueo el ataque y le regreso el golpe pero también fue bloqueado. Para Ookami le resulto difícil ya que era mejor que Ricardo y se movía más rápido que cualquier persona que haya conocido, parecía moverse sin dejar rastro resabia múltiples ataques, de diferentes lados, no podía verlo solo se defendía, llegó el punto en que, solo se veía los pequeños cortes que dejaba la alabarda en el cuerpo de ookami , sabía que no podría ganar a velocidad así que espero el momento adecuado para contrarrestar la alabarda y en un ataque ookami engancho su espada a la hoja de la alabarda y está salió volando, todos vieron con asombro el movimiento, Jamir apareció delante de ookami y desenfundo su espada.
-nunca pensé que un humano pudiera seguir mi velocidad en mis ataques. – dijo jamir-
- lo tomaré como un cumplido.
La pele volvió a comenzar el choque de espadas seguía y poco a poco fue decayendo la velocidad y fuerza de ookami, en un momento Jamir atravesó la defensa de ookami y logro rodar el cuello de ookami quien solo reaccionó dándole un golpe en el vientre para alejarlo, los jadeos de ookami empezaron a notarse cuando al respirar profundamente este se lanzó de nuevo al ataque pero en un movimiento en el que Jamir se descuido confiado en el agotamiento de Ookami aprovecho y lo atravesó, y al ver que seguía moviéndose, solo retiro su espada viendo como su herida sanaba instantánea, ookami callo al suelo sentado jadeando más cuando Jamir le extendió la mano para ayudarlo a levantarse.
-Debo de admitir que nunca espere, que un humano tuviera ese dominio con la espada y que pudieras contrarrestar mi velocidad lo reconozco serías un duro adversario, si fueras uno de nosotros.
Ookami jadeando solo asintió con la cabeza y se levantó tomando la mano de Jamir.
- eres impresionante no podía seguir tu velocidad con mis ojos tuve que predecir tus movimientos, lo acepto pudiste ganar si quisieras matarme.
Jamir se retiró sonriendo y dejo a ookami en la sala del trono.
-eres muy bueno con la espada, me impresiona tu manera de blandir he de admitir que si los humanos lucharán cómo tú sería otra cosa la guerra contra los laicans y ahora veo por qué es que pudiste sobrevivir contra aron y secarle un ojo, no dejas de sorprenderme creo que entiendo el interés de Akasha en ti pero ahora escucha te lo has ganado.
-nosotros estamos en guerra con los laicans, nosotros y los laicans surgimos de el lado este de la tierra, somos criaturas de la noche, los laicans son o bueno fueron, sirvientes de Serveros, un demonio que controlaba la entrada al infierno, y un día una luz muy intensa se abrió en el infierno y al pasar por ella salimos a esta nueva tierra, nosotros somos hijos de la noche, pues la oscuridad nos da poder, no seremos capases de controlar, los 5 elementos como los demonios, “aquellos elementos son, el fuego, el agua ,la tierra, el aire , y la oscuridad”,pero nosotros tenemos mas fuerza que un humano, y a su ves los laicans son mas fuertes que nosotros, nosotros somos no muertos no estamos ni vivos ni muertos, pero no podemos morir por ninguna arma mortal , tenemos mayor agilidad y destreza que cualquiera en esta tierra, nosotros somos Mirdel tenemos que consumir la esencia de vida para poder sobrevivir nuestra raza ha vivido desde que este mundo surgió vimos el nacimiento de los humanos como sus guerras y en una de ellas estuvimos presentes, la guerra comenzó ya que los 8 magos mas poderosos de la tierra hicieron una alianza con los laicans, los magos fueron llenado a los laicans de odio y al irlos consumiendo el odio los magos usaron sus poderes y les dieron fuerza y maldad y como nosotros poseíamos algo que los magos querían hicieron que los laicans nos atacaran y casi exterminaron a nuestra especie, y par defendernos de sus ataques formamos 8 clanes que al unirse forman el clan de la rosa, estos magos también son demonios que fueron expulsados del infierno, se les fueron cortados sus cuernos, estos les dan el mayor poder y les permite tener un cuerpo en el mundo, en este mundo, al llegar al mundo robaron diferentes cuerpos y ahora yacen dentro del cuerpo de estas personas, los demonios son los que le dan poder y para poder controlar el cuerpo por completo necesitan la piedra demoníaca, que fue nuestro tesoro mas preciado , ya que, nosotros fuimos exterminado a cada mago con esta espada, (señalando una espada que estaba por encima de su trono con brillo rojito y una hoja negra) y con el poder de la piedra logramos encerrar a los demonios en la espada, por el poder de los demonios la espada puede cortar lo que sea, pero como no pudimos matar al ultimo demonio, y robo la piedra la espada quedo incompleta y ahora tiene una profecía, “aquel que sea el portador de esta espada será el mas poderoso y podrá cortar lo que sea , pero si llegaras a cortar a el 8 demonio, este morirá .los demás demonios serán liberados y como pago por haber usado su poder tomaran la vida del portador”.
Y desde ese tiempo aquel mago a gobernado el lado este de la tierra ya que uso el poder de la piedra y ahora el demonio controla el cuerpo, y los laicans lo obedecen y desde ese día hemos estado en guerra y los laicans han ganado mas y mas poder y es hora de que termine esto los 8 clanes nos hemos unido otra ves y estamos listos para derrotar a el ultimo demonio y acabar con esta guerra de una ves por todas.
Y dime que piensas hacer Ookami tu destino lo decides tu, no yo ni nadie.
-le debo la vida ha usted y a Akasha, pero antes quiero ver mi reino o lo que queda de el.
-eres libre de hacerlo, pero antes quiero pedirte una muestra de lealtad y que me demuestres que eres un nuevo soldado del clan de la rosa. Quiero que cumplas una misión y yo mismo te llevare a tu antiguo reino y que dices Ookami.
-cual es mi misión mi señor.
Ookami se inclino ante su nuevo señor mostrando respeto y entregando su espada para defenderlo y dar su vida por el.
-tu misión se te dirá mañana al amanecer y ahora ve y descansa, quiero que cumplas mi voluntad y se que lo podrás hacer ya me lo has demostrado y por cierto límpiate toda esa sangre
-y perdone adonde debo de ir mi señor no conozco aún su fortaleza.
-es cierto perdona Akasha te guiara a tu habitación y una cosa mas antes de eso quítate la sangre o te llevaras una gran sompesa con Akasha.
En su mente ookami quedo pensativo y una silueta de risa se reflejo en su rostro , fue como si un le hubiera quitado un peso de encima y fu mirada estaba fija en su destino, cuando Akasha llegó por el.
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La caída de la luna : Despertar
FantasiEn una época en que la humanidad olvido, una cruel guerra por la supervivencia, se desató para ellos, la cual descubrió que no era la única raza dominante y que no solo existía este mundo si no un plano diferente dónde para nosotros eran simples l...