One-shots DIAKKO Traducidas

La confianza y la traición de la misma

La confianza y la traición de la misma

Autor: anfitrión

Resumen:

Para la clase, Diana usa un hechizo de parálisis en Akko. A Akko le gusta más de lo que pensó que le gustaría.
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Diana murmuró las palabras y el cuerpo de Akko se puso completamente rígido. Ahora bien, este era un sentimiento peculiar. Akko estaba lleno de energía vibrante. La magia subía y bajaba por sus extremidades, y cuando se esforzó contra ella descubrió que, sí, el hechizo era bastante irrompible. Estaba total y absolutamente paralizada. Diana sonrió, un hechizo bien lanzado.

A su alrededor se oía el repiqueteo de la lluvia contra las altas ventanas. Una tormenta había estado sobre Luna Nova durante días. En todo el campus la gente empezaba a olvidar cómo era la luz del sol. Nubes negras colgaban bajas en el cielo, abultadas y preñadas y veteadas de amarillo, y mientras que muchos estudiantes reportaron un estado de ánimo bajo debido al clima, Akko se sintió cinético e imparable. Había tanta energía en el aire. Una forma perfecta de empezar el otoño, pensó. Otoño, que era la estación de las brujas.

Finnelan había comenzado la lección del día instruyendo a todos para que encontraran un socio en quien confiar. “Estamos entrando en brujería bastante avanzada ahora, señoras”, dijo. “La traición entre socios en esta etapa podría resultar catastrófica”. Akko había mirado a Diana, y Diana le había mirado la espalda.

Este año, con el apocalipsis retrasado al menos por el momento, y con su papel compartido en retrasarlo, los dos habían encontrado más (y más y más y más) en común. A estas alturas, si una lección requería asociarse, no había duda de a quién elegirían. Un transeúnte podría incluso llamarlos amigos, pero eso, por supuesto, sería una descripción inexacta: había demasiada historia entre los dos para que fueran simples "amigos".

Akko había intentado el hechizo primero y falló. A pesar de todos los avances que había hecho, esto todavía estaba quizás un poco por encima de su salario.

Pero Diana, por otro lado, con un movimiento de su varita había puesto a Akko, literalmente, en su lugar. Finnelan había dicho que el sujeto podría retener algo de control de sus cuerpos si fuera el primer intento del lanzador, pero este ciertamente no fue el primer intento de Diana, ni por asomo. Akko no podía moverse ni un milímetro, aunque su rostro se había puesto rojo por intentarlo.

“No te resistas”, dijo Diana. "Será más doloroso si te resistes".

Akko todavía podía hablar, pero su lengua se sentía enorme y pesada en su boca. “¿Cuánto tiempo”, dijo, “tengo que quedarme atrapada así?”

“Bueno, mientras yo quiera, de verdad. Una vez que la parálisis se ha establecido, solo el lanzador original puede deshacerla. Por el momento estás completamente a mi merced, Akko. Podría hacer lo que quisiera contigo. No lo haré, por supuesto, no traicionaría tu confianza de esa manera.

"Oh, estoy tan agradecida". (Sin embargo, con su lengua en el estado en que estaba, probablemente salió más como: "thsho grhtful")

Me callaría la lengua si fuera tú. Tal vez tenga esto en cuenta la próxima vez que se niegue a limpiar o insista en gritar en una conversación normal”.

"¡No lo harías!"

"No. No claro que no. Hacerlo sería impropio de una dama, y ​​¿cuándo me ha conocido como algo que no fuera una dama? Sin embargo, aprovecharé esta oportunidad para arreglar este chaleco tuyo. ¿No tienes una plancha? ¡Y, Dios mío, también tu falda!