Dulces de domingo

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Dulces de domingo

Autor: laburas

Resumen:
Diana está teniendo un mal día. Pero Akko le dice que "¡Estaré allí en veinte!" Todo mejora a medida que cuenta los minutos.

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Hoy no fue un buen día.

Diana caminó rápidamente por el campus, con una expresión perfectamente neutral excepto por el agarre que tenía a lo largo de la correa de su bolso. Era la única manifestación externa de su temperamento que ella permitiría, por lo que derramó toda su frustración en la acción, tanto que sus nudillos casi se pusieron blancos.

Una clase de Anatomía frustrante seguida de una prueba práctica igualmente desastrosa en Farmacología. Espléndida combinación, si uno estuviera en una búsqueda para descubrir la receta para el mal día de un estudiante de medicina.

Se sentía como si tuviera espinas clavadas en su pecho.

Observó con furia los arbustos de los espacios abiertos entre los edificios, encontrándolos aburridos bajo el lúgubre clima londinense. Apretó la mandíbula mientras miraba directamente a las espaldas de los estudiantes de primer año que viajaban en grupos de cinco o más, caminando al paso de los caracoles. Si tan solo sus ojos pudieran disparar rayos láser, oh, si tan solo. ¿Era incluso legal hablar tan fuerte como su caminar era lento? No necesitaba escuchar acerca de cualquier película que su profesor de ciencias sociales les impusiera ver. 

Pero ella no era tan mezquina como para entablar una conversación con ellos (incluso si era un recordatorio para mantener el decoro de los estudiantes), por lo que se hizo a un lado a lo largo de la pasarela y caminó más rápido para adelantarlos. Examinó con la mirada el campus, observando a los estudiantes acurrucados y tocando música en los bancos. Un grupo de baile repasó su rutina en el extremo opuesto junto al césped. Curiosamente, había un grupo de estudiantes más jóvenes sentados en círculo estudiando, imitando cómicamente instantáneas de sitios web y folletos universitarios.

Fue un poco molesto. Aunque solo fuera porque su mal humor era suficiente para pintar cualquier tipo de estímulo como desagradable de absorber. Continuó su paso hacia el extremo occidental del campus, donde debía encontrarse con Akko para tomar un café en la cafetería de la biblioteca. Era un café aceptable en el mejor de los casos, supuso.

Justo cuando estaba a punto de lanzar una diatriba mental sobre lo molestas e innecesarias que eran todas las actividades del campus, su teléfono vibró junto con un 'bip'.

16:47 Akko Kagari: '¡Estaré allí en veinte! 😊'

Cinco palabras y una carita sonriente.

Cinco palabras, mirándola a través de la pantalla de cristal de su teléfono celular, fueron suficientes para lavar el cansancio que se había apoderado de sus hombros. Su mano se relajó, liberando la correa de cuero de su bolso de su agarre mortal y solo se dio cuenta después del hecho de que estaba empezando a dolerle.

Respiró hondo, volvió a guardar el teléfono en el bolsillo y siguió caminando.

¿Quizás estaba siendo un poco mala? Miró por encima del hombro y vio que el grupo de estudiantes que caminaba parecía perdido y no sabía a dónde ir. Parecían encontrar seguridad en su número, emocionados de profundizar lo que parecía una amistad recién floreciente. Tal vez desearles láseres oculares fue demasiado.

One-shots DIAKKO Traducidas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora