One-shots DIAKKO Traducidas

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todavíainbeta

Resumen:
A los seis años, mientras estaba atrapada en la sala de embarque de un aeropuerto con su madre, Diana Cavendish hace una nueva amiga.
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"¡Konnichi wa!"

"¿Eh?"

El estrépito del aeropuerto se interrumpió brevemente. Diana miró hacia arriba para ver a una niña de su edad saludándola ansiosamente.

"¡Akko desu!"

Diana sabía inglés, por supuesto. Y algo de francés, de su au pair, y latín de sus libros. Pero ni siquiera había escuchado el idioma que esta otra chica le estaba hablando. Fue... frustrante. A Diana no le gustaba no saber la respuesta a algo.

"Lo siento, yo no..."

La chica la interrumpió.

"¡Ay, inglés! ¡Inglés un poco!"

Estaba muy acentuado, pero Diana estaba acostumbrada a eso. Cavendish Manor siempre estuvo poblada de diplomáticos y empresarios de todo el mundo. Fue extremadamente grosero comentar sobre la pronunciación de los invitados, y probablemente lo mismo se aplica aquí.

"¿Usted sabe Inglés?"

"¡Akko sabe inglés!"

Bueno, eso fue un comienzo, al menos.

"Soy Diana", dijo. Se señaló a sí misma para enfatizar.

"¡Diana, Diana!"

Akko pareció rodar la palabra en su boca. Sonaba extraño en su lengua, los sonidos no del todo correctos. Pero Diana descubrió que no le importaba mucho.

"¿Adónde... va Diana?"

"Oh, eh, Singapur. Mi madre tiene algunos asuntos que atender allí.

"¡Sugoi! Nunca he estado... Shingaporu", Akko rebotó con entusiasmo.

"Probablemente no saldremos del hotel", se quejó Diana por lo bajo, luego se contuvo. No estaba bien quejarse así.

Akko ladeó la cabeza, pero Diana le hizo un gesto para que se fuera. Ese gesto fue afortunadamente universal.

Diana se alisó la falda. "¿Tú que tal? ¿A dónde vas?"

"Hokkaidō. ¡Para ver Obāchan y Ojīchan!"

"Ah. Nunca he estado."

"¡Realmente bonito!"

"¡Estoy seguro!"

"Como Diana".

"Mmm." Esperar. Espera un segundo. "¿Qué?"

Akko asintió. "¡Diana es bonita!"

Esto era... probablemente una diferencia cultural. Mamá le había hablado de eso.

"No todo el mundo es británico", decía. "Solíamos pretender que podíamos hacerlos británicos, pero eso estaba mal. Ahora, los Cavendish debemos ser respetuosos con todas las personas del mundo".

Satisfecha con esa explicación, Diana le devolvió la sonrisa a su nuevo conocido.

"Tú también eres encantador".

Akko sonrió aún más, y de repente Diana sintió que se le revolvía el estómago. Quizá la comida del vuelo le había ido mal. Tendría que visitar el baño antes de que partiera el vuelo de conexión.