Aquella Mirada

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Desde aquel día en el que entre a una nueva escuela, en ese verano caluroso y solitario, estaba yo como siempre, sin amigos y sin compañía, en esa aula llena de bulla y de adolecentes, todos de mi edad, unos mas altos y otros mas bajos, eran ocho hombres y siete mujeres, dentro de las cuales estaba ella.

la chica que me conquisto con solo mirarme por lo menos unos ocho o diez segundos... lo repito siempre, pero es que es sorprendente como pudo marcar mi adolescencia, como pudo hacer latir mi corazón muy rápido al estar cerca a ella, y como hacia que me perdiera en su mirada.

Aquella Mirada de esa chica tan resplandeciente, tan brillante, tan linda, y tan hermosa, Amira, era su nombre. Y el chico que estaba atrás de ella se llamaba Naín, era un adolecente un poco cursi, que solo sabia decir tonterías románticas, y ese chico... era yo. No tenia en mis planes "Enamorarme" de hecho, ni siquiera tenia planeada mi vida, y es que pensaba en descubrirla, explorarla, y vivirla... disfrutar de todo lo que me iría a pasar, sea bueno o malo, tenia que amar lo que el destino eligiera para mi, no creo que logre muchas cosas, pero por lo menos espero conseguir a el amor de mi vida, Amira.

Mi vida nueva, como un Enamorado, despistado, tonto, loco era algo a lo que me estaba adaptando, y es que para ser mi primera vez, no iba a ser tan fácil para mi, hay veces en las que no sabia lidiar con las mariposas en el estomago, las cuales se convertían en murciélagos por mi bajo optimismo... gran transformación de aquellas mariposas, pues valla que si.

Pasaron muchas cosas desde entonces, fáciles y difíciles, alegres y tristes, frustrantes y tontas, pero a lo largo de todos mis sentimientos experimentados, solo se que son verdaderos, llenos de amor puro y sincero, a quien le mostraría todo solo si ella lo supiera...

Aunque a veces digo:

-¿Ella, se fijaría en alguien así como yo? un chico... cursi, raro, y que le sudan las manos, no creo que ella lo haría, lamentablemente no lo haría, al menos ella no... -exclame frente al espejo-

Y es que mi optimismo bajo, no ayudaba... realmente no ayudaba, solo convertía mis mariposas en murciélagos que se devoraban mi felicidad en instantes, solo crecía tristeza y decepción en mi interior... esto sucedía siempre, o en mis momentos de "Amor no correspondido" en los que me ponía a llorar lamentando a verme enamorado, la verdad... esto no era fácil.

Era como pedirle a a tu director de la escuela que se retire, y el acepte sin argumentar o presentar una renuncia. significa que era muy complicado, y por mas que quería controlarlo, controlar esos sentimientos, estaban sobre mi, mostrando todo mi afecto hacia aquella persona, aunque trataba de decirle "No Naín, no puedes estar así ahora" no funcionaba para nada, solo causaba inseguridades en mi mismo.

Dejando de lamentarme, si me pongo a pensar... debería de darle una pequeña pista para que tenga en mente una duda:

-¿Acaso le gusto a Naín?

es lo que supuestamente ella exclamaría una vez que yo no esté presente, pero si soy un poco realista ella olvidaría lo que paso o en todo caso, lo tomaría como una "Broma".

de alguna manera te voy diciendo que yo siempre malograre toda ocasión en la que pude a verme declarado...

-¿Aun quieres que cuente mas sobre mi larga historia de romance adolecente? -reí suavemente-

Pues creo que si... 



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