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Toda mi vida busqué a esos ojos y voz que tanto me llamaban, que tanto deseaba ver. Hoy lo tengo frente a mi después de una larga plática que me ha abierto el panorama no solo de nuestra relación, sino de mi percepción a la misma. Aún me es difícil creer que lo tengo frente a mi, sobre todo por como es que nos conocimos.

* * * * *

Mis prácticas profesionales se han convertido en una parte demasiado importante, sobre todo por que he comenzado con labores pequeñas desde octubre que estoy aquí con Samuel, mi jefe, en el área de proyectos y administrativa, mi especialidad y de lo que me titularé en menos de 5 meses.

Por mi promedio, he logrado escoger de primeros lugares para un cupo en dónde sé que me podré desempeñar bien, claro que me he dado a la tarea de revisar la lista en más de una ocasión para así cerciorarme de dónde quiero pasar las siguientes 420 horas de mi vida. Tengo 22 años y después de 4 años de universidad, busco un espacio en el cuál desarrollarme, no solo como profesionista recién egresada, sino para poder ahorrar para los siguientes proyectos que ya tengo en mente con mi escueto plan de negocios.

Samuel me ha tratado más que bien desde que comencé a brindar mis servicios profesionales en esta empresa, estamos en búsqueda de una línea de producción para clientes empresariales a un menor costo. Estamos también trabajando en la cadena de suministro mucho más enfocada y en unos días presentaremos todo el proyecto ante la junta, incluido el Director y Gerente General de la editorial.

—¿Seguro que tengo que estar ahí Samuel? —digo nerviosa, su asistente para esta reunión y parte del equipo se encuentra de baja por maternidad, así que aprovechando la ausencia estoy yo haciéndome cargo de algo que me está dando pavor—, al final Liz regresará después de la incapacidad y yo ya no estaré.

—¿Dudas de tus capacidades Constanza? —pregunta él, viéndome fijamente.

—No, para nada, al contrario, es lo que quiero demostrar, pero yo me voy en menos de 1 mes que es cuando ella integra y es quien está a cargo de este proyecto...

—Por eso mismo, necesito que te quedes en mi, ya bastante precario, equipo, así que quiero que estés en esa junta para poder tener argumentos y hacer tu contratación mucho más sencilla Licenciada.

—Cuasi, en unos meses, pero aún no. Y gracias por confiar, quería tocar este tema contigo y agradezco el que me hayas dado la privacidad necesaria, al final del día eres tú quien toma estas decisiones ¿no? —digo bromeando.

—Connie, no cualquiera acepta venir a prácticas a esta editorial, el que me demuestres que estás interesada no solo en formar parte de mi equipo, sino seguir así de comprometida, me hace darte mi voto de confianza.

Me acerco y platicamos algunos detalles más, sé que ha sido una época difícil, se le han ido 5 personas de su equipo en los últimos 8 meses, quedándonos solo Liz, Samuel y yo como parte de mis prácticas, se ha cansado de cubrir vacantes y no ha dejado que recursos humanos le mande más personal hasta que este proyecto salga a flote y aunque me he sentido de vez en cuando conejillo de indias, la verdad es que con el trato y el trabajo que me ha dado todo se compensa. Platicando con amigas y compañeras, me he dado cuenta que si he hecho demasiado, mucho más de lo que yo misma me puedo imaginar y no puedo dejar pasar la oportunidad, sobre todo por lo que en mi curriculum inicial puedo poner. Ni el servicio social, ni las prácticas han sido fáciles, pero vaya que las he gozado. Por lo menos así he pensado menos en la mitad de tesis que me falta terminar y que estoy postergando para cuando toda esta agenda llena de actividades termine.

* * * * *

Estudio administración en la principal universidad pública de mi ciudad, Guadalajara, tengo 22 años y soy más chaparra que de una estatura promedio, tema con el que he lidiado toda mi vida, pero que ahora veo como una ventaja mientras más camino en tacones por esta ciudad. Soy hija única en una familia bastante particular, primos y tías son parte de mi día a día y mi unión compuesta de diferentes miembros hacen que nunca haya manera de que te aburras.

De tiempo parcial intento compaginar mi vida, aunque a vista de algunos no lo he logrado del todo, he ahí mi exnovio el cuál las últimas semanas asumió que no era importante en mi vida por el poco tiempo que pasábamos juntos. Aunque estuviera más preocupado por su trabajo que por mi, era yo la que debía de entender y dejar todo de lado para estar a sus tiempos, así que con el corazón destrozado preferí alejarme, en primera por mi y segunda porque me costó demasiado tomar decisiones en el pasado para volver a permitir que mi voz se vea apagada por una relación. Supongo que por eso trabajo tan duro, buscando cubrir ese vacío que hasta hace poco no conocía.

—Mañana me llevaré el carro, no sé a que hora termine la reunión y por primera vez no puedo darme el lujo de llevarme todo en el autobús.

—¿Pero desde temprano? —pregunta mi mamá. Es el automóvil familiar, dado que el trabajo de mi papá es demasiado cerca, así que no lo utiliza tanto. Solo para emergencias e ir a cenar.

—No, llego aquí a la casa, tengo hora libre, me cambio y me voy, necesito arreglarme y poner orden con lo que me voy a llevar.

—Quiero que le lleves a Samuel un regalo una vez que o te contraten o termines las prácticas, porque se ha portado muy amable bien contigo —pronuncia mi madre, siempre quiere llenar de regalos a las personas que hacen cosas lindas por mi.

—Sí, yo también lo he pensado, pero eso lo discutimos acercándose la fecha. Necesito terminar cosas, tengo que ir con la Maestra Erika, entregarle mi avance. Tengo demasiadas cosas que hacer que me duele la cabeza.

—¿Pero y si vamos al cine? —dice mi prima Clarisa, quien vive con nosotros desde que sus papás se separaron, dado que mi madre siempre ha cumplido el papel de la suya desde que tengo uso de razón—. Estoy igual de estresada que tu y ya dejé de pensar, tengo media hora con un párrafo que no termino de escribir, sé que igual que yo necesitas distraerte, vamos, ¿sí?

—Me leíste el pensamiento —digo para poder aceptar y no cambiar de opinión con todo lo que tengo que hacer.

Le informamos a mi mamá, voy y tomo mi bolsa con las cosas esenciales y salimos de casa. La plaza comercial a dónde vamos al cine está cerca, es línea recta casi y por el tráfico de esta ciudad no vamos en carro, sino que tomamos el autobús. El proceso es mucho más sencillo y así podemos caminar.

Tenemos oportunidad de platicar, de decirle mis miedos, a pesar de que ella está terminando la tesis y yo apenas voy en ese proceso, estamos preocupadas por lo mismo la vida, el futuro, lo que queremos y no hacer. Realmente no puedo sacarme de la cabeza mis proyectos personales en conjunto a los profesionales.

—Todo va a estar bien mañana, es un buen día, es un excelente pretexto para conocer a ese misterioso jefe.

—¿Te das cuenta que llevo 5 meses y ni idea de quien es?

—No me extraña, así son los directores importantes de este país.

Ambas reímos mientras vamos a la parada del autobús, claramente esa chispa de dopamina es todo lo que necesito para todo lo que al día siguiente se presentará.

AL FIN TE ENCONTRÉ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora