Capítulo 4: Comienzo

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Paola Verónica Brown, una chica muy apasionada por todo lo que rodea su vida, tiene una infancia única e inigualable, su mejor amiga es una niña que le gusta pensar en grande y en el amor, pero dejando eso de un lado a esta niña le gusta los estudios, estamos hablando de Alejandra una niña inteligente como ninguna otra, es la mejor amiga de Paola, sus padres no serán millonarios pero le complacen en todo lo que ella desee, lo mismo pasa con Paola pero esta es totalmente diferente puesto que ella desde su nacimiento ha tenido muchas cosas que Alejandra no ha tenido. Pero sus infancias fueron las mejores.

Paola desde muy pequeña ha despertado una inteligencia única e inigualable, desde sus 6 años comenzó a fijarse en la carrera de ingeniería eléctrica y pues sus padres al ver esto, quedaron impresionados, ya que no encontraban respuestas de como una niña de tan solo 6 años de edad fuese a fijarse en algo como esto, pasaron los días y cada vez Paola despertaba más su interés sobre esta materia, investigaba, leía libros, pasaba horas estudiando para tener el conocimiento de esta carrera.

—¡Paola!—Grita la infante

—¡Paola hija te llama Alejandra!—Dice la madre a su hija.

—¡Ah ya voy para afuera!—Responde mirando fijamente a su madre, mientras guarda el libro que estaba leyendo.

—¿Estudiando hija?—Pregunta la madre.

—¡Sí!—Responde sin lujos ni detalles.

—¿Ingeniería eléctrica?—Pregunta de forma directa a su hija.

—¡Si mamá, estaba estudiando ingeniería eléctrica!—Responde de forma irónica y suspirante.

Minutos después, Paola fue a ver a su amiga Alejandra, estas se sentaron en la sala y estando en la sala como en ese momento se encontraban solas...

—¡Paola, hoy vi a un niño y es súper bonito!—Cuenta Alejandra con alegría a su amiga.

—¿Y qué pasó?—Le pregunta de forma directa a Alejandra.

—¡Pues no me lo vas a creer!—Responde ella en gritos de alegría.

—¿Qué paso?—Vuelve a hacerle la misma pregunta.

—¡El niño me miró fijamente a los ojos!—Responde lo que había sucedido.

—¿Y tú que hiciste?—Pregunta sorprendida.

—¡Pues nada!—Responde de forma natural y tranquila.

La respuesta dada por Alejandra a su amiga Paola no la convenció del todo, tanto así que esta le pregunta:

—¿Es enserio?, o ¿Me estás jugando una broma?—Le hace 2 preguntas de forma seria y persuasiva.

—¡Si es enserio!, ¿Qué querías que hiciera?, ¿Qué lo hubiese llamado?—Responde de manera alterada, mientras hace 2 preguntas de forma indirecta y cortante.

—¡Por lo menos hubiese querido haber escuchado, nos besamos!—Responde Paola de manera picara y morbosa.

—¡Ay no como crees!—Escupe mientras reprocha lo que dijo su amiga.

—¡No te pongas así, es solo un juego!—Explica ella a Alejandra.

Minutos después de estar ellas conversando muy a gusto, la madre de Paola llama a ambas para que vayan a comer helados, inmediatamente se levantaron de los muebles y se dirigieron a la cocina.

Estando en la cocina comiendo helados, la madre de Paola, le pregunta a Alejandra:

—¡Ale!—Menciona el nombre de la chica en corto.

—¿Si dagame?—Pregunta confundida a la señora.

—¿Qué te gustaría estudiar a ti cuando seas grande?—La persuade con una pregunta algo fuerte y contundente.

Perdida en tu mundo: Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora