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Desperté con el timbre del celular de Ovidio. Contesto la llamada y se le cayo la sonrisa.
Ovidio:"Si yo te la paso."
Me dio el celular y lo tome.
Yo:"Bueno?"
Rodrigo:"Hola fresa."
Su voz se escuchaba un poco triste.
Yo:"Hola, qué pasó amor?"
Sonó un suspiro fuerte de su lado.
Rodrigo:"Me lo quito. Se llevo al niño y la encontré pero no se lo pude quitar. Esta con el papá del niño. Y van a formar una familia. Y hablé con ella pero le ofrecen algo que yo no puedo."
Se escuchaba su voz un poco quebrada.
Yo:"Que le pueden ofrecer que tu no amor?"
Suspiro más fuerte y sentía su dolor.
Rodrigo:"Le van a ofrecer seguridad. El bebe va a estar seguro con ellos. No le va a faltar nada, crecerá con un papá y una mamá y sin peligro."
Sentí un nudo en la garganta.
Rodrigo:"Lo hable con mi mamá y ella piensa que es lo mejor, y me duele el corazón."
Tenía mis ojos llenos de lágrimas.
Sentí unas lágrimas rodar.
Yo:"Lo siento mucho amor, quizás puedas verlo algunos días? No te lo puede quitar así nada más."
Rodrigo:"Ella es su mamá y el su papá yo no puedo hacer nada."
No sabía que decirle para mejorar la situación.
Yo:"Lo siento mucho amor."
Rodrigo:"El estará mejor aya, solo quería avisarte eso. Que te han dicho del hospital?"
Yo:"Pueda que mañana me dejen ir a casa. Solo estoy esperando a que papá tenga lista mi casa."
Rodrigo:"Yo voy en camino a Culiacán llegaré en una o dos horas más y iré al hospital para verte. Ahorita le marco a tu papá para preguntar y si no está lista te puedes quedar conmigo."
Yo:"Suena perfecto amor."
Rodrigo:"Bueno, te veo pronto fresa."
Nos desprendimos y colgué la llamada.
Ovidio:"Ya viene de regreso?"
Asentí que si. Ya quería verlo para poder abrazarlo.
Ovidio:"Arreglare mis cosas para irme cuando llegue."
Yo:"Porque te irás?"
Ovidio:"Ya no seré necesitado aquí."
Me quede callada y empezó a rejuntar las cosas que había traído.
Sabía a que se refería pero no encontraba cómo explicarle que no era así.
Yo no podría corresponder los sentimientos de Ovidio. Es cierto que lo quiero mucho pero no como el quisiera. Solamente lo miro como un amigo.
Termino de juntar sus cosas y se sentó en el sofá.
Yo:"Ovidio yo te quiero mucho, pero no de la forma en que tu quieres."
Ovidio:"Eso no es cierto Reyna, yo veo la manera en que me miras. Quizás no lo quieras admitir ahorita porque estás cegada por Rodrigo pero yo si lo miro."
Negué mi cabeza.
Yo:"Quiero conservar nuestra amistad cómo está, yo no correspondo tus sentimientos."
Ovidio:"Honestamente no me importan tus palabras, yo veo lo que está en tus ojos. Y siempre te voy a esperar, algún día te darás cuenta que en realidad si me quieres de otra forma. Pero por ahora seré tu amigo."
Salió del cuarto cuando entró una enfermera a revisarme terminando la conversación ahí.
Paso un poco más de una hora cuando entro Rodrigo por la puerta silenciosamente.
Rodrigo:"Aún no te duermes chaparra?"
Negué mi cabeza y me regalo una media sonrisa.
Se acercó a mi lado y cuidadosamente me dio un abrazo. Plantó un beso en mi frente y después uno en mi boca. Tuvimos un beso lento que aceleró mi corazón y me hizo sentir mariposas.
Soltamos el beso para retomar nuestro aliento y le sonreí.
Yo:"Te extrañe mucho amor."
Rodrigo:"Yo también te extrañe vida mía."
Se sentó enseguida de mi cama y tomo mi mano entre la suya dándole un beso.
Rodrigo:"Hable con tu papá y dice que ya está lista tu casa. Mañana cuando te den de alta te llevaré."
Yo:"Te quedaras conmigo?"
Rodrigo:"Claro que si vida. Voy a estar para ti siempre."
Nos dimos otro beso y se levantó de la cama.
Rodrigo:"Y Ovidio?"
Yo:"Creo que se fue a su casa."
Asintió que si y se levantó de mi lado y me tapo con la cobija. Después se recostó en el sofá reclinable.
Rodrigo:"Ya es tarde amor, hay que dormir para irnos los mas temprano mañana."
Asentí que si y me sonrió antes de apagar la luz.
——
Desperté al día siguiente con un ramo de flores a mi lado. Uno gigantesco de rosas rojas y rosas.

Con un papelito que decía: ~Para la fresa más hermosa~Mis mejillas ardieron y entró la enfermera a checarme una última vez

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Con un papelito que decía:
~Para la fresa más hermosa~
Mis mejillas ardieron y entró la enfermera a checarme una última vez.
Rodrigo regreso después de unos minutos con dos platos de comida.
Me recibió con un beso gigante antes de acercarme la mesita para almorzar.
Rodrigo:"Hable con el doctor y están terminando la papelería para dejarte ir. Como en una hora firmo y nos vamos muñeca."
Me alegra mucha poder salir de aquí ya.
La hora pasó rápido con Rodrigo a mi lado. Lo había extrañado tanto, le quise preguntar más sobre el bebe pero me pidió no hablar de eso por ahorita y acepte.
Cuando llegó la hora me ayudó a levantarme de la cama del hospital y me trajo un cambio de ropa.
Salió del cuarto en lo que me cambiaba con la ayuda de la enfermera.
Después me saco de el cuarto en silla de rueda. Nada mas saliendo del hospital me rodearon los hombres de Rodrigo. Subimos a una camioneta blindada y nos fuimos a conocer mi nueva casa. Era una casa grande y muy hermosa. Tenía muchos árboles alrededor y grandes ventanas. Se miraba un jardín en el pateo de atrás y una alberca. Me cargo Rodrigo para salir de la camioneta y entramos asi.
Todo era muy hermoso y me mostró la casa mientras me cargaba para no hacer esfuerzo con mi estómago. El patio no lo alcanza a ver pues ya me tenían que llevar al cuarto que instaló mi papá especialmente para que me curaran.
Me bajo en la cama que ya estaba ajustada para mis necesidades y ayudó a conectar mi suero y demás aparatos que le había enseñado la enfermera cómo hacerlo.
La enfermera llegaría en unos días así que por el momento me cuidaría el. Rodrigo sabía más o menos que hacer pero al igual tendrían un doctor cerca las 24/7 para emergencias.
Me dio un beso en la frente.
Rodrigo:"Te tengo una sorpresa vida."

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