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PUNTO DE VISTA DE RODRIGO
Cada palabra que decía mi muñequita me rompía el alma. Pero era verdad. No había nada más que eso. Viendo tanta tristeza y coraje en sus ojos y sus facciones perfectas me rompían el corazón. Hasta que ya no, sus ojos se apagaron de un momento. Cayó al suelo. Nadie tuvo el tiempo de detenerla. Fue demasiado rápido. Me arrodillé lo más rápido que pude y tome su cabeza entre mis manos sintiendo mojado. Sangre. Me quite la camisa enrollándosela en la cabeza para detener el sangrado mientras que Ovidio abrió la puerta de la camioneta en donde venían y se subió atrás con ella. Tomo sus mejillas y vi la preocupación en su rostro, el también la quería. Me subí a manejar mientras veía a Tachio pálido en el asiento de copiloto. No supe ni qué tan rapido iba, ni cuanto tarde en llegar al hospital. Todo lo que pasaba por mi mente eran sus palabras y verla caer al suelo y después su sangre en mis manos. Para cuando llegamos al hospital la camisa blanca que tenía Ovidio ya estaba llena de sangre. La bajo cargando y corrió hacia la entrada con Tachio y conmigo atrás de él. La subieron a una camilla al ver la sangre saliendo de su cabeza y se la llevaron dejándonos en la sala de espera.

PUNTO DE VISTA DE ATANASIO
Más de una hora llevamos en la sala de espera y veía a doctores y enfermeras pasar pero nadie con información de mi carnalita.
Ninguno de los tres había hablado. Los nervios me estaban matando, no podía pensar en otra cosa más en lo qué pasó. Quizás si la hubiera detenido desde un principio. O quizás si hubiera reaccionado más rápido al verla desmayarse. Siento mucho coraje hacia Rodrigo ahorita pero no nos va a ayudar a resolver nada. Le avisé a mi apá en la primera media hora lo que había pasado pero aún no se podía arrimar por el bien de todos.

PUNTO DE VISTA DE OVIDIO
Todo fue demasiado rápido, como se acercó diciendo todo lo que tenía por dentro. Se desmayó y cayó y ninguno de los tres reaccionó rápido para rescatarla. Me preocupa que ya pasó una hora y no nos han dicho nada. Quiero pensar que solo se abrió pero me preocupa que no no hayan avisado. Le mande un mensaje al Iván para que supiera qué pasó. Los tres sentados apartados mientras me desespero por tener noticias de mi Reyna. Justo en ese momento se acercó un doctor y los tres nos levantamos.
Doctor:"Familiares de Reyna."
Los tres nos acercamos y el doctor empezó a ver su portapapeles.
Doctor:"Al perder la conciencia y caer se pegó en una parte muy frágil del craneo, el hueso occipital, por eso mismo no se podía despertar. Le hicimos unos estudios pero aún no tenemos resultados. A los que podemos ver ahorita no hay fractura pero quiero ver cómo está su cerebro."
Yo:"Pero ella estará bien, verdad?"
Doctor:"Sabremos bien con los resultados, ella esta despierta ahora si quieren pasar a verla. Pero ya no le provoquen otro desmayo porfavor."
Atanasio:"Provocar?"
Doctor:"En el historial que tenemos un colega la había consultado, la diagnostico con síncope vasovagal. Situaciones estresantes van a hacer que se desmaye. No le den noticias fuertes ni nada por el estilo. Cuídenla mucho."
Atanasio asintió viendo de reojo a Rodrigo.
Fuimos hasta el cuarto donde estaba y Rodrigo se quedó afuera.
Atanasio:"Es por su bien Rodrigo."
Rodrigo asintió y solamente se sentó esperando afuera.
Rodrigo:"Solo preguntale que si puedo."
Atanasio dudo pero asintió. Entre junto a Atanasio para ver a Reyna. Tenia su cabeza vendada y tenía un suero directo a su vena.

PUNTO DE VISTA DE REYNA
Al momento que volví a entrar en razón tenía un tremendo dolor de cabeza especialmente en la parte de atrás. Estaba en una bata de hospital y me sentía muy confundida. La enfermera al ver que abrí mis ojos se me acercó con una sonrisa y me empezó a explicar que sufrí un golpe pero que todo iba a estar bien que no me preocupara. Me checo mis signos vitales y me trajo unas pastillas. Salió con un portapapeles avisándome que vendría de nuevo más tarde. Moví el control de la cama hasta quedar media sentada y mire a mi alrededor.
Pasaron como 10 minutos cuando vi que entro Atanasio y Ovidio al cuarto. Sonreí poquito al verlos y Atanasio me sonrió también.
Me abrazo cuidadosamente y le dio un beso a mi frente.
Atanasio:"Nos tenías muy preocupados carnalita."
Yo:"Lo siento mucho, fue de repente."
Ovidio:"Lo bueno es que estás bien, y que vamos a estar aquí contigo."
Atanasio:"Si hasta que te den de alta."
Yo:"Cuando me dan de alta?"
Ovidio:"Pues están esperando algunos resultados. Pero no te preocupes todo estará bien."
Asentí que si y mi estómago gruño.
Atanasio soltó una risa y justo entro una enfermera con un carrito con comida. Dejo un plato sobre la mesita enseguida de la cama. Salió de nuevo y Ovidio tomó el plato acercándose más a mi. Atanasio se sentó a moverle a la tele y Ovidio me puso el plato enfrente para que comiera.
Comi aunque hubiera preferido mil veces unos tacos porque no sabía tan buena la comida.
Al terminar de comer Atanasio aclaró la voz.
Atanasio:"Hermanita, hay alguien afuera que quiere pasar a verte. No tienes que hacerlo solo me pidió que te lo preguntara."
Me quede callada sabiendo quien era.
Yo:"No creo poder ahorita."
Atanasio asintió y salió dejándonos a mi y a Ovidio.
Ovidio:"Mande traer unas cosas con Iván para que no te aburras aquí. No a de tardar en llegar."
Yo:"Me ayudas a levantarme? Es que quiero ir al baño."
Ovidio:"No creo que puedas deja checo con la enfermera."
Salió Ovidio a buscar a la enfermera y en su lugar entró Iván con flores y globos.
Iván:"Ya llegó por quien lloraban."
Me reí y Iván sonrió dejando las flores a un lado junto con los globos. Saco la mano de nuevo y tomo una maleta de no se donde y la metió. De ella saco una cobija súper suavecita con forma y apariencia de una tortilla. Un peluche de dumbo, la laptop de Ovidio y un celular. Mi celular.
Yo:"Muchas gracias Iván, por las flores y las cosas."
Iván:"No es nada, Ovidio me pidió que las trajera. Pero yo vengo a ser la distracción así que mejor dime que es lo que quieres hacer."
Yo:"Del baño *risa* así que ayúdame a levantarme."
Sin pensarlo dos veces me ayudo a pararme me sostuvo en lo que camine hacia el baño y me espero afuera en lo que hice. Cuando salí del baño ya estaba una enfermera joven regañando a Iván por hacerme caso. Me acostaron de nuevo en la cama y la enfermera pidió que salieran y que fueran a sala de espera pues iban a hacerme otros estudios. Cuando me sacaron del cuarto de nuevo en la silla de ruedas lo vi retirándose, a Rodrigo. Aún con tristeza en mi alma alcancé a ver por un micro segundo su cara igual a la mía y siguieron empujándome en la silla.

Vieja FresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora