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Mi mente aún no comprendía lo que pasaba. Y Rodrigo me miro con cansancio y delicadamente quito las agujas que tenía conectada a mi y los demás aparatos. Se volteó en lo que me baje de la cama y me cambié rápido. Me sentía un poco mareada pero necesitaba ser rápida. Respirando profundo como me mostró el doctor cuando sentía mareos y tome la laptop de Ovidio y las cobijas. Lo más rápido que podía salimos de mi cuarto donde ya estaban algunos miembros que había visto antes con Rodrigo esperando afuera del cuarto. Formaron un tipo escudo alrededor de mi mientras Rodrigo me mantenía caminando agachada. Sentía mi corazón latir fuerte contra mi pecho y cada vez se aceleraba más. Por la puerta de atrás salimos, el equipo tomo el frente y yo y Rodrigo nos fuimos atrás. Era madrugada y una neblina espantosa rodeaba.
Yo:"Necesito hablar con mi hermano."
Rodrigo mirando hacia todos lados cuando salió de la nada y nos chocó atrás.
Ántrax 1:"Son los contrarios."
Rodrigo empezó a gritar órdenes mientras el que manejaba le piso hasta el fondo. Empecé a respirar más fuerte cuando Rodrigo volteó a verme y me agacho entre el espacio de los asientos.
Rodrigo:"Todo estará bien, si? Ahora respira profundo y quédate con noso-."
Detuvo su oración cuando su brazo recibió un impacto de bala. Unos cuantos dedos arriba de su codo.
Rodrigo:"Verga, me dieron."
Una persecución entre balas, la mano izquierda de Rodrigo venía herida pero con la derecha iba dando pelea. Creo que la voz se corrió con los muchachos de que tuvimos una emboscada pues el radio no dejaba de sonar.
Ovidio:"Verga alguien conteste. Están bien? Vamos ya en camino."
El radio se le había caído a Rodrigo y mientras aún disparaban lo tome.
Yo:"Aquí estamos *disparos* fue una emboscada. No alcanzó a ver en donde estamos."
Ovidio:"Están bien?"
Yo:"Chino viene herido y el copiloto no reacciona."
Ovidio:"Todo va a estar bien. Ya vamos para aya."
El radio se cortó y en una ola de valentía tome el arma de arriba del asiento. La recargue contra mi y corte el cargador. Por la ventana enseguida de mi me asomé tirando hacia la troca atrás de nosotros.
La buena suerte me acompañó pues en lo que tire le di a una llanta de enfrente. Me metí rápido y se escuchaba como perdían el control.
5 camionetas más arribaron en ese preciso momento. Los chapitos. Un equipo se acercó a rematar a la troca que había perdido el control.  Volteo con Rodrigo que sostenía su brazo mientras la sangre brotaba. De la ropa que me habían llevado tome una blusa y la amarre alrededor de se brazo.
Yo:"Todo va a estar bien. Ahorita te llevamos al hospital."
Rodrigo:"Denle para el rancho."
Alguien llego del lado de mi puerta y la abrió. Me tomo en un abrazo y me quito el arma.
?:"Estas bien?!"
Levantó su capucha y era Ovidio.
Asentí que si y vi que a Rodrigo lo estaban sacando de su lado. Nuestro copiloto había perdido la vida. Ovidio se quitó su chaleco antibalas y me lo puso a mi mientras me agacho en lo que llegábamos hasta una de las camionetas. Ya adentro de la camioneta todo pasó demasiado rápido. Para cuando reaccione estábamos en el rancho de Rodrigo.
Ovidio:"Estás bien?"
Yo:"No me siento bien."
Ovidio:"Que tienes?"
Yo:"Quiero hablar con mi hermano porfavor. Ya no quiero estar aquí."
Ovidio:"Como que no quieres estar aquí?"
Yo:"Me encanta estar con ustedes pero ya no quiero sentirme así, siempre con miedo."
Ovidio me abrazo fuerte contra el.
No me dijo nada cuando me entregó su celular y le marqué a Atanasio.
Atanasio:"Que hay ratón qué pasó?"
Yo:"Soy yo mano, hubo una emboscada y tengo mucho miedo. Ya no quiero estar aquí."
Atanasio:"Estás bien? Qué pasó?"
No pude evitar llorar con todo lo que sucedió.
Ovidio tomó el celular mientras explicaba brevemente que había sucedido.
Me regreso el celular y lo puse junto a mi oído.
Atanasio:"Regreso a casa mañana hermanita. Mañana nos iremos, esta bien?"
Yo:"Si porfavor, cuídate mucho."
Atanasio:"Me tengo que ir pero todo estará bien. Te marco después. Vas a estar bien con los muchachos."
Yo:"Adiós hermano."
Colgó la llamada y Ovidio me volvió a envolver en un abrazo."
Ovidio:"Quieres regresarte a mi rancho?"
Yo:"Si pero quiero ver que Rodrigo esté bien."
Asintió que si mientras me guiaba hacia la casa.
Entramos y lo primero que se escuchaba eran los quejidos de Rodrigo. Subimos las escaleras y entramos a su cuarto. Lo tenían sujetado a la cama mientras intentaban sacar la bala de su brazo con unas pinzas.
Me acerqué yo con los ojos llorosos mientras que me pasaban las pinzas. Sostuve su antebrazo y delicadamente introduje las pinzas  en el orificio que hizo la bala.
Rodrigo forcejeó con los muchachos y sentí que las pinzas toparon en algo duro. A cómo pude la agarre y la empecé a sacar intentando no topar con nada más en su brazo. Ya que estaba afuera la bala le echaron alcohol encima de la herida haciendo que forcejeara más fuerte. Con una aguja y un hilo después de asegurar que estaba limpia la herida lo cosí. Le vendamos el brazo y le dieron pastillas para el dolor.
Rodrigo:"Muchas gracias."
Yo:"Me voy a retirar, no puedo estar aquí más."
Rodrigo asintió.
Yo:"Cualquier cosa me avisan porfavor."
Los muchachos asintieron y Ovidio me guío hacia afuera.
El camino hacia el rancho de Ovidio fue igual de rápido. 
Cuando me di cuenta Ovidio ya había abierto la puerta de la camioneta. Me baje mirando hacia abajo y Ovidio con su mano en mi espalda me guió hasta adentro.
Ovidio:"Sube a recostarte si quieres. Te voy a hacer un té. O quieres bañarte para ver si te relajas?"
Yo:"Creo que me voy a bañar. Me prestas ropa?"
Ovidio:"Claro que si."
Me guío hasta su cuarto y me dio un cambio de ropa.
Ovidio:"Puedes bañarte aquí si quieres."
Solo asentí y salí del cuarto. El cuarto de Ovidio era más grande que el que me habían prestado en esa ocasión. Entre a su baño y vi que tenía una bañera de cristal y una tina de baño en medio de el cuarto de baño. Entre a la regadera y pronto se empañó todo el cristal. La sangre que estaba seca en mis manos había desvanecido. Tome mi tiempo bañándome y cuando termine enrollé mi cuerpo en una toalla.
Me cambie y salí al cuarto. Había una taza de té aún tibia en el buró enseguida de la cama. Me senté en la cama y empecé a tomar el té. Me sentía un poco mejor ahora.
De rato entró Ovidio ya vestido normal. Me dio una media sonrisa y tomó su paquete de cigarros de el peinador guardándolo en el cajon.
Ovidio se recargó contra el marco de mi puerta.
Ovidio:"Como te sientes?"
Yo:"Mucho mejor, muchas gracias Ovidio."
Camino hacia la cama y se sentó enseguida de mi.
Ovidio:"No agradezcas, siempre voy a estar para ti Reyna."
Me dio un abrazo fuerte y nos quedamos cerca.
Nuestros alientos se mezclaban y estaba tan cerca su boca de la mía.
Sin pensarlo dos veces Ovidio junto nuestros labios en un beso cálido. Le continué el beso, sus labios eran tan suaves moviéndose a la perfección junto a los míos. Acercó su mano a mi mejilla y la acarició suavemente.

Vieja FresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora