Chip y Dale

Pequeño Regalo

Espero que les guste~

Dale sonrió enormemente, feliz de tener a sus viejos amigos todos reunidos en un solo lugar. Sus cumpleaños siempre habían estado llenos de fiesta y bebida, despertándose muy tarde al día siguiente, sintiéndose perdido y con una fuerte resaca. Este año era diferente, ahora tenía a sus viejos amigos de vuelta y había decidido a hacer algo privado entre ellos, juntándose en su casa para comer. Era mucho mejor que las locas fiestas del pasado al decir verdad, era genial tenerlos a todos de vuelta y pasar su día con ellos, eso lo hacía mucho mejor.

Sintió un toque en su hombro y fue rápido en voltearse, sonriendo al ver a Chip allí pero antes de siquiera poder abrir la boca para decirle lo que sea, el mayor se movió, acercándose. Los ojos del menor se abrieron con asombro cuando la nariz negra se apoyo suavemente contra su rojiza. Fue un gesto, uno muy simple, uno que para otros debía parecer una tontería o un simple beso esquimal pero para ellos dos era algo mucho más. Era un gesto de cariño que ambos habían tenido desde que eran niños, una manera de decirle al otro que todo estaría bien y que estaría a su lado todo el tiempo que necesitará. Los ojos celestes se llenaron de lágrimas llenas de emoción, una lenta y gran sonrisa dibujándose en su rostro, viendo con pura alegría y cariño a su mejor amigo, quien ya había retrocedido.

-Feliz cumpleaños, Dale- Chip sonrió ligeramente, haciendo el amague de dar unos pasos hacia atrás, solo para que unos brazos rodeando su cintura se lo impidieron.

-¡Chip Chip!- chillo el menor, abrazándolo con todo el entusiasmo del mundo, sin importarle lo llorosos que debían verse sus ojos. Estaba muy feliz, así que el resto no le importaba. -¡Es el mejor regalo del mundo!- lo había extrañado tanto.

-No fue el regalo que te traje- Chip enarco una ceja, divertido ante la alegría ajena por causa de aquel gesto que no habían hecho en mucho tiempo. Se decidió por apoyar sus manos en los hombros ajenos, ya sabiendo que su amigo no lo solitaria muy pronto.

-¡Igual es el mejor!- rio, apretando ligeramente su agarre. -Otra vez~- se inclino apenas pero sin acortar por completo la distancia, su cola moviendo con ánimo y anticipación.

-Solo por ser tu cumpleaños- se inclino, apoyando suavemente su nariz contra la ajena, su cola moviéndose un poco más rápido de lo normal.

El resto de los presentes sólo los miraron, divertidos y cariñosos, la única femenina entre ellos sacándole una foto. Era lindo ver a ese par nuevamente juntos.