Capítulo 9.
MATTHEW
Mindy tan pronto se terminó de arreglar nos fuimos, ambos sin casi mirarnos y menos intercambiando palabras de más. Cada uno fundiéndose en su propio silencio, ignorando todo lo que acaba de pasar.
Los dos llegamos a la disquera y nos bajamos una vez que dejo estacionado el auto. Ella mantiene el paso a un lado, resonando con sus tacones cada paso, como siempre hace. Yo, con mi cara seria de siempre, siendo siempre mi fuerte, me mantengo distante en todo el recorrido.
Hoy me levanté con un humor de la mierda, quizás sea porque recordé que en la tarde tengo que reunirme de nuevo con el doctor Clifford, para una de la sesiones matutinas. Recuerdo la sesión anterior y se me retuercen las entrañas. El sentimiento de fastidio predomina en mi sistema puesto que no quiero volver a escuchar esas preguntar rutinarias y ese interés tan falso que conlleva todo.
..."No digo que le cuentes todo, simplemente habla con alguien de tu día a día. Te puede ayudar. No siempre es bueno guardarte todo para ti mismo".
Las palabras de Marie llegan a mi conciencia, fastidiándome más. No necesito contar nada a nadie porque estoy bien y no tengo ningún problema. Mi único problema es que, mi madre por ser mi madre, ya todo el mundo piensa que estoy mal.
Estoy de maravilla.
Si, de maravilla. Maravillosamente de la cagada.
Cuando ya llegamos a la recepción y la chica de lentes nos dice dónde queda la oficina luego de que Mindy preguntara, sin dejar de mirarme. Ni me molesto en saludarla. Solo voy lo más rápido que puedo a esa bendita oficina del carajo, para terminar con esta desgraciada reunión de una buena vez.
¿Se nota el buen humor? Qué bien, ni me importa.
Una vez hemos llegado a la oficina, somos recibimos por el manager de la banda, Walter. ¿Soy yo o tiene nombre de conserje?
—Un placer tenerlo aquí, señor McClaren —estrecha su mano con la mía, animadamente, sin dejar de sonreír.
Saco a relucir mi lado profesional, que deja escondido cualquier rastro de antipatía que podría demostrar. Finjo una sonrisa mientras estrecho su mano.
—El gusto es mío —respondo, cordialmente.
Walter procede a saludar también a Mindy una vez se da cuenta de su presencia y esta le responde de igual manera. Los tres procedemos a sentarnos para mayor comodidad.
—Tengo entendido que usted quiere que la banda toque en su fiesta, ¿estoy en lo correcto? —acomoda sus lentes los cuales parecen tener el suficiente aumento como para que sus ojos se vean un poco más grandes de lo normal.
Cruzo mis piernas y entrelazo mis manos encima de mi estómago.
—Así es —respondo.
—Bueno, solo tengo que decirle que los chicos viajarán hoy a Australia para presentarse, y aproximadamente, se quedarán unos cuatro días.
—Pues perfecto, porque así llegarían el viernes y la fiesta es el sábado.
—La cuestión, señor McClaren, es que la banda no hace conciertos privados a no ser que sea sumamente importante. Lo que nos llevaría al punto de las ganancias.
Perfecto, ya pasamos a hablar de dinero. Que rápido.
—De eso no se preocupe que se le pagará lo que usted acuerde y, además, la empresa les obsequiará un presente para cada integrante. Incluyéndolo a usted —aclaro, de manera persuaciva.
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Repulsivamente limpio
Teen FictionTrastorno obsesivo compulsivo: es una condición en la que la persona tiene pensamientos, imágenes o ideas intrusivas. Se relaciona con la ansiedad y pueden asociarse sensaciones de angustia, temor y estrés continuado.