Capítulo 8.
MINDY
-¿Y entonces qué pasó? ¿Te dijo la razón? -pregunta Jenny, mientras abre la puerta de la oficina para seguir con nuestro camino al elevador.
-No, solo se fue y ya -respondo, aún analizando la situación.
Desde la tarde, que pasó lo que pasó con McClaren, he quedado en un estado de extrañeza diez mil, porque, ¿es normal que de repente tu jefe se ponga a discutir contigo sobre las creencias solo porque tienes un collar de un santo que nada tiene que ver con el trabajo y que solo es un collar simple y para nada llamativo? No lo creo.
De verdad que fue muy extraña su reacción, aún sigo analizando el porqué de su comportamiento. O es que si es de mente muy cerrada o es que está completamente loco.
Capaz y es la segunda.
-¿No será que tiene algún recuerdo malo que se enlaza con ese santo? ¿Y si tiene un pasado oscuro y tiene algo que ver con ese santo? ¡Tipo los chicos de las historias que lee mi hermanita! -exclama, entusiasmada.
Yo solo la miro raro.
-¿Tienes una hermana?
-Sip, -presiona el botón del elevador- tengo, en realidad, cinco hermanos, pero todos viven en Vancouver. Toda mi familia es de Vancouver. Yo solo vine porque me ofrecieron el puesto que tengo ahora aquí en la empresa, pero de vez en cuando voy a Vancouver y los visito -relata más de lo debido, con emoción.
-Vaya -es lo único que logro decir, impresionada.
El elevador llega segundos después de haber sido llamado. Ambas nos subimos y ya estaban por cerrarse las puertas cuando de repente:
-¡Hey! ¡Paren el elevador, por favor! -una voz masculina se hace notar.
Jenny se apresura a presionar el botón que impide que las puertas se cierren y estas se vuelven a abrir de par en par. El dueño de la voz casi al instante aparece delante de nosotras, respirando agitado y con una sonrisa de disculpa.
Yo abro los ojos hasta el tope con ganas de volverme invisible. La vergüenza, tras recordar lo que pasó, me pasa factura y el rubor de mis mejillas deja de ser artificial.
Joshua repara en mi presencia y sonríe amplio.
-¡Pero mira a quien me acabo de encontrar! -dice entrando, haciendo que las puertas cierren casi que al instante-. Pensé que no te volvería a ver, a pesar de trabajar en el mismo lugar.
Yo solo suelto una risa tímida.
-¿Se conocen? -inquiere Jenny, arrugando las cejas.
-Algo así -le respondo.
-Nos conocimos hace unos días, en la máquina expendedora.
Dejo de respirar al escuchar lo último, pero él no añade nada más. Solo me comparte una mirada de complicidad.
-Por cierto, nunca me diste tu número -recalca, mirándome muy atento.
-Ya vas a empezar tú con tu intensidad -Jenny rueda los ojos.
-¿Por qué siempre te gusta hacerme quedar mal?
ESTÁS LEYENDO
Repulsivamente limpio
Teen FictionTrastorno obsesivo compulsivo: es una condición en la que la persona tiene pensamientos, imágenes o ideas intrusivas. Se relaciona con la ansiedad y pueden asociarse sensaciones de angustia, temor y estrés continuado.