Capítulo 2.
MINDY
«1. Siempre estar limpio y presentable.
2. Jamás entrar a la oficina sin permiso. Si necesita entrar deberá tocar primero, y esperar que se le dé el respectivo permiso de entrar.
3. Todas las llamadas deberán ser contestadas diciendo: "se ha contactado con la oficina del señor McClaren, ¿qué se le ofrece?"
4. Siempre atender a cada llamado que tu jefe te hace.
5. Si tu jefe te pide un café deberás usar guantes al momento de prepararlo.
6. Siempre decir "si señor" a todo lo que te pregunte o diga. Y nunca te quejes o te opongas a algo.
7. Todo el tiempo presentar una actitud profesional.
8. Asistir a cada reunión, sin falta, de temas sobre la empresa.
9. Tener cada día el correspondiente horario para tu jefe.
10. Mantente atenta a cada detalle que se trate de trabajo.
Atentamente, la gerencia.»
Termino de leer y juro por todos los Pokemones, los cielos y las hamburguesas de McDonald's que ahora tengo más ganas de arrancarle los ojos. ¿Es en serio? ¿Hacer café con guantes puestos? ¿Decir 'si señor' a todo lo que me diga? ¿En donde estamos? ¿En la milicia?
No puedo creer que haya hecho estas reglas absurdas. Son más estúpidas, absurdas y bobas que la canción de los pollitos, o sea, ¿los pollitos dicen pio pio? ¿Qué más van a decir? ¿Oink oink? No, porque ese ya sería un cerdo. Con tal, a lo que quiero llegar es que ahora tengo unas tremendísimas ganas de tomar esa estúpida hoja, con esas estúpidas reglas y botarla en la jodida papelera.
Aparte, ¿por qué mierda tengo que hacer café con guantes puestos? ¿Acaso tengo cara que dice 'estoy enferma y si te toco te voy a contagiar'? Que cosa más estúpida y ofensiva he leído en esta vida, o sea, ¿quién se cree? Ni la Reina Isabel haría algo tan ridículo.
Tengo tantas ganas de, de, de...
De repente, un sonido me hace volver a la realidad, haciendo parar mis pensamientos sedientos de maldad. Busco al causante y me encuentro con el teléfono. Los nervios se desenvuelven en mi interior, porque se podría decir que yo siempre he tenido ese miedito a atender llamadas de números desconocidos. Sí, que irónico, porque tengo justamente un trabajo en donde debo hacer la mayor parte del tiempo eso, lo bueno, es que al tener que hacerlo, puede que ya se me quite ese loco miedo.
Tranquila, calma, esta no solo será tu primera llamada en contestar sino que también es un paso para empezar a hacer la cosas bien, pienso.
—Se ha contactado con la oficina del señor McClaren, ¿qué se le ofrece? Se ha contactado con la oficina del señor McClaren, ¿qué se le ofrece? —repito para mí misma, tratando de hacer sonar mi voz lo más amable posible. Bien, yo puedo.
Exhalo una gran cantidad de aire y, con valor, contesto la llamada.
—Se ha contactado con el señor McClaren y su oficina. ¿Ofrecerle a usted algo? —digo rápido. Espera... ¿Qué acabo de decir? Me doy una palmada en la frente por estúpida y torpe.
¿Profesionalismo dije? No queridos, esa fue otra persona, yo puede que carezca de eso. Entonces si no soy profesional, ¿qué soy entonces? ¿Hermosa cuenta? Yo creo que sí.
Torpe niña, torpe. No sé ni porqué tengo fe en ti.
Que bella mi conciencia, siempre diciéndome cosas tan alentadoras.
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Repulsivamente limpio
Teen FictionTrastorno obsesivo compulsivo: es una condición en la que la persona tiene pensamientos, imágenes o ideas intrusivas. Se relaciona con la ansiedad y pueden asociarse sensaciones de angustia, temor y estrés continuado.