Pensamiento profundo N°15

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"La tristeza y el enojo pueden hacerte conocer el lado perverso de tu mente y tus pensamientos más enfermos"
Jarvo-

Simone

La rabia y la tristeza aveces nos hace hacer locuras cuando esos dos elementos se unen, aunque sean muy distintos a la vista, son completamente iguales.

Porque la mayoría de las veces cuando una persona siente rabia o está molesto es a causa por un dolor mayor que le ocasionó ese estado, y como no sabe actuar de otra manera elige la molestia. Y así pasa exactamente con la tristeza pero de diferente forma.

Pero imagínense combinar esas dos emociones, ¿Que causaría?.. Si, un colapso emocional....¿Porque? Porque como dije anteriormente, son muy distintas pero iguales a la vez y eso es un tanto peligroso, esas influencias pueden llegar hacer algo desagradable en algunas ocasiones, pensar cosas que no queremos, y decir palabras horrendas que incluso a nosotros mismos nos sorprenden.

¿Pero que haremos cuando llegue esa pequeña etapa? ...Exacto nada, por qué estaremos cegados para entonces.

Es exactamente lo que me está pasando en este preciso momento, siento rabia y tristeza, es muy agobiante sentir esas dos cosas, no te hace pensar, medir tus palabras o actuar correctamente, solo haces lo que tu mente está consentrada en expulsar, no importa a la persona o a la cosa que le toque ese peso, solo lo sueltas y ya, no lo puedes controlar.

¿Pero porque esa persona tuvo que ser Edgar Roman?.

—¿Simone?..¿Que haces aquí?- pregunta el susodicho atrás de la recepción.

Intento ignorarlo y solo me regreso a donde vine para no estallar en frente de el.

—¡SIMONE!.. ¿¡QUE HACES!?.- me grita Edgar un tanto confundido.

Pero aunque se la pase gritando y llamando la atención de los subordinados a nuestro alrededor no le voy a presta atención, ¿Es lo mejor que hago no? Ignorar a todos... Pero aunque dije que cambiaría. Yo creo que este no es el momento adecuado.

Todavía no he salido totalmente de la recepción ya que el sitio es un poco grande.

cuando piso la salida, siento unas manos sujetarme la parte baja de los muslos para quedarme colgando a horgadas en su hombro.

¿Porque tiene la pésima costumbre de colocarme en esta posición?.

Veo de reojo que nos dirigimos a una de las habitaciones, ya que el lugar es abierto y se pueden ver las puertas al rededor, cuando menos lo espero ya estábamos dentro de una de ellas...y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba siendo arrojada a un colchón rechinante.

—¿Que carajos te pasa?. Pensé que ya habías dejado la esa costumbre de ignorarme- habla con cierta molesta.

—No es el momento Edgar- respondo entre dientes con la vista baja.

Veo que se pasa las manos por su suave cabello para después cambiar la acción por una mirada de frustración hacía mi persona.

—¡Nuca es el jodido momento carajo!, ¡Siempre es lo mismo contigo, jamás quieres hablar correctamente, siempre te alejas, ya hicistes esas cosas antes te lo dejé pasar, pero ya estoy cansado que lo hagas cuando ya estamos bien!.. bueno según yo- bajó un poco la voz mientras dice esas palabras.— Solo dime qué ocurre, no soy adivino, solo suéltalo ya no estás sola para ocultarlo.

Pienso en lo ocurrido muy desanima y cae una lágrima por mi mejilla (creo que ser fría, y contenerme tanto estos últimos años me a afectado las emociones de una manera arrolladora) dirijo la mirada a sus fascinantes iris verdosos, me levanto del colchón para ir hacia el.. cuando ya estamos frente a frente levanto mi mano para tocar su suave piel de su rostro, y aún con unas lágrimas saliendo de mis párpados pego mis labios a los de él con vehemencia, con desespero.

The cunning girl (la chica astuta)✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora