Capítulo 6

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Jace

A lo lejos por el pasillo, entre medio de un montón de alumnos que se habían girado a verla, la observo como con una expresión desinteresada en sus ojos verdes claros vuelve a darse la vuelta, moviendo sus ondulados cabellos negros sobre sus hombros. La chaqueta negra de cuero se adhiere a sus hombros y torso, al igual que sus pantalones negros de jean que se adhieren a sus carnosas y cortas piernas. Justo debajo de los jeans tiene unas botas negras, que solo ahora noto que tiene unos flecos que se mueven con cada paso.

Es hipnotizante hasta cuando la miro de espaldas.

- En verdad lo siento, hoy esta de mal humor – la voz de Tessa resuena en mis oídos y recuerdo que sigue aquí.

Los ojos verdes intensos de Tessa me observan triste, mostrándome una mueca de disculpa. Es fácil descifrarla gracias a sus expresiones que la vuelven tan trasparente, todo lo contrario, a Wendy. Aun me pregunto cómo es que son amigas.

- ¿Solo hoy? – Tessa ríe levemente – no pasa nada, no me rindo tan fácilmente ¿Algún consejo?

Veo a Tessa entrar en pánico y luego revolotear los ojos por el techo, rebuscando entre su cerebro.

- No sabría decirte, cuando nos hicimos amigas fue solo gracias a mi perseverancia e insistencia – Tessa voltea hacia la dirección en la que se dirigió su amiga, como si, aunque ya ha desaparecido entre medio de los alumnos y pasillos, aun pudiese divisarla – y entonces abrió ligeramente una puerta para que pudiese entenderla más, aun no la ha abierto del todo, pero hay periodos en el que me la cierra.

Los ojos de Tessa se apagaron repentinamente y su voz se volvió mas seria. Ya no parece la voz chillona de siempre, que parece sacada de un personaje de dibujos animados para niños. Ahora me está hablando Tessa: una chica de 17 años que es mas madura de lo que quiere hacer ver a la gente.

- Escúchame Jace – Tessa volvió a girarse a mi y noté un brillo diferente en sus ojos, algo se había encendido en ella – conozco los rumores, se como tratas a las chicas. No hagas lo mismo con Wendy. Si quieres tratarla como a las demás es mejor que te retires.

La piel se me puso de gallina ante sus palabras.

¿Mis intensiones? No había pensado en... en eso.

Intensiones...

- Querías un consejo ¿No?

- Así es – le respondo seriamente. Ella asiente con la cabeza, dando como concluida nuestra conversación, pero antes de que se fuera procedí a hablar – Eres muy buena Tess, demasiado...

- ¿No era Wendy la que te interesaba? – la sonrisa de Tess volvió a la normalidad.

- Si, no es lo que crees. Lo que intento decir es que deberías olvidarte de Cameron, no es como él se pinta ante las demás personas – Tessa me escucha atentamente con una expresión perdida – repito eres buena, también eres muy linda y no te conozco en inteligencia, pero no pareces hueca ni idiota y eso es muy positivo – logro sacarle una sonrisa – pero eres demasiado para él y te mereces algo mejor.

Tessa asiente con la cabeza mientras la agacha y mira sus pies que comienzan a moverse en su lugar. Levanta la cabeza y me sonríe mostrándome sus hoyuelos.

- Gracias por el consejo – murmuro con una brillante sonrisa.

Se lo tomo mejor de lo que esperaba.

- Igualmente.

Y con un par de asentimiento de cabezas nos despedimos. Ella se fue en la dirección en la que se había ido Wendy y yo me fui por el lado contrario.

Comencé a caminar por el pasillo sin prestar demasiada atención a las chicas que me observaban y a las que me esquivaban.

El rumor era la maldición que me perseguiría por el resto de los años que me quedaría en este instituto, por suerte, este sería el último.

Sigo caminando por los pasillos en busca de mi mejor amigo.

¿Cómo es posible que no encuentre a ese rascacielos?

De pronto siento un peso sobre mis hombros.

- Amigo.

Cameron tenia su brazo colgado sobre mis hombros, me sonreía desde lo alto mirándome con esos ojos avellana, que en este momento me están mostrando las intenciones detrás de esa mirada.

Sabia que esto iba a suceder, me lo había advertido al final de la cena.

- Hermano – la saludo con una sonrisa que mas que decir "hola hermano" dice "por favor, no me mates".

Dejamos de caminar para pararnos en el medio del pasillo. Cameron es un chico de muy alta estatura y cuerpo muy frágil y menudo, causa de sus largas horas en frente de una enorme pantalla y un joystick en las manos. Sus cabellos que usualmente suelen estar largos y pegados a su sudorosa frente, ahora están cortos y despeinados. Seguramente su madre lo amarro de nuevo a la silla para poder cortárselos.

- Me debes una explicación – me exigió con una sonrisa. Una falsa sonrisa.

- ¿Por qué debería yo darte explicaciones? – le respondí con total tranquilidad – me preguntaste si estaba buena y te dije que lo estaba basándome en mis gustos.

- Pero para eso te mandé antes, para que vieras si podría cumplir mis estándares.

Cameron y yo somos mejores amigos desde jardín de infantes, es como un hermano para mí, un hermano al que le tengo muchísimo cariño, pero cuando hace estas cosas no puedo evitar querer golpearlo hasta desmayarlo.

- Tus estándares son una basura – le escupí tratando de mantener la mayor calma posible – ella es genial, la hablé muy poco con ella, pero demuestra tener una personalidad increíble, amable, dulce y con carácter.

- Te creo, tiene espacio suficiente en su cuerpo para contener todas esas cualidades.

Lo odiaba cuando se comportaba así.

Como ya dije antes, para mi Tessa es una chica fantástica y tal vez Cameron lo vería si no se hubiese enfocado en el hecho de que, para él, ella es gorda. No es que lo sea, es una chica normal, rellenita, pero no gorda.

Ah Cameron les gustan solo las chicas semejantes a sus videojuegos: con la cintura de 20 centímetros de diámetro, pechos y trasero enorme.

Él es genial, pero cuando se trata de chicas se vuelve una persona de veras horrible.

- Escucha – le digo – si no te interesa aléjate, de ella como de Wendy. Le gustas mucho a Tessa y le dolerá que coquetees con su mejor amiga.

Cameron pareció pensarlo, volteando sus ojos hasta el frente (ósea sobre mi cabeza). Luego volvió su mirada hacia mí, me mostró una sonrisa a boca cerrada y dijo:

- No me interesa – solevó y bajo los hombros – Wendy es mi chica ideal, por ende, será mía.

Aparte de imbécil, Cameron también suele ser idiota cuando se trata de chicas, porque nunca comprende cuando es que una me gusta de verdad. Fueron muy pocas las veces en las que de veras me gustaron unas chicas, con más precisión fueron dos: Melissa de segundo año y Clare de la playa. Ahora Wendy.

Volteo los ojos y suspiro. Comienzo a caminar hacia mi clase.

- Como digas – le digo a Cameron cuando paso por su lado.

Ella jamás será tuya hermano mío. Ella se terminará enamorando de mí.

Jace y WendyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora