Wendy
Es extraña esa sensación. Es como si tu cuerpo fuese en piloto automático y tu cabeza este medio apagado, como cuando la computadora te avisa que se esta por apagar a causa de la falta de batería y baja la luminosidad y tal vez te anda un poco lento.
Como odio esa sensación asquerosa.
Después de un fin de semana del asco, mitad del tiempo trabajando y la otra mitad del tiempo encerrada en mi habitación, comiendo las golosinas que me había traído mi padre con la esperanza de que me levantara de buen humor (o que al menos no golpeara tanto las puertas de la casa al cerrarlas), estoy nuevamente en la escuela el lunes.
Maldito sea el que bautizo al lunes como el peor día de la semana.
Camino por los pasillos de la escuela, con mis auriculares en mi cabeza tapando mis oídos y la música a tope. Entro en mi clase y visualizo a Tessa hablando animadamente con otra chica de nuestro curso en el fondo de la clase. Camino directamente hacia nuestro banco habitual, acomodo mi mochila y me siento sobre la silla y me distraigo en las redes sociales a la espera de que llegue la profesora.
Estaba viendo algunos twists diciendo de cómo había muerto la Reina de Inglaterra cuando unos toques a mi espalda me desconcentran. Es Tessa que se esta sentando a mi lado. Me quito los auriculares y tomo mi mochila.
- Buenos días Wen - me otorgo una sonrisa mostrándome todos los dientes.
Algo anda mal. Ella siempre sonríe mucho, pero cuando exagera de este modo es cuando esta tan mal que las sonrisas ya no le salen naturales.
Joder, había olvidado lo de la cita.
- ¿Tan mal te fue la cita con Cameron? - le pregunté directamente, mientras revolvía entre mis cosas.
- ¿Qué te lo hace pensar? - pregunta haciendo una risita nerviosa y limpiándose las palmas de las manos en los jeans.
- Te conozco - respondo simplemente. Encuentro el sobre y se lo entrego - ten. Es lo que pagaste por mi en la cita doble aquella fatídica noche.
Tessa mira el sobre unos segundos, como si su cerebro no estuviese conectando, hasta que me sonríe y niega la cabeza.
- Para nada, eso fue un regalo y una muestra de agradecimiento por haberme acompañado.
- Vamos Tessa, no tengamos esta discusión que siempre tienen las parejas en las películas - Tessa abre los ojos como plato y se ríe ¿Qué encuentra de divertido? - simplemente acepta el dinero y ya ¿Qué te cambia?
- Que no lo hice para que me lo devolvieras, no hace falta, en serio - estaba por contraatacar cuando ella me interrumpió antes - mas bien dime porque has faltado el viernes y no respondiste a mis mensajes.
Ruedo los ojos.
Sinceramente no tengo ganas de contarle lo mal que me fue el fin de semana ¿Qué me va a cambiar repetir en voz alta lo que hice o no hice? En nada. Además, ella no tiene por qué saberlo.
- No quería - respondo amargada - ya toma el maldito dinero Tessa.
Mi amiga quita la sonrisa que tenia y me mira con desilusión, se la vuelta, poniéndose de perfil y comenzando a acomodar sus cosas sobre el banco.
No lo puedo creer.
- Bueno perdona por preocuparme por ti - me die con la voz ofendida. Tessa nunca esta ofendida, solo cuando le haces algo que verdaderamente la lastima.
De repente las palabras de mi prima vienen a mi cabeza...
- Piensa en todos los que te rodean y déjate amar.
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Jace y Wendy
Storie d'amoreLa vida de Jace Traid era la que todo adolescente quería tener: buenas notas, social, autoestima alta, poseedor de una moto enviable y padres con mucho dinero que le regalaban a su hijo vacaciones de lujo en lugares soñados. Wendy Pierce no se hace...