Estas De Vuelta.

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- ¡Naoto, espera! - Sanzu iba detrás de su pequeño amigo quien estaba entusiasmado de ir al parque, realmente no le molestaba acompañarlo.. De no ser porque eran las once de la noche y solo podía ir al parque a esas horas.

No sabía si era por el silencio de la noche o por la tranquilidad que le provocaba salir con su mejor amigo.. Pero estar en el parque era divertido para el castaño.

Al llegar lo primero que hizo Naoto fue subirse al gira gira en donde se subió cuando dio las suficientes vueltas mientras Sanzu sólo lo miraba con una sonrisa.. Sabía que era un niño un poco maduro y quizás muy serio para su edad.. Pero.. Al final del día, era un niño y ninguno como el lo hacía sentir.

El peli negro jugaba sin parar, en las resbaladillas, en los sube y baja donde le pedía ayuda al ojiazul, los pasamanos, entre muchas cosas.. Todos estos meses han sido especiales para ambos.. Y sus emociones ya tenían un tiempo.. Al menos por parte del mayor quien no sabía si Tachibana correspondía a tales emociones que sobrepasaban la amistad.

Después de un rato en los juegos, Naoto cayó exhausto en el césped de los juegos con una sonrisa mientras que Sanzu se sentaba detrás de él y ponía la cabeza de Naoto en su regazo. - No sabía que te gustaban los juegos.. - Dijo Sanzu, mirando a su amigo.

- No cuando hay gente.. Papá dice que no debería perder el tiempo en esas cosas.. Pero.. Aun así me parece divertido. - Contestó Tachibana mientras seguía con su cabeza en las piernas de su colega, el cual lo miraba fijamente.

- Es normal.. Solo tienes trece años.. Deberías estar jugando, no leyendo manuales ni estudiando todo el tiempo. - Replicó el mayor quien empezó a mover los mechones que cubrían su rostro con sus dedos.

Naoto sólo sonrió cuando dijo eso y levantó su cabeza de su regazo para sentarse a su lado y abrazar sus propias rodillas. - Hm.. Ya veo.. Sabes.. Desde hace mucho te volviste mi mejor amigo, el único de hecho.. Te agradezco por eso.

Sanzu se quedó pensando en lo que él menor le agradecía.. Y lo entendía por completo, pero.. Sabía que era un buen momento para decirle como se a sentido estos días. - Naoto.. Te amo. - soltó de una forma seca y sin mirarlo a la cara, solo miraba los juegos vacíos, las luces de los faroles que iluminaban el pequeño parque y los grillos y luciérnagas que estaban ahí.

El menor pensaba la frase de su colega y después lo miró, apenas se podía ver un color rojo en sus mejillas pero siendo sincero, siempre soltaba su pregunta. - ¿De qué manera? - Soltó su interrogante de siempre en cada situación que se le presentaba.

Sanzu aveces no sabía que contestar a la curiosidad del pequeño Naoto, o hacia palabras que ni siquiera el mismo entendía o lo demostraba con acciones imprudentes, esta vez, tomó camino de la segunda.

Sin aviso, al fin lo miró, puso sus manos detrás del cuello del pequeño y su otra mano reclamo la mejilla del contrario, solo para después invadir su boca con sus cálidos labios.

Sanzu al acercase para besar a Naoto, pudo notar que soltó un jadeo de sorpresa desde el momento que posicionó sus manos en su garganta y pómulo, pudo ver y sentir su primer beso, no solo porque estaba congelado y apenas si movía su mano.

Lo que le dio pie a seguir con el beso, fue como el pequeño intentaba corresponder con su inexperta boca y su ansiedad reflejada en sus manos que estiraba su playera por los nervios y la timidez.

 𝓞𝓳𝓸𝓼 𝔂 𝓒𝓲𝓬𝓪𝓽𝓻𝓲𝓬𝓮𝓼 ~ 𝓝𝓪𝓸𝓗𝓪𝓻𝓾 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora