El Día Que Te Perdí

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La relación de Haruchiyo y Tachibana era lo que cualquiera querría, incluso Naoto que era algo joven, pero sin embargo, se sentía la persona más amada del mundo y aunque hubiera más personas "mejores" para Naoto no había nadie más y para Sanzu, en este mundo, era sólo él.

Aunque claro, había muchas personas que se morían por él, creían que era una persona muy ruda y aparte, atractiva sin embargo a Sanzu le importaba un bledo.

Entre ese grupo de "fans" estaba Rindou Haitani, que cuando Sanzu no estaba con su pareja, estaba con los hermanos quienes sólo estaban en peleas, aunque el Rindou menor intentaba acercarse, siempre hacia lo que estaba en sus manos.

Le regalaba cosas algo caras como anillos y brazaletes, incluso manoplas costosas que por su puesto, Haruchiyo se las regresaba o tiraba cuando insistía de más.

Y cuando lo veía con aquel niño, veía que no rechazaba sus regalos, sus acercamientos y mucho menos sus besos, le daba rabia ver como elegía a un mocoso sobre él.

E incluso cuando tenía poco tiempo entre ellos, lo dejaba por ir con él; nunca entenderá que tiene el mocoso que no tenga él.

Aunque se puede saber que es de la familia Tachibana, una de las más reconocidas ya que el padre de familia, es de los abogados más conocidos de Tokio ya que su trabajo es impecable.

Aparentemente eran una familia de clase alta y de prestigio, claramente tendrían que relacionarse con personas de su status, pero para Rindou esto fue irónico, ya que llegó a la conclusión de que Sanzu sólo quería a ese crió por el dinero.

Aunque eso no contestaba su duda.. Hasta que un día se canso de verlos siempre juntos y citó a Haruchiyo el cual no fue al parque, dejándolo plantado.

– ¡Estoy hasta la puta que el este con ese inepto todo el tiempo! ¡Naoto esto, Naoto aquello! – Reclamaba Rindou quién estaba con su hermano mayor, el cual sólo escuchaba las quejas en la sala de su casa. – ¿¡Que es lo que tiene ese niño que no tenga yo!?

– Puede ser que ni siquiera lo quiera de verdad.. Ya sabes, los sujetos que están con niños simplemente no pueden con los de su edad. – Contestó Ran, solo para que se callara pero solo escucho un golpe en la mesa.

– ¿¡Pero entonces que carajo soy yo?! ¡Yo lo conocí antes! – Rindou estaba teniendo su rabieta, que realmente no era nada nuevo para su hermano mayor el cual se levantó cansado. – ¡Hey! ¿¡A dónde vas!?

– Voy al centro.. Quiero hacer la despensa mientras nuestros padres no están. – dijo mientras caminaba a su habitación para cambiarse de ropa mientras Rindou se seguía quejando.

Agh.. Eres un mentiroso, solo vas a ver si ya salieron tus mangas.. – replicó Rin quién seguía furioso por esta situación. – Supongo que iré contigo..

– Como quieras, pero deja de quejarte de ese mocoso, siempre nos trata bien cuando quieres sacar a Sanzu de su casa. – Al parecer Ran defendía un poco al menor, ya que no tenía nada en contra y simplemente era un conocido por parte de su compañero.

– ¿Crees que me importa? Bah, olvídalo, eres un bobo. – añadió el menor quien solo se levantaba también del sillón y ni se molesto en cambiarse de ropa.

Llamaron a su chófer para que los fuera a dejar al centro de Tokio; Shinjuku, donde era el lugar de comercio más grande de Japón.

Cuando los vinieron a recoger, subieron y ambos fueron en los asientos traseros, Ran no entendía porque su hermano se desgastaba tanto en eso, conociéndolo, el también podría salir con cualquier chica o chico que gustara, pero simplemente se había llenado de caprichos por Sanzu.

 𝓞𝓳𝓸𝓼 𝔂 𝓒𝓲𝓬𝓪𝓽𝓻𝓲𝓬𝓮𝓼 ~ 𝓝𝓪𝓸𝓗𝓪𝓻𝓾 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora