¿Por Qué Me Lastimas?

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— Si.. Quiero reservar en Sukiyabashi.. Para dos.. Si, con vino y la carta dorada esta bien.. Para pasado mañana.. Si, si.. Gracias! — Como el Oficial había prometido, quería invitar a su enamorado a cenar ya que no se pudo quedar la otra noche con el pelirosado.

Se sentía emocionado y aunque estuviera en su oficina, los detalles de Haruchiyo no faltaban, mientras Naoto estaba redactando cartas para contestar pedidos de ayuda alguien tocó la puerta.

Al dejar pasar a la persona; era un auxiliar que trabajaba con Tachibana el cual traía un ramo de rosas blancas armadas en forma de corazón por un listón rojo con una carta. — Oficial, le mandaron esto.. Esta en anónimo, no tiene mas que una inicial y una tarjeta.. ¿quiere que las tire?

Naoto rápidamente alarmado al escuchar eso se levantó y las recibió, tomándola de las manos del auxiliar y contestando con una sonrisa atontada. — No, no, no.. Si son para mi, muchas gracias, perdón por las molestias..

El joven se las dejo y salió de la oficina, para que después el pelinegro cerrara con seguro su oficina y viera las rosas con brillo resplandeciente en sus ojos por ello.

Procedió a rodear su escritorio para darle un espacio al regalo y tomar la nota que eran las iniciales "SH" las cuales empezó a leer sin problemas en su mente, imaginando la voz de su amante.

— "Buenos días, Dulzura; te mande esto espero que te guste, desgraciadamente no te lo pude dar yo, no solo porque trabajar es tener grilletes en el cuello si no que también tus guardias no es como si les agradará.. En fin, solo quería decirte que te amo y que te dejare de amar el día en que la última rosa se marchite." — era lo que decía aquella carta que hizo al policía suspirar y dejándose caer en el sillón por la escritura haciéndolo sentir más entusiasmado por la cena.

El mismo escrito lo hacía feliz sabiendo que era de Sanzu, aún así siguió con sus labores en la oficina pero cada que podía, miraba aquellas rosas.

💐

Pasaron los días y era momento de la cena, Naoto esa vez iba a salir tarde y quería llamar a Sanzu, pero no contestaba la llamada, supuso que también estaba ocupado así que no insistió más en las llamadas e intento acabar rápido.

Mientras tanto Sanzu ya iba en camino para allá, pero se veía infeliz.. Muy infeliz, viéndose al espejo y viendo la hora para salir a aquella cita en donde sabía que no vería a Naoto.. Sentía que las rosas no iban a ayudar por lo que iba a suceder y mucho menos explicar lo que sucedió.

Pasaron las horas y llegó la hora acordada para la cena y Naoto aún tenía mucho trabajo atareado, eso lo ponía nervioso, su ropa de trabajo no era apropiada para la cena ni su aspecto de cansancio.. Pero.. Era raro, Sanzu no había llamado para nada para preguntar, quizás le llamó a su secretaria y está no aviso.

El chico salió de su oficina y se asomo a la de la joven confidente, la cual levantó la mirada al verlo. — Cath, soy yo.. Ahm.. ¿Alguien a llamado? ¿Un chico?

La dama escotada, de ojos azules y cabello corto y rubio miró confundida a su jefe, el cual se veía algo angustiado ya que se veía que enserio necesitaba esa llamada, por desgracia le informó. — No jefe.. No a recibido llamadas el día de hoy.. Estoy segura ya que Claude estuvo aquí por mi y no hubo nada..

 𝓞𝓳𝓸𝓼 𝔂 𝓒𝓲𝓬𝓪𝓽𝓻𝓲𝓬𝓮𝓼 ~ 𝓝𝓪𝓸𝓗𝓪𝓻𝓾 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora