Una Noche Más.

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El castaño y el ojiazul se encontraban cada uno en una habitación distinta; Naoto por capricho y Sanzu por prohibición, el oficial no quería que estuvieran en el mismo cuarto a pesar de que ya habían hecho un intercambio de besos y en el pasado, unas necesidades carnales que ambos compartieron.

Sabía claramente que Haruchiyo no era bueno para el.. Pero aún así no puede dejar el pasado, ni perdonarse así mismo de lo que pasó, de como hirió sus sentimientos; esa desastrosa pelea se había llevado todo por la borda y pensaba en lo triste, pues se amaban y se adoraban.

Tachibana se encontraba en el borde de la cama contemplando el cielo nocturno, preguntándose si habría constelación desconocida o que simplemente es misteriosa, la luz de la luna se colaba por la ventana, donde el joven oficial le devolvía la mirada.

Escucho que tocaron la puerta y como si fuera un instinto que lo llamaba desde el pasado, se levantó y puso su mano en la perilla de la puerta, solo para después escuchar al mayor al otro lado, rápidamente que cuando lo escucho puso su cabeza sobre la puerta y suspirar.

Se quedó pensando unos segundos hasta que el mismo Sanzu las abrió, se le quedó mirando a Tachibana y el mismo solo miró a otra dirección.

Se quedaron callados mirándose y Sanzu solo extendió una bata para dormir para que estuviera como. - No creo que te guste dormir con una camisa blanca.. - Mencionó Haruchiyo mientras la extendía.

- Gracias.. - Agradeció el peli negro mientras tomaba la bata y tenía sus manos en la suave tela.

El peliblanco sólo miraba a Naoto, que tanto quería pero que siempre lo evadiá de una forma cruel, cuando el policía levantó la mirada pudo ver como Sanzu lo miraba como lo hizo alguna vez en un sueño.. O como los recuerdos de amor.

Y aunque recuerda mucho los errores que cometieron.. Lo seguía queriendo, aunque Naoto sabía que el diablo era real, el pensaba que era hermoso o por así decirlo, veía a Sanzu así.

Su hermana se había enterado de su noviazgo y de cómo terminó, no fue un buen recuerdo aunque sabían lo mucho que se querían.. De lo mucho que quería a su hermano.

⚜️

- ¡Oye, deja eso! - Exclamaba Naoto mientras extendía sus brazos e intentaba quitarle su consola de juegos al mayor quien se la había quitado de las manos.

- ¡Quitámela! Estoy seguro que no puedes.. - Decía entre risas mientras se levantaba y daba vueltas para que no lo alcanzará hasta que vio como el menor dejó de girar a su alrededor para subirse al sillón.

Vio cada detalle de su pequeño enamorado, el cual llevaba puesto su uniforme escolar de verano, camisa blanca de manga corta al igual que unos pantalones azul marino, llevaba unos calcetines blancos y sus zapatos que estaban en la entrada ya que siempre estaba descalzo al llegar.

Se quedó embobado viendo al menor el cual le devolvía la mirada que rápidamente desvío para arrebatarle su consola, que claramente fue en en vano ya que se movió a un lado y tomó su muñeca para acercarse a su cara e invadir sus labios.

El pequeño estaba haciendo un aparente berrinche por no poder jugar en paz, pero cuando vio cómo irrumpió sus labios de esa manera, notaba algo distinto en aquel beso que era más intenso que otros.

Sentía como invadía su espalda con ambas manos, dejando caer la consola sobre el mueble y se ponía de rodillas mientras sentaba al menor en el brazo del sillón, el cual se empezó a dejar llevar por los ósculos del mayor.

 𝓞𝓳𝓸𝓼 𝔂 𝓒𝓲𝓬𝓪𝓽𝓻𝓲𝓬𝓮𝓼 ~ 𝓝𝓪𝓸𝓗𝓪𝓻𝓾 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora