El inicio de una nueva vida (365 Dias 2)

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Al día siguiente

Ya era algo tarde y estaba mirando los últimos detalles de la cena navideña.

- Si mira, me parece que estaría bien el champagne y el vino tinto.
- Por supuesto señora.

Después de eso fui a ver a Celia.

- Hola Tn, ¿Que sucede?
- Hola Celia, pues que por fin termine los preparativos.
- Jamás imagine verte así.
- Lo sé, pero tengo que hacer antes de volverme completamente loca.
- Te entiendo, ya extraño salir como antes.
- Yo igual.

Bueno me voy a la sala a recibir a mis padres Massimo me está esperando.

- ¿Puedo ir?
- Si, claro que puedes.
- Pero sabes, mejor me doy una ducha.
- Cómo gustes.

Camine hacia el recibidor y estaba Massimo.

- Hola amor - me besó.
- Que bien beso, ya los extrañaba.
- Igual yo.

En eso se abre la puerta, y los mire entrar.

- Bienvenidos madre, padre, a Sicilia.
- Oh Tn - mi mamá me abrazo.
- Papá - lo abrace - no saben cuánto los e extrañado.
- Y nosotros a ti, ya tienes aquí casi un año.
- ¿Y dónde está Celia? - pregunto Olef .
- Si sta facendo una doccia, mi ha detto di dirti di venire di sopra. (Está tomando una ducha, me dijo que te dijera que subieras).
- Ringrazio la signora ( Gracias señora)
- Olef - dijo Massimo.
- Si señor.
- Non tardare, abbiamo del lavoro. ( no tardes tanto que tenemos trabajo)
- Por supuesto.

Después de eso pasamos a la sala y nos pusimos al día, entre risas y anécdotas.

Al día siguiente.

Me estaba alistado para la cena navideña, me estaba terminando de maquillar, cuando entra mi mamá.

- Hola hija.
- Hola mamá.
- ¿Y Massimo?
- En la ducha, ¿Pasa algo?
- Hija, siento que desde que te casaste se apagó esa luz, que has tenido toda la vida.
- Por favor, mamá, madure solo es eso, era lógico que no seguiría siendo la misma.
- Tienes razón, te veo en una hora.
- Adiós.

2 horas después

Después de la cena, comenzamos a platicar un poco, hasta que grita Celia.

- Hora de los regalos.

Y comenzamos a repartir, y a abrirlos.

- Toma Tn -Massimo me entrego un sobre.
- ¿Y esto?
- Veamos que hay adentro.

Lo abrí y no entendía nada, solo la mire extrañanda.

- Felicidades, eres dueña de tu propia marca de ropa, ya que adoras trabajar y quiero seas libre de que hagas lo que te encanta, además te encanta la moda.

Solo lo bese.

- Me encanta - lo volví a besar.

Continuará...