Rencor & Indiferencia

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No tenía palabras suficientes para describir como se sentía en aquel momento, sin duda alguna, Pegasus, era una de las personas más irritantes que había conocido, solo le ganaba el puesto una persona Yohan Wellson

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No tenía palabras suficientes para describir como se sentía en aquel momento, sin duda alguna, Pegasus, era una de las personas más irritantes que había conocido, solo le ganaba el puesto una persona Yohan Wellson.

Kaiba, volvio a la realidad al ver cómo Pegasus seguía utilizando sus mismas técnicas que empeleo en su duelo anterior.

¿Que rayos le pasaba?

Kaiba, podía comprender que por azares del destino, Pegasus sacase las mismas cartas que en su duelo pasado, pero en el primer turno, pero en el segundo eso indicaba que algo andaba mal.

Y tenía que descubrirlo pronto.

-Dime que es lo que tramas, no tengo más tiempo que perder contigo. -Enuncio mientras trataba de mantener la compostura.

-Querido Kaiba, ¿Porque piensas que estoy tramando algo?. -Hablo mientras colocaba su mano y en su pecho fingiendo indignación.

-Porque te conozco y se que eres una sanguijuela, que solo piensa en como hacer caer a los demás, y sacar provecho de ello.

Pegasus, abrió su boca exagerando así su mueca, provocando que Seto rodase los ojos, enserio su maldita actitud lo desesperaba.

Aunque volvió al mundo real, al notar como una empleada de servicio se dirigía a su hermano con una bandeja de aperitivos.

-¿Gusta comer algo?. -Pregunto en un tono amable, aunque está pegó un salto al escuchar la voz del mayor de los Kaiba, quien le advertía que se alejase de su hermano inmediatamente, si no quería desaparecer de la faz de la tierra.

-Kaiba, tu siempre amenazando a las demás personas, como si tuvieses el control de ellas, eso no está bien. -Dijo negando con la cabeza.

-Tu no estás en condiciones para sermonear, más si tú eres el que nos trajo aquí a base de engaños.

-Kaiba, el tener rencor en nuestro corazón no es bueno, te puedes enfermar por ello, yo te recomiendo que perdones y dejes todo en el pasado.

Seto, no pudo evitar rodar los ojos, mientras se agarraba fuertemente del tablero de juegos, como si eso de una forma u otra impidiera que saltará encima de Pegasus, y lo golpeara para sacar todo el estrés y frustración que sentía desde hace tiempo.

Que podíamos decir de Seto Kaiba, un empresario el cual es reconocido y admirado por millones de personas, debido a su capacidad para dirigir la compania más grande del mundo, así mismo por sus grandiosas habilidades en el duelo de monstruos.

Lo que nadie sabía, era acerca del carácter que poseía este genio, es decir todos sabían que tenía un gran ego y no le molestaba ello.

Pero en este último tiempo, su temperamento había empeorado, cualquier cosa que saliera mal lo irritaba, no podía dormir correctamente, su alimentación no era la mejor, y el hecho de que se llenará de trabajo no ayudaba.

¿La razón? Todos la conocemos la razón era Shancai Akiyama.

Aquella chica de cabellos cortos y castaños, con una mirada brillante y pura, por supuesto no se olvidaba de su sonrisa encantadora, esa sonrisa que tantas veces fue para el.

Esa sonrisa, que siempre le alegraba el día.

Esa mirada que siempre estuvo para el.

Esos delicados brazos que siempre lo recibían y le hacían sentir que era el mejor lugar del mundo.

Esa voz un poco chillante, que con solo escucharla le hacía sentir que todo era posible.

Esa hermosa chica, que con solo verla le aceleraba el corazón.

Esa mujer a la que amaba... Esa mujer a la que destruyó.

-Descuida querida, si Kaiba rechaza los aperitivos, estoy seguro los demás invitados querrán uno.

Seto volvió en si al escuchar las palabras de Pegasus, por lo que no pudo evitar fruncir su ceño.

-¡¿A quien más le llamaste?!. -Pregunto irritado y apunto de perder la poca compostura que le quedaba.

-Como mencioné en mi cordial invitación, tendremos unos invitados pero no te preocupes son personas que conoces muy bien. -Sentencio Pegasus con su tono de burla.

Seto, estaba apunto de decir algo pero se guardo sus palabras, al escuchar unos pasos.

Mokuba, miraba con atención a su hermano, como este se ponía en defensa por si Pegasus tenía algún plan para secuestrarlos de nuevo, por lo que sin pensarlo bajo hasta donde se encontraba su hermano.

Los dos hermanos se miraron, y rápidamente volvieron sus miradas en dirección a los pasos que cada vez, se escuchaban más cercanos a ellos.

Seto, rápidamente cerró los ojos mientras apretaba su mandíbula, tratando de mentalizarse, para lo que sea que Pegasus estuviese tramando, de un momento a otro escucho como los pasos se detuvieron, por lo que rápidamente abrió sus ojos, encontrándose con alguien que nunca espero ver.

Seto, sintió como su respiración se cortó y como sus piernas flaqueaban repentinamente al verla a ella, Shancai estaba ahí a pocos metros de el.

Seto, la miro de pies a cabeza, tenia su cabello más largo, algo extraño viniendo de ella, recordaba que le había dicho que no le gustaba el cabello largo.

También portaba un traje hecho a la medida, con el sello distintivo de la marca de su madre. Y por supuesto estaba mucho más delgada que la última vez.

Pero sin duda alguna los detalles que más llamaron su atención fue que no estaba sola Yohan Wellson la acompañaba mientras le sostenía la mano con firmeza.

Sin darse cuenta su rostro palideció al ver esa escena, y también unas cuantas lágrimas comenzaban a amenazar con salir.

Seto, solo veía como Shancai, la mujer que más a amado en su vida, caminaba de la mano con otro hombre, por el mismo pasillo en el que se juraron amor eterno frente a los demás, ahora a él le tocaba ser un espectador más de aquella química que siempre tuvo miedo de ver florecer entre ellos dos.

Sin darse cuenta una pequeña lágrima se había escapado, pero no fue del todo porque estaba viendo a la mujer que amaba en brazos de otro.

Fue porque por unos segundos, sus miradas se encontraron, y en esos breves segundos logro percibir lo que tanto temía ver en ella, en su mirada había solo dos cosas rencor e indiferencia.

Fue porque por unos segundos, sus miradas se encontraron, y en esos breves segundos logro percibir lo que tanto temía ver en ella, en su mirada había solo dos cosas rencor e indiferencia

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No estoy bien gente, quería llorar mientras escribia esto.

BROKEN (Seto y tu).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora