sol

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Este capítulo es dedicado a una nueva lectora que se ha ganado un lugar en mi corazoncito por qué la he visto en casi todos mis fics.
@AleSanh

Tenía dos semanas sin ver a ninguno de los ayudantes de los chicos, al parecer los castigaron por la pelea, tuvieron que usar varios guardias para separarlos y ambos estaban muy heridos.

Ambos juraron que se matarían.

Y eso no es un simple juego de palabras, estoy h semanas sin ser tocada por alguno de los dos y comienzo a irritarme, mis manos ya no son suficiente y mis juguetes no se comparan.

—Te notó molesta.

Mi padre siempre se da cuenta de mi cambio de estado de animo, suele no estar mucho en casa pero si es buen padre.

—Me siento aburrida últimamente, ya quiero entrar a clases, ya me he leído todo lo que tengo en casa.

—¿Por qué no sales de compras? Le diré a Agust que te lleve.

—¿Ya volvió?

—Ya, está más tranquilo, aún no le entiendo la razón de su pelea pero no lo volverán a hacer o los mataré yo.

—Entonces me gustaría ir a la librería, quiero un nuevo libro de música.

—Bien, le diré que se aliste.

Fui y abrace a mi padre, puede decirse que soy una hija algo consentida, pero no suelo pedirle mucho , tengo una Black card y nunca gasto demasiado.

—Padre necesitamos salir.

Mi hermano entro cortandome la ilusión de poder salir con Agust D de compras, hice una mueca y suspiro.

—¿Crees que Hoseok pueda llevar a Dalmi al centro?

—Si, nos vamos con tu chico.

Estaba algo inquieta, mi última conversación con Hoseok fue algo incomoda, después de eso ocurrió lo de la pelea, en parte tengo algo de miedo de que hubiera sido por ello.

Fui por mi bolso antes de bajar a la entrada de la casa, mi padre y hermano esperaban con sus respectivos ayudantes, los cuatros pares de ojos me observaron pero dos de ellos me miraban de manera muy diferente.

—Estoy lista.

—Hoseok, vas a llevar a mi hermanita a dónde te pida, eres su esclavo esta tarde.

Yoongi estaba por encender un cigarrillo cuando miro a Hoseok y después a mi, sentí que partiría el tabaco a la mitad.

—Esta bien Jk.

Fuimos por una de las camionetas, yo iba tras de Hoseok sin decir nada, me abrió la puerta de la parte trasera, pero yo me senté al frente, el volvió a cerrar la puerta y se fue al lado del conductor.

Tenía el semblante serio, puede tener una sonrisa divina pero cuando sus expresiones son serias resulta amenazador más con sus oufits tan oscuros.

—Tienes 15 minutos para hacer tus compras.

—¿Disculpa?

Me tomo del mentón y se acercó a mis labios los observó y después me miró directo a los ojos.

—Lo que escuchaste Dalmi, tienes 15 minutos para hacer lo que tengas que hacer, el resto de la tarde eres mía.

Una hora más tarde mis compras estaban en el piso de un motel, mi ropa esparcida por la habitación junto con la de Hoseok, mis pies en sus hombros y sus manos en mis caderas para hacer sonar fuertemente los embistes que amenazaban con partirme en dos.

Mi teléfono empezó a sonar en la pantalla el contacto decía papá, Hoseok me pasó el teléfono.

—No me voy a detener, tu sabrás cómo haces para no ser obvia.

Me giro para ponerme en cuatro, con un ligero temblor contesté.

—Hola papá — empujó con fuerza y tuve que morder mi labio para no gemir —si, si ya casi termino —eso era bastante cierto — ¿cenaremos fuera? —mordi ahora la sábana, mi depredador estaba usando su mano para estimular mientras seguía con las penetraciones —pa..pa..papi te marco en un momento, necesito entrar al sanitario.

Me colgó y arroje el teléfono lejos, tomo mi mano colocándola detrás de mi espalda.

—Dalmi, estaba deseando esto, tu dulce interior tan apretado, devorando mi miembro.

Azotó mi trasero y fue lo que basto para que la corriente eléctrica de la excitación llegara a todo mi cuerpo, fue como si accionara mi orgasmo, mis ojos se pusieron en blanco y mi cuerpo se tenso.

—¡Mierda!

Gruñó y también termino, bajo a morder mi espalda en lo que sus propios espasmos bajaban, cuando sesaron salió de mi para ir a tirar el preservativo.

Me gire para tratar de sentarme, pero todo me dolía de manera deliciosa, Hoseok se acercó encendiendo un cigarrillo, se sentó a mi lado fumando aún desnudó.

—¿Puedo preguntar algo?

Me senté sobre él quitándole el cigarro para darle una calada, el acarició mis muslos.

—Supongo que tiene que ver con Agust —me acomodo sobre su cadera —ese sujeto está desarrollando sentimientos por ti, así que me pidió que me alejara.

—¿Por eso lo golpeaste?

—Eres mi presa no puedo dejar que alguien me diga que hacer.

—Me parece estúpido.

Me atrajo para besarme.

—¿Tu que opinas?

—¿Si siento algo por alguno? —pienso un poco —atraccion y deseo, no pienso en algo sentimental, ¿Estoy mal?

—¿Sabes que eres la primera mocosa con la que estoy? No me gustan las de tu edad, porque siempre piden algo más allá de lo que deseo con ellas.

—Sin embargo estás dispuesto a matar a Yoongi por mi —le muerdo —¿Me equivoco?

—¿Quieres que lo mate?

—Papá se molestaría, y no tengo razón para que lo hagas, quiero seguir divirtiéndome con ambos.

—De acuerdo, solo que yo no te vea coquetear con él, o será el último día que respire.

Nocturne: Un deseo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora