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El siguiente capitulo puede herir ciertas sensibilidades del lector,  les reitero que es ficcion, pero la situacion se presenta seguido en la realidad, si crees que esto puede llegar a afectarte te invito a no leer.





Al entrar a mis clases en la universidad creí que me costaría un poco adaptarme a lo que es una relación de compañeros de los ambos sexos, aunque también sentía que mi madurez emocional era algo alta, trataba de comprender como funcionaba una escuela mixta, aunque también prefería mantenerme al margen.

No me fue difícil, aunque tengo compañeros con los que hablo, el hecho que no esta interesada en las mismas actividades que la mayoría hace que mi circulo social sea reducido y lo agradezco en verdad.

Pero siempre esta esa excepción, cuando estaba en la biblioteca Hyungwon siempre me acompañaba a estudiar, eran ratos agradables de silencio y al salir me acompañaba por una bebida para hablar de trivialidades, su compañía me era agradable, pero la de su mejor amigo no tanto.

Se puede decir que estoy acostumbrada a la mirada acosadora de los hombres, mi padre tiene invitados poco agradables en casa en ocasiones, pero ahí me siento segura, tengo a mi hermano, Hoseok y Agust que se que harían cualquier cosa por protegerme, tal vez por eso no tomaba ciertas precauciones, y no vi todas las señales de alarmas en el amigo de Hyungwon.

Eres muy bonita Dalmi. Tienes lindos labios.

Sus intentos de coqueteo pasaban de mí, pues no le encontraba atracción alguna, de ninguna manera, agradecía que siempre estuviera Hyungwon con nosotros cuando teníamos alguna interacción, la relación que tenia con cada uno era un mar de diferencia.

—¿Quieres que te lleve?

—Gracias, pero ya me marco mi hermano que viene en camino.

—Esta bien, te veo el lunes Dalmi.

—Hasta el lunes Hyunnie.

Debí haber dicho que si...

Iban a dar las ocho de la noche mientras esperaba a mi hermano fuera de la facultad, estaba haciendo algo de frio me había venido abrigada, lo suficiente para soportar la espera, así que mientras jugaba con el vapor de mi aliento, miraba hacia la entrada del estacionamiento para ver si entraba la suburban de mi hermano.

Pero quien apareció fue otro personaje que arruinaría totalmente quien era yo en ese momento.

—Dalmi, ¿Qué haces aquí sola? —miro a varios lados con las manos en los bolsillos

—Espero a mi hermano.

—Te acompaño.

—Estoy bien así, gracias Chanyeol.

Lo vi ponerse tenso, y volver a mirar a todos lados.

—¿Te sientes demasiado superior?

—¿eh?

—Lo que escuchaste, crees que no soy lo suficiente bueno para ti, te la pasas coqueteando con Hyungwon, luciendo ese cuerpo tuyo por toda la escuela como si fueras la reina.

El odio en su mirada se clavo en mí, yo trate de moverme, pero me sentía en shock al verlo gritarme por algo que no tenía ni idea.

—Eres igual de superficial que todas las demás perras, solo te interesa el físico y el dinero —cuando intento tomarme de la chaqueta me hice para atrás —a las perras se les debe de aleccionar de manera correcta.

Me tomo del brazo, pero le lance una bofetada para poder correr, pero mis pies me traicionaron haciéndome tropezar, me alcanzo del jalando mi cabello, intente gritar pero cubrió mi boca, me llevo arrastrándome hasta la parte trasera del estacionamiento, sentí mi teléfono vibrar en mi bolsillo de la chaqueta, forcejee un poco logrando sacarlo y contestar pero lo arrojo antes de que pudiera decir algo.

—¡JUNGKOOK AYUDAME!

Me abofeteo tan fuerte que sentí como la sangre llenaba mi boca, escuchaba como gruñía intentando quitar mi ropa, saco una navaja que paseo por mi rostro un par de veces.

—Vuelve a gritar y te corto la garganta.

Comenzó a rasgar mi ropa con el objeto, no sentí el frio, hasta que mi espalda toco el pavimiento y mi cabeza se estrello al sentir como me arrojaba al suelo.

Pensé que el sexo, era solo eso, que seria la misma experiencia de placer mientras el acto se consumara, pero sentía dolor, sentía rabia, sentía tristeza, jamás había llorado, no de esta manera, no así, me dolían las mordidas que dejaba en mis pechos, me dolía la manera en que dolía me sujetaba de los muslos, el ardor terrible del desgarro en mi interior, su aliento sobre mi piel lastimada, traté de no sentir nada, pero seguía doliendo.

Esos diez minutos me parecieron horas, me golpeo un par de veces mas para que dejara de llorar, tuve que cerrar la boca sentí que me mataría, cerré los ojos hasta que termino después no me moví.

Es curioso primero trate de sobrevivir, después quise morirme, quería que el frio borrara todo lo que estaba sintiendo, que mi cuerpo se adormeciera en el abrazo gentil de la muerte. Después de todo ya no tenia fuerzas ni para respirar.

Cerré mis ojos esperando no volver a abrirlos nunca más...

Mis fosas nasales se llenaron con una colonia familiar, sentía que mi cuerpo cubierto por algo cálido y unas manos firmes sostener mi adolorido cuerpo.

—Dámela, yo la llevare Hoseok.

—Tu conduce JK, si la estamos moviendo de manos la lastimaremos más.

Trate de hablar, pero me dolía la garganta y mis labios hinchados no se podía mover mucho.

—No hables pequeña, ya vamos a ver un médico.

—Ho..ho..seok mátalo.

Fue lo ultimo que dije antes de volver a perder la conciencia.

Nocturne: Un deseo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora