Nocturne

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Mis melodías favoritas en el piano eran los Nocturne de Chopin, son piezas lentas y que parecen sencillas, pero en realidad debes saber cómo tocar con delicadeza las notas para que la armonía que se conjunta en la pieza suene tan bella como la plasmaron.

Me gustan porque suelen recordarme que no todo es tan sencillo como lo imaginas en ocasiones.

Desde que terminé la universidad me mudé hacia un departamento sola, tenía un trabajo como desarrolladora de software en una empresa importante de tecnología de Seúl. Mi padre se molestó un poco porque no quise estar en el negocio familiar, pues mis habilidades son perfectas para la familia.

Es por ello que salir de la casa fue mi mejor opción, en parte también lo hice porque quería la libertad de estar con Agust y Hoseok sin que mi padre se entrometiera.

—Sube un poco más la cadera.

Hoseok acariciaba mi espalda que estaba empapada de sudor.

—No..no puedo me tiemblan las piernas.

—No es pregunta, solo levanta el culo más, Agust y yo nos encargaremos de lo demás Dalmi.

Da un azote en mi trasero que me desestabiliza, haciendo que la fuerza de mis brazos se termine y caiga en el pecho de Yoongi.

—Déjame ayudarte princesa — Yoon empujó su miembro dentro de mi para subir mi cadera.

Esto le dio acceso a Hoseok, que ya había preparado mi entrada con lubricante y un dilatador, cuando entro lo escuché gruñir, yo ya me sentía sin fuerzas, había tenido dos orgasmos antes y sentía que no podría con uno más.

—Amo tanto tu culo, aprietas tan rico Dalmi.

Empezaron a moverse los dos dentro de mí, Hoseok jalo mi cabello con una mano y con la otra sostenía mi cadera mientras me penetraba, Yoon por debajo lamía mía pechos y aprovechaba los embistes de su compañero para entrar más profundo en mi vagina, mi garganta ardía por los gemidos que me estaban provocando, quedaría afónica.

—¡Joder Princesa! Me vas arrancar el miembro estás apretando tanto.

En unas cuantas estocadas más llegó para mí el tercer orgasmo, de manera fuerte, intensa y haciendo que mis dos amantes me llenarán al mismo tiempo con el suyo.

Hoseok salió de mí y se tumbó a mi lado, mientras yo era mimada por besos lentos por parte de Yoon.

—Ya déjala —Hoseok me tomo de la cintura y me alejo de Agust —no solo lo beses a él.

—Creí que esa mierda de los celos no iba contigo.

Agust replicó que me alejara de sus labios, Hoseok me dio un par de mordidas, antes de besarme un poco.

—No soy celoso es mi posesividad por Dalmi la que me hace actuar así.

—Excusa estúpida.

Me levanté de la cama con mis pocas fuerzas. Me estire mientras ellos seguían con su plática tensa.

—Iré a ducharme, traten de comportarse.

Después del baño, note las marcas en mi cuerpo, por mi cuello había moretones de mordidas, por mi pecho chupetones y en mis muslos los dedos marcados de ambos amantes. Salí solo en bragas tomando una bata para colocarla encima, mis chicos ya no estaban en la habitación.

Camine, mire a Hoseok en la cocina preparando algo, Yoon estaba en la sala solo con un jogger puesto su pecho relucía el enorme tatuaje que poseías y las marcas rojas de mis uñas en su piel.

—Deberías de colocarte algo más —me observa y toma de su cerveza —me estoy poniendo duró de nuevo y creo que ya estoy seco.

—Es mi día de descanso, puedo andar desnuda por mi departamento.

Nocturne: Un deseo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora