TRECE

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—Hyung, ¿puedes acompañarme a un lugar?——Claro, amor, ¿a dónde?——Solo acompáñame, ¿sí?—El mayor asintió, un poco confundido, pero no cuestionó nada más

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—Hyung, ¿puedes acompañarme a un lugar?—

—Claro, amor, ¿a dónde?—

—Solo acompáñame, ¿sí?—

El mayor asintió, un poco confundido, pero no cuestionó nada más.

Salieron del departamento del mayor y posteriormente del edificio.

Hyunjin no sabía a dónde iban, solo se limitaba a seguir al pequeño.

Caminaron varias cuadras, al llegar a la quinta, notó cómo el menor posaba una mano sobre su vientre y hacía una mueca de molestia.

Se acercó rápidamente y lo tomó de la cintura.

—¿Qué pasa? ¿Te duele?—su tono de voz demostraba lo preocupado que se encontraba.

—No, estoy bien, solo fue un pequeño malestar, me siento el triple de pesado—hizo un puchero.

El mayor se inclinó un poco y lo besó.

—Si quieres podemos detenernos a descansar.—

—Nop, ya falta poquito, ¡vamos!—tomó de la mano al mayor y lo jaló.

Caminaron un poco más hasta llegar a su destino.

Hyunjin frunció el ceño al ver el lugar, pero no dijo nada y solo se dejó guiar nuevamente.
Caminaron algunos metros a partir de la entrada hasta que Jeongin se detuvo frente a una lápida en específico.

"Yang Jeongmin
1999-2018"

El mayor abrió la boca, se había quedado sin palabras.

—Hola, hyung—la calmada voz de su novio lo sacó de su mente.

Volvio su atención al menor y lo vio arrodillado mientras sonreía tristemente.

—Hyung, ha pasado mucho tiempo, perdón por no venir antes—hizo un puchero—han pasado tantas cosas que muero por contarte. Bien, lo primero, hoy no vine solo, vine con mi novio, sé que te hubiera caído muy bien, son tan parecidos—rió suavemente—segundo, ¡vas a ser tío!, estoy esperando a tres bebitos —se quedó pensando un rato—te extraño mucho, hyung, te necesito—pequeñas lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillitas—aún hay veces en las que pienso que vas a volver y que me dirás que todo fue una broma, que te reirías al ver mi cara, que al final me abrazaría y me dirías que todo está bien, que nunca moriste, pero sé que no será así.—

El alto se acercó y envolvió el cuerpo más pequeño en un abrazo, dejando suaves caricias en su cabello y susurrándole al oído que todo estaría bien, que él estaba ahí.

—N-No me sueltes—pidió entre hipidos.

—Nunca lo haré, mi amor.—

les prometo q cuando termine mis clases de manejo les actualizaré mas seguido esta historia

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Little Boy || Hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora