Little Boy || Hyunin

VEINTITRÉS

Decir que no estaba nervioso sería una jodida gran mentira.

Apretaba el volante entre sus manos y mordía constantemente su labio inferior; Jeongin a su lado intentaba tranquilizarlo dejando suaves caricias sobre su mano derecha y diciéndole una serie de palabras dulces que comenzaban a hacer efecto.

Sin quererlo, contuvo la respiración en cuanto aquella semi-mansión se hizo presente en su campo visual.

No queriendo, detuvo el auto frente al gran portón, viendo seguidamente como un hombre de traje abría las grandes puertas de metal, dándole luz verde para poder adentrarse a la propiedad.

Una vez dentro del estacionamiento de la gran casa, estacionó el auto cerca de la salida, solo por si ocurría lo que temía.
Pronto notó como un mayordomo se acercó a la puerta del copiloto y abrió esta, tendiendole su mano a Jeongin.

—Oh, gracias—el pequeño, un poco avergonzado, tomó la mano que se le era extendida y bajó del auto, seguido de Hyunjin, quien se apresuró a acercarse y tomarlo de la cintura.

El hombre mayor hizo una expresión de sorpresa, puesto que en el momento en el que el rubio puso su mano en la pequeña cintura de su novio, el suéter holgado que este portaba se ciñó a su vientre.

—Joven Hwang, enhorabuena, felicitaciones.—

Hyunjin miró un poco desconcertado al mayordomo, pero aún así agradeció.

El hombre los guió a entrada de la gran casa, donde Haewon los esperaba con una gran sonrisa.

—Gracias por venir—saludó a su cuñado con un abrazo.

—Gracias por la invitación, noona—Jeongin orrespondió el abrazo.

Cuando se separaron, la mayor procedió a abrazar a su hermano.

Luego de saludarse, la chica los hizo pasar a la casa.

El pequeño veía asombrado el lugar, era realmente grande, un poco más que su propia casa, pero igual se sorprendió bastante.

—Vayamos al comedor, la cena está lista.—