VII

117 14 28
                                    

Una punzada como la de una afilada aguja resonó en el cerebro de Mick, un leve grado de sorpresa lo invadió al despertar, pensó que de esa manera iba a morir... seguramente lo de anoche había sido una pesadilla que le dio cuando ingirió tantas pastillas de tal grado de un sentón. Quizá lo de que le habían golpeado también había sido una pesadilla... pero no, sentía el dolor de sus brazos y los raspones en su cuello y pecho que él mismo se había realizado por el asco que le provocaba haber sido besado en contra de su voluntad.

Bueno, a enseñar niños de nuevo. Hoy no poseía el mejor ánimo pero prefirió ignorarlo y levantarse de lo que sea en lo que estaba durmiendo.

Aún no amanecía y había bastante penumbra en donde sea que se hallase. Mucho más de la que normalmente había, no había ni un farol encendido en la calle. Pensó en encender una luz, pero no consiguió ninguna. Empezó a aterrarse. Buscó lógica, anoche se había ido la luz y seguramente lo arreglarían apenas se hiciera de mañana.

Pero algo era distinto. Su miedo incrementó al darse cuenta de que no estaba en su hogar, era un lugar distinto y extraño. Se asomó por una ventana que estaba cerca de donde se hallaba y no reconocía el paisaje, no sabía dónde estaba, iba a empezar a gritar cuando notó otra presencia en la habitación.

— Al fin, ya se ha despertado — murmulló una voz conocida en la oscuridad, dando pequeños pasos que se hacían notar por el rechinar del piso de madera —. Es un grato placer conocerle. Apareció de repente en mi casa, no sé si adormitando o inconsciente, pero apareció. Estuve esperando que despertara desde hace algunas horas... Creo que eran alrededor de las 7 u 8 pm cuando, supongo que mágicamente, usted hizo acto de presencia en mi morada —. Mick se estaba pellizcando el brazo. No puede ser, no puede ser, NO PUEDE SER. ERA IMPOSIBLE QUE NO RECONOCIERA ESA SEXY E IRRESISTIBLE VOZ — Me llamo David Jones — dicho eso, había terminado de acercarse, y por la poca claridad que daba la luna a través de la ventana, Mick pudo reconocerlo por completo.

Era él. Esos eran sus labios, esos eran sus ojos, esa era su voz, ese era su cabello, esas eran sus manos... No pudo contenerse. Mick empezó a llorar bajo mientras mordía su labio intentando no gritar como un loco. Sintió que sus manos se enfriaron de repente y su corazón latía con mucho desespero.

— Y-yo... Amo tu programa, te amo a ti, te admiro tanto, David, me haces tan feliz — hizo un esfuerzo por no balbucear y soltar puras palabras sin sentido. David sonrió amablemente sin mostrar los dientes.

— Me empalaga, y se lo agradezco mucho, pero me temo que no le entiendo ¿De qué programa habla? —el castaño se confundió.

—Del programa de The Man Who Sold The World, en TVC15, ¿No sabes de qué te hablo?

David movió la cabeza de izquierda a derecha en un signo de negación. —No, no le entiendo. Pero usted mencionó el título de la historia que estoy escribiendo, ¿Cómo lo sabe?.

—Oh... es que... bueno... creo que mientras estaba dormido soñé con eso, no sé si te suceda lo mismo... de que crees que un sueño es real porque lo sentiste así.

— Me pasa bastante seguido — un silencio incomodo los enrolló por un par de segundos —. Disculpe si le incomodo pero ¿Podría saber su nombre?

— ¡Por supuesto!, de hecho, disculpa por no habértelo dicho — David hizo un gesto con su mano en señal de restarle importancia —. Me llamo Michael Phillip Jagger.

— Si le soy honesto no comprendo en lo absoluto cómo es que usted consiguió llegar aquí, pero me está cayendo bien... no falta mucho para el amanecer, ¿Quiere comer algo? Puedo prepararle desayuno si así lo desea. Pero le advierto que soy un mal cocinero, y tampoco tengo mucho en mi despensa como para hacer la gran cosa...

De hecho, sí, sí sentía con mucho apetito, no había comido nada desde el simple almuerzo que había comido el día anterior en el receso que se les da a los profesores, por ello, sentía que era capaz de comerse una vaca entera. En otro contexto hubiera rechazado con pena la comida, pero asintió repetidas veces, David rió amigablemente.

— ¿Quiere venir a la cocina o seguir durmiendo?

— Te acompaño a donde sea.

David soltó una pequeña risa tapando su boca y Mick le miró atontado, ¿Esto le estaba pasando en serio? ¿Esta es su vida?. Y sí, sí lo era, no era un sueño, no encontraba explicación alguna para ese suceso tan extravagante y salido de lo normal, pero sí era real, y estaba agradecido con el universo entero de que eso le hubiera pasado a él. 

- - -

Bueno amikos, ¿que les pareció?, he tenido complicaciones a la hora de escribir pero pues ahí le damos jkajdj. Al principio me gustaba, pero idk... quería publicar ya de una vez porque ya tenia el capitulo listo y lo que hice fue corregirlo uu

Espero les haya gustado!!, cualquier critica es bienvenida<33, muchísimas gracias por leer, les amo mucho. Besitos y abrazos <3

TVC15 • DavickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora