TVC15 • Davick

XI

DESAPARECIDO
Michael Phillip Jagger.

Pelo castaño hasta los hombros. Ojos azules. Piel pálida. Labios prominentes. Se presume que vestía una camisa abotonada hasta arriba de un color azul pastel. Pantalones de mezclilla azul. Zapatos de cuero negro.
Visto por última vez: 19 de Junio, en las instalaciones de la academia Fleetdown, Lunedale Road, Darenth, Dartford.

Brian se había ocupado de repartir esos volantes en todo el pueblo. Tenía fe de que lo hallaría.

Un tal Keith Richards, declaró –sin ver a los ojos a los detectives y dando una actitud de "preocupado"– que era amigo cercano de Mick y profesor de educación física en el mismo instituto en donde el castaño trabajaba, dijo que la última vez que lo vio habían estado en la escuela, lo saludó a lo lejos y seguidamente Mick se retiró a su hogar. Seguido de eso, Keith se fue solo a una fiesta con tres de sus amigos, quienes al testificar dieron versiones distintas de los hechos.

Uno, llamado Reginald, quien pidió que por favor se dirigieran a él como Reggie o Elton, testificó que realmente no recordaba nada, pues estaba demasiado ebrio como para hacerlo, sin embargo, declaró que un chico acompañaba a Keith y Keith lo presentó como un amigo. No recordaba muy bien su rostro, o su nombre, pues jamás lo había visto en su vida y dijo que quizá era una de esas personas que simplemente no se pueden recordar.

Otro, llamado Farrokh, que se notaba a mil kilómetros que era amigo de la reina, no dijo nada realmente relevante, excepto un par de pequeños detalles, en vez de decir que aquel que acompañaba a Keith era su amigo, declaró que era su novio, que se llamaba Mick, que ya había presumido y hablado acerca de él con anterioridad, además que no estaban en una fiesta, sino reunidos en un bar gay.

Bill, el que más tenso se puso apenas le nombraron a Mick, se hizo el indiferente, apartó la vista y no declaró nada. Apenas mencionaron a Mick, su rostro palideció e intentó hacerse el duro, se hizo el ofendido apenas le preguntaron si sabía dónde podría encontrarse, y se alejó diciendo que buscaría un abogado para seguidamente retirarse casi que corriendo.

— Es que no entiendo, amor. ¿Quién le haría algo a Mick?, si él es... tan tranquilo, uno de los chicos más puros que he conocido, yo no lo entiendo. Es injusto — Brian sollozó y escondió su rostro en el cuello de su esposa.

— Tranquilo, Bri. Ya verás que Mick aparecerá y él estará bien... no se sabe si tal vez fue a un retiro espiritual, o a visitar a sus padres... Tú tranquilo, ¿sí? Ya verás que Mick aparecerá, y estará bien — Jones soltó un suspiro, aún escondido en el cuello de su esposa.

— Eso espero.

***

Mick sopló su chocolate caliente y le dio un pequeño trago, con mucho cuidado de no quemarse la lengua. Se sorprendió, estaba perfecto. David había llegado muy feliz ese día a su hogar; pasando por el mercado, estaban en oferta un par de cacaos que tenían ya algo de tiempo esperando ser llevados, y da la suerte que David se los encontró.

Ambos se encontraban tomando el chocolate en la mesa de la cocina, sentados, hablando de cualquier cosa.

— Ah, es que tú debes ser chef, David. Este es el mejor chocolate que he tomado en toda mi vida. Gracias — Mick sonrió a David. Recibiendo esa sonrisa de vuelta.

— No hay de qué. Es lo mínimo que puedo hacer por... ti, Michael.

Mick todavía no entendía. Puede que las señales fueran un poquito obvias, pero, en la cabeza de Mick, sólo veía muestras de una amistad, no veía más allá de ello. Por supuesto que lo amaba, pero aceptaba (con tristeza) que David probablemente lo quería como un amigo.