3.

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La noche avanzaba lentamente mientras Katsuki continuaba preparando la cena con un dejo de irritación por tener que ocuparse de las responsabilidades culinarias. Mientras tanto, Kirishima se había acomodado en el sofá, entretenido con su teléfono mientras esperaba pacientemente.Sin embargo, la tensión en el aire no pasó desapercibida para el pelirrojo, quien notó el seño más fruncido de lo normal de Katsuki y decidió acercarse con cautela. Con un ligero toque en el hombro de Katsuki, buscó su atención.

-¿Qué pasa, Katsuki? - preguntó Kirishima, con una expresión de preocupación y curiosidad en su rostro, asomando su cabeza para ver qué hacía Katsuki.

Katsuki dejó escapar un suspiro antes de apartarse del fogón y girarse hacia su amigo, se veía algo molesto.

-Nada, solo... la vieja me está sacando de quicio con su insistencia de que cocine para ti, cuando claramente ya puedes hacerlo solo - confesó, mostrando una rara 'vulnerabilidad' que Kirishima rara vez veía en él.

Kirishima asintió comprensivamente, aunque con una sonrisa juguetona.

-Bueno, no te preocupes tanto por eso. ¿Sabes? Podríamos cocinar juntos alguna vez, ¡sería divertido! - propuso, tratando de aligerar el ambiente y encontrar otra manera de entretenerlos a ambos.

Katsuki lo miró con incredulidad, pero no pudo evitar que un pequeño destello de diversión cruzara sus ojos carmesí.

-¿Cocinar juntos? ¿Tú y yo? ¿Estás tratando de quemar la casa? - bromeó Katsuki con arrogancia, aunque una parte de él estaba intrigada por la idea.

Kirishima rió, complacido de haber logrado sacar una sonrisa de su amigo.

-¡Claro que no! Además, podría aprender mucho de ti, ya que sabes mucho sobre la cocina - dijo Kirishima con una mirada de determinación en sus ojos y una gran sonrisa.

Katsuki se quedó pensativo por un momento, considerando la sugerencia de su amigo. Después de un rato asintió, no sería la primera vez que le permitiría hacer algo así a su lado al final de cuentas.

-Como quieras, de todas formas, parecías un vago ahí tumbado en el sofá - dijo finalmente Katsuki, sintiéndose un poco más ligero ante la idea de compartir esa experiencia con Kirishima, el pelirrojo asintió entre risas y se puso manos a la obra, haciendo todo lo que Katsuki le ordenaba, claro que Katsuki no perdía de vista a Kirishima, ya que, su visión ahora era menos borrosa que antes, pero no podía darse el lujo de descuidarlo ni un minuto, no después de haberlo hecho y ver cómo cayó escaleras abajo..

El resto de la noche transcurrió en relativa calma, con Katsuki escuchando y Kirishima disfrutando de la cena que el primero había preparado mientras hablaba de temas triviales. A medida que la conversación fluyó entre ellos, la tensión inicial se desvaneció, dejando lugar a la comodidad y la complicidad que siempre había existido entre ellos.

Después de la cena, se dirigieron al sofá y pasaron el resto de la noche jugando ciertos videojuegos que Kaminari les había prestado. Las risas de Katsuki y las bromas de Kirishima llenaron el ambiente, creando recuerdos que atesorarían en los días venideros, en especial Kirishima, quién se quedaba viendo a Katsuki como un idiota enamorado cuando este sonreía de una manera en la que solo él había tenido el privilegio de presenciar.

Sin embargo, a medida que avanzaba la noche, una sensación incómoda comenzó a nublar el ánimo festivo. Kirishima notó que Katsuki parecía estar más callado de lo habitual, su mirada perdida en algún punto más allá de la pantalla del televisor.

-¿Estás bien, Katsuki? - preguntó Kirishima, con una nota de preocupación suave en su voz.

Katsuki se sobresaltó ligeramente, como si hubiera estado perdido en sus pensamientos. -Sí, solo... estoy cansado, supongo - murmuró, tratando de ocultar el nerviosismo que comenzaba a apoderarse de él.

Kirishima no parecía convencido, pero decidió no presionar a su amigo más de lo necesario. En cambio, optó por cambiar de tema y continuar con el juego, aunque una pregunta seguía resonando en su mente -¿Qué estaba pasando por la cabeza de Katsuki? -

Mientras tanto, en la mente de Katsuki, se encontraban sus padres, quienes no habían vuelto a casa desde esa mañana, y en ellos era bastante raro, eso lo inquietaba bastante, ¿Y si tuvieron algún problema con algún villano? Temía lo que podía pasarle a sus viejos, aunque decía que no los quería, era todo lo contrario, hasta se preocupaba por ellos, y mucho.

Sin embargo, cada vez que miraba a Kirishima, sentía una oleada de calidez que hacía que olvidara todo lo que ocurría. Tal vez, debía dejar de pensar en lo demás y seguir divirtiéndose con ese pelirrojo que tanto le llamaba la atención

-Mejor veamos una película, los videojuegos que nos dió pikachu son bastante aburridos, estoy seguro que hasta la película más aburrida sería mejor que esos juegos - Kirishima rió y asintió, y, mientras se levantaba del sofá dijo;

-Iré a hacer palomitas, mira que película veremos hasta que estén listas - Y sin más, se retiró hacia la cocina, dejando a un Katsuki ligeramente perdido al ver a su amigo con el pelo con las raíces del cabello desteñidas y el resto del cabello recogido en una media cola.

Katsuki al salir de su trance frunció el ceño y puso sus ojos en el televisor, mientras veía que película mirarían para matar el tiempo.

-idiota. - susurró de una manera delicada y tranquila  hasta que vió al pelirrojo volver

Ciego -Kiribaku- (remaking)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora