Ciego -Kiribaku- (remaking)

8.

Desde aquel día en que Katsuki y Kirishima compartieron un momento en el jardín del campus, su relación se había fortalecido de manera significativa. A menudo se les veía juntos, no solo con el resto del Bakusquad, sino también en momentos más privados. Encontraron en estos tiempos a solas una manera de conectar y conocerse mejor, algo que ambos valoraban profundamente.

Un sábado por la tarde, decidieron salir al arcade de la ciudad. Ambos disfrutaban de la competencia y de los juegos, así que era el lugar perfecto para pasar el tiempo juntos sin las distracciones habituales de la U.A.

Kirishima se reía mientras Katsuki maldecía a la máquina de pinball por "hacer trampa", y luego lo retó a un juego de lucha. Entre risas y desafíos, el tiempo pasó volando. Ambos se sentían más libres y felices cuando estaban juntos, sin la presión constante de la escuela y sus responsabilidades.

Mientras tanto, Mina, Kaminari, Sero y Jiro estaban caminando por la ciudad, buscando un lugar para pasar el rato. Decidieron ir al arcade, pensando que sería divertido. Cuando entraron, se sorprendieron al ver a Kirishima y Katsuki jugando juntos, riendo y disfrutando como nunca antes los habían visto.

-¡Miren! ¡Es Kirishima y Bakugo! - exclamó Mina con una sonrisa traviesa. -Parece que están pasando un buen rato juntos-

Se acercaron sigilosamente, tratando de no ser notados. Se escondieron detrás de algunas máquinas y observaron a sus amigos. Justo en ese momento, Kirishima, riendo, abrazó a Katsuki por detrás después de una victoria en el juego de lucha, recibiendo un beso en la mejilla del nombrado.

-¡Sabía que ganaría!- dijo Kirishima, su voz llena de alegría mientras katsuki rodaba los ojos.

Y, en lugar de enojarse, simplemente sonrió y puso su mano sobre la de Kirishima. La escena dejó al Bakusquad boquiabierto. No podían creer lo que estaban viendo.

Mina volteó a ver al resto de sus amigos, para voltear a la pareja y ponerse en su campo de visión, y mientras el resto se asomaba ella saludaba a ambos chicos.

-¡Hey, Kirishima, Bakugo! ¿Qué hacen aquí?- exclamó Mina, acercándose con una sonrisa divertida.

Kirishima y Katsuki se miraron rápidamente, sorprendidos y un poco nerviosos.

-Oh, solo... disfrutando de algunos juegos- respondió Kirishima, intentando sonar casual, cosa que no logró.

Sero, con una sonrisa maliciosa, se inclinó hacia ellos y habló.

-¿Sólo juegos? Parecen más que eso- comentó, sus ojos brillando con curiosidad.

Katsuki bufó, cruzando los brazos.

-¿Y qué si lo es?- respondió desafiante y aburrido por la situación -¿Algún problema con eso?-

El Bakusquad se quedó en silencio por un momento antes de que Mina rompiera a reír, seguido por los demás.

-¡Oh por Dios! ¡Son una pareja!- dijo Kaminari, totalmente sorprendido.

Mina, con una mirada de satisfacción, asintió. -Siempre lo supe. Pero es genial que lo afirmaran finalmente-

En ese momento, Kirishima se puso un poco nervioso, pero la sonrisa de Mina y los pulgares arriba de Sero lo tranquilizaron. Sabía que sus amigos los apoyarían sin importar qué.

-¡Nosotros siempre supimos que algo había!- dijo Jiro con una sonrisa. -¡Nos alegra verlos felices juntos!-

Katsuki rodó nuevamente los ojos pero no pudo evitar sonreír ante la reacción de sus amigos.

Kirishima, por su parte, sintió un gran alivio al saber que no había necesidad de esconderse más.

Pasaron el resto del día jugando y riendo juntos, la noticia de la relación de Kirishima y Katsuki se había recibido con alegría y apoyo, haciendo que su vínculo con sus amigos se sintiera aún más fuerte, sabían que podían confiarle todo a sus amigos, con la seguridad de que no se escape nada de su boca.

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Y mientras el Bakusquad se divertía, en un lugar oculto y oscuro, un miembro de la Liga de los Villanos observaba una pantalla con detenimiento. La figura en sombras, reconocible solo por su siniestra sonrisa, hablaba en voz baja pero firme.

-El plan está casi listo- murmuró. -Pronto, todo cambiará para tí y tus amigos, Bakugo Katsuki- La pantalla mostraba imágenes de la U.A. y de los estudiantes, y el arcade en el que se encontraban Kirishima y Katsuki, acompañados del resto del Bakusquad. La amenaza era real, y aunque la alegría de la fiesta y las relaciones recién descubiertas eran un faro de luz, la sombra de la Liga de los Villanos nunca estaba demasiado lejos.