Bangtan

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Había pasado tan rápido, en un pestañeo. Cerré los ojos y cuando volví a abrirlos Jimin ya no era ese anhelo lejano por el que suspiraba en una esquina. Era lo que siempre había soñado. Específicamente había soñado con esto, él saboreando mis labios con la avaricia del que se come una hamburguesa después de una semana de ayuno, en el ascensor del hotel, mientras la tarta estaba apoyada en el suelo. Metiendo sus dedos entre el cabello de mi nuca para que no pudiera escaparme de su beso. Cuando sonó el ding que anunciaba que ya estábamos en nuestra planta se separó de mi boca, peinó mi pelo hacia atrás y sonrió. "¿Ves? Hiciste bien en no pintarte los labios esta noche." Puse los ojos en blanco. Qué poquísima vergüenza. ¿Cómo alguien que lucía tan tierno podía jugar tan sucio? "¡Aaaaishhh!" Añadió, "Estás realmente preciosa."

Aún no soy capaz de recordar cómo evitamos a la prensa y a todas las fans entregadas que estaban en los alrededores del hotel, pero estaba contenta de haberlo logrado. No soltaba mi mano y yo sabía las consecuencias que traía eso. No solo que Jungkook me sometiera al tercer grado para sacarme hasta el detalle más sucio, si no que alguien de la fiesta filtrara esa información. Si eso llegaba a pasar yo podría estar bien jodida. Pero maldita sea, llevaba tanto tiempo fantaseando justo con esto que sentía que si le soltaba mi burbuja se rompería y volvería a la realidad.

Me alegraba que todo en la fiesta luciera tal y como lo había planeado. Fue más de un mes de preparativos y estrés para intentar coordinarlo todo y estaba francamente impresionada. Quizás debería haberme dedicado a la organización de eventos. Las voces de los chicos se oían desde el otro lado del pasillo y en cuanto cruzamos la puerta se desató el caos más absoluto.

—¡SISSSSSSSSSSSS! —Gritó Yoongi al verme, enroscando sus brazos alrededor de mi cuello y tirándome todo el tufo a alcohol en la cara. Dios la fiesta acababa de empezar. —Oh, vaya, qué guapa.

—¿Ya estás borracho? ¿Cuánto hace que estáis aquí?

—Empezamos la previa como a las tres de la tarde, ¿dónde demonios estabas?

—Con —Dije levantando mi cabeza intentando encontrarle pero ya se había perdido. Suspiré. —Con Jimin.

—¡Oh, oh! —Jadeaba con sus manos en mis hombros y dando saltitos. —¿Cómo ha ido?

—Parece que no muy bien porque ya le he perdido de vista.

Solo tuve que seguir los gritos de Jungkook. "¡¡¡¡¡Jimin-ssiiiiiiiiiiiii!!!!!" Levanté mi cabeza y ahí estaban los tres. Los de siempre. Los Maknae. Realmente había que temerles cuando se juntaban. Ya se estaban abrazando y dando saltos y daba igual los trajes carísimos que llevaban puestos, volvían a parecer unos niños de doce años. Sabía que la noche iba a ser una locura así que más valía empezar a beber. Agarré una de las botellas de champán que había cerca y di un trago larguísimo. Me sequé la boca y volví a mirar a Yoongi.

—¿Dónde está el del cumpleaños?

—Se emborrachó muchísimo esta tarde y ha subido a dormirse una siesta, pero me escribió hace cinco minutos para decirme que se estaba adecentando y que bajaría enseguida.

—Vale. Yo tengo que salir a colar a esta chica, la que le gusta. Así que te dejo al cargo de la tarta.

—Oh. —Parecía aturdido.

—Es muy importante Yoongi, esta recubierta de oro o yo que sé, la ha traído Jimin de París. Por el amor de dios que no le pase nada a la tarta.

—¡Sí, claro! —Asentía con mucha seguridad. —No te preocupes.

Respiré hondo y me quité los tacones. Tocaba correr. Una vez la chica me escribiera el mensaje apenas tenía unos minutos para colarla sin que los de seguridad se dieran cuenta. Ese mensaje llegó mientras bajaba en el ascensor, así que la cuenta atrás empezaba. En la zona del hall había tantísima gente que tenía que abrirme paso entre la masa. La llamé por teléfono en pleno ataque de angustia. "¿Qué llevas puesto? Hay mucha gente y no sé cómo reconocerte." Dije con mi respiración agitada. "Soy la del vestido rojo de tirantes dorados. Llevo el pelo recogido y un clutch de pedrería." Asentí con el teléfono en la oreja. "Está bien. Yo soy la que va de color lavanda, descalza. La que vea primero a la otra que se acerque." Casi no se podía respirar, pero cuando salí al exterior era mucho peor. Alguien había dado un chivatazo falso de que Jin llegaría en limusina en cualquier momento y la gente estaba agolpada esperándole, prensa incluida. Hice mi mejor interpretación nada más ver su vestido rojo y después de llamarla con mi mano.

7 DATES (BTS) *FINALIZADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora