capitulo 7.

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Hoseok caminaba detrás de Taehyung, después del íntimo momento que habían compartido ambos bajaron en silencio del campanario, según los informes dados al teniente coronel, la zona había sido limpiada de alemanes, gracias a las granadas habían logrado que los nazi retrocedieran lo suficiente para poder retirarse sin mayor confrontación.

-¡Phill!- llamó Hoseok, en cuanto lograron agruparse.-Lo hiciste bien, amigo.

-bueno, llevo años siguiéndole los talones, señor.- sonrió ante las palmadas de Hoseok en su espalda.

-Bien, es hora de irnos.

Hoseok dio indicaciones para la retirada, miraba a Taehyung y a Jimin conversar cada tanto, el castaño lo veía receloso y cada vez que lo sorprendía mirándolos le mantenía la mirada fija,como si de un felino cuidando a su cría se tratara, Hoseok intentaba no darle importancia.

Junto a los dos menores (que no había dejado que se alejaran más de diez metros de él), y Phill, Hoseok se quedó al final de la compañia, supervisando que todos los activos que restaban pudieron evacuar exitosamente.

Las espesas nubes grisáceas empezaban a tomar su lugar sobre sus cabezas y la inminente tormenta
Parecía acercarse, Hoseok se sintió reconfortado con la lluvia por primera vez en su vida, después de la conversación con Taehyung en el campanario su corazón se encontraba lastimado, sus sentimientos por el menor eran desbordantes, tanto que ya nisiquiera se molestaba en negarselos a sí mismo, se sentía blasfemo y sucio, sentía que le había fallado a su padre y a Soo Hee, sin embargo no podía negar que lo que sentía por Taehyung era lo más brillante que alguna vez había sentido, pero al mismo tiempo, lo más doloroso, Hoseok no podía darse el lujo de romperse, tenía que ser inmutable, una figura de poder y serenidad, podía sentir como si el cielo lo compadecia, sufriendo en su lugar.

-Taehyung parece cojear de la pierna izquierda.- comentó Phill mientras veía en la misma dirección que Hoseok.

-¿cuantos soldados perdimos, Phill?
-preguntó ignorando el comentario anterior.

- ciento sesenta y cuatro del escuadrón beta 1 y doscientos seis de los que trajimos con nosotros.

Hoseok agradeció el dato, en su mente se preguntaba si había hecho lo correcto, se calmaba a sí mismo diciéndose que Taehyung y Jimin eran talentosos y sin duda eran elementos que no podía perder, pese a eso en el fondo de su corazón se martirizaba por la verdadera razón por la que había corrido tan rápido a aquel campo de batalla.

El camino era piedroso, repleto de los escombros de aquella ciudad que seguramente antes de la guerra había sido hermosa,aún podían verse vestigios de grandes edificios con paredes marmoleadas y esculturas brillantes, por las ventanas rotas se apreciaba aún los colores rojos, verdes, blancos, amarillos y demás que adornaban las paredes donde familias enteras se sentaban a comer, desayunar, servir o hacer cualquier actividad, los hogares de cientos de personas ahora estaban reducidos a escombros y la ciudad que antes había tenido vida ahora parecía un cementerio, la guerra era una calamidad, como una ráfaga que se llevaba todo a su paso, felicidad, tranquilidad, ciudades y vidas.

Desde que llegaron a aquella parte de Europa no había habido un solo día que no respiraran aire con olor a muerte, no solo se referían a los cuerpos pudriéndose por todas partes, si no a la sensación misma que daba el lugar, la desolación y desesperación se combinaban con el aire, adentrándose en los pulmones de cada uno de los soldados, alojando en ellos una enfermedad más dolorosa y lenta que cualquier otra, la desesperanza.

Taehyung caminaba por delante junto a Jimin, en medio de la rafaja de balas unas cuantas habían alcanzado a rozarle el cuerpo, nada tan grave como la herida que tenía en la pierna, una bala había entrado y salido de su muslo, Jimin lo había tratado ya, había corrido con demasiada suerte, pues la bala no había logrado tocarle el hueso, aún así al menor le dolía como el infierno, se intentaba hacer el fuerte, pero cada pisada que daba sentía que sería la última, hasta que tropezó y cayó.

Cuando la lluvia cese.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora