•❅──────✧✦✧──────❅• CAPÍTULO DIEZ LA HISTORIA DE MEROPE Y LEO II •❅──────✧✦✧──────❅•
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LOS RECUERDOS no se de tuvieron por más que Draco trató de luchar. No quería seguir viendo nada más. Pero Leonardo estaba cansado de que siempre se metiera en lo que no le importaba a él, por lo que decidió castigarlo.
...
Leonardo no se sentía solo esta vez, un año después de conocer a Merope, ella se había vuelto su persona. Ahora mismo el niño de 14 años veía la tumba frente a él.
James Potter y Lily Potter.
Las personas que lo habían cuidado y amado como un hijo habían muerto recientemente. Ahora Harry había sido llevado lejos de el. Sirius había sido encarcelado y Remus quien a pesar de quererlo no pudo quedarse con la custodia del niño. Por lo que terminó desapareciendo del mapa.
Habían asistido muchas personas al entierro de los Potter. Muchos se acercaban a Leo por condolencia. Sabían que el niño estuvo al cuidado del matrimonio antes de morir.
Lily quién había conocido a Merope antes de su muerte le tomó un cariño a la niña así dejando un documento donde decía la adopción de sangre que hacía por ella. Convirtiéndola en su hermana menor.
Merope pudo asistir a Hogwarts con Leo, su madre había sido llevada a San Mungo debido a su enfermedad mental. Su padre había muerto y ya no tenía a nadie más que Leonardo.
Solo eran ellos dos solos, unos niños de 14 años contra el mundo entero, que quería comérselos. Los siguientes seis años para Leonardo fueron los mejores de su vida.
Con Merope a su lado todo era demasiado fácil. Sin embargo las cosas nunca terminaban bien.
Un ex seguidor de Voldemort buscando venganza fue en contra de Merope. Sin que nadie se diera cuenta la secuestro sólo para obligarla a tomar el filtro de muertos en vida.
Leonardo encontró su cuerpo, la chica parecía dormida pero estaba muerta en vida. Tal y como se llamaba la poción. Intentó por años tratar de despertarla. Pociones, hechizos, maleficios, maldiciones, pero nada funcionó.
Tres años después el se dio por vencido. El cuerpo de la chica que estaba en San Mungo en un estado de coma mágico, fue desconectado, así dando por hecho la muerte de Merope Riddle.
...
Draco sintió un tirón a su cuerpo y mente. Había salido de los pensamientos de Leonardo. Miró al nombrado quien lo veía expectante.
—La amás.. —no era una pregunta, lo estaba afirmando. Leonardo todavía amaba a Merope.
—Con cada parte de mi cuerpo y alma—respondió el hombre sin pensarlo.
Draco sintio un dolor en el pecho, no importara cuanto tiempo pasara o cuanto se esforzara el. El corazón de Leonardo Rosier ya tenía dueño y ese no era el.
—¿Sientes algo por mi?—pregunto el Malfoy sin pensar mucho.
Leonardo le dio uno a mirada y se acercó a él a paso lento. Cuando estuvo lo suficientemente cerca tocó con su mano la mejilla del chico quien cerró los ojos dejando caer una lagrima.
—Lo hago.. —susurró el cerca de el.
Y lo beso.
No era un beso rápido y necesitado como el de la vez pasada. Esta vez era lento y suave, le transmitía la ox y la tranquilidad que Leonardo quería desprender en ese momento.
Sin embargo las cosas dieron un giro cuando Draco mordió el labio del hombre, así causándole un gemido. Se separaron una fracción de segundo para verse con ojos hambrientos antes de volverse a besar con más fuerza.
La manos de Draco fueron al cuello de Leonardo acariciandolo un poco y pegándolo más a él. El chico rubio terminó entre una repisa y Leo quien pego su cuerpo al adolescente. Draco gimió al sentir el miembro de él rozar con el suyo.
Antes de que se diera cuenta Leonardo ya los había aparecido en la habitación del hombre en Hogwarts.
Sus bocas se entrelazaban pot completo, una lucha interna por quien tendría el poder de la situación, ninguno dispuesto a ceder. Draco cayó de espaldas en la cama con Leonardo encima de él y sólo pudieron fundirse en la satisfacción de sentirse el uno con el otro las próximas horas.
[...]
DRACO SE APARECIÓ en la Mansión Malfoy por medio de red flu. Camino desde su habitación al comedor en donde sabría que estaría su madre. Al llegar al lugar rodó los ojos al ver a su padre también.
—¿Draco?—su madre lo notó enseguida. Se puso de pie para darle un abrazo y sonreírle.
—Madre.—la saludo dándole una sonrisa. —Padre. —su postura y rostro cambió por completó.
—¿Qué estas haciendo aquí Draco?—cuestionó Lucius poniéndose de pie. —Deberías estar en Hogwarts cumpliendo la misión que nuestro Señor te ordenó.
—¿Te refieres a la misión que me puso de castigo por que fallaste contra unos niños de 15 años?—preguntó con ironía y burla.
—¡Como te atreves..!—hizo el ademán de pegarle pero fue detenido por magia. Miró su mano con enojo y luego a Draco.
—¡Lucius!—Narcissa grito con furia.
—Si yo fuera tú Lucius, no hiciera eso.—la voz de Leonardo Rosier dejó helado al hombre.
—¡Tú!
—Yo—respondido con burla.
—¿Qué haces en mi propia casa? ¡Exigo que te vayas en este mismo instante!
Leonardo se sentó en la punta de la mesa larga y se recargo en la silla. Miró a Draco y le guiño un ojo quien solo reprimió una sonrisa.
—Dime algo Lucius. ¿Nuestro Señor sabe que estas en tu casa descansando y no cumpliendo la misión que te fue dada?—preguntó con falsa inocencia.
—Y-yo.. Ya la he terminado. —fallo al hablar.
—¡Bien! Entonces no pasará nada si lo llamamos y...
—¡No!—grito con pánico. —No te atrevas.
—Entonces siéntate Lucius.—Leonardo tenía su bastón de cuervo junto a él, lo que le daba un aire de superioridad.
El hombre de mala gana se dirigió al asiento junto a él pero fue detenido por el bastón de Leo quien lo golpeó.
—Ahí no.—negó lentamente. —Narcissa querída, ¿podrías?—señaló el lugar y la mujer asintió sentandose ahí.
Draco sin tener que esperar se sentó en el otro lado junto a Leo y Lucius terminó sentando a un lugar de separación de Narcissa.
—¿Qué es lo que sucede Leonardo?—preguntó la mujer mirando a su hijo y al hombre.
—Draco.—señaló al adolescente.
—¿Quién es Denisse Malfoy?—en cuanto la pregunta salió de su boca, Narcissa se tensó.
Lucius por otro lado... El se había desmayado.
—Que lindo encuentro.—sonrió Leonardo antes de llamar a un elfo por bebidas.
