«Miel y azucar»
Su despertar no fue suave, ni melodiosos, lo definiría como lo contrario. Su garganta se sentía seca y como si no hubiera tomado ni una sola gota de agua durante un largo tiempo. Se había enderezado en su colchón y tenía una mano sobre su pecho, junto ahí sentía una presión que lo ahogaba, era doloroso.
No lograba conseguir la razón que respondiera el porqué sentía ese malestar tan incómodo. Era una lucecita roja que inmediatamente encendía en su máximo potencial.
Somnoliento y con los ojos cansados por haber apenas logrado dormir unas cuantas horas, tallo su ojo izquierdo con la palma de la mano. Bostezando largo mientras sé acostumbraba a la poca iluminación de su habitación y la pobre luz amarilla de la luz de noche de su escritorio.
Un escalofríos frío recorrió hasta la punta de sus dedos como un manto helado que traía consigo nada bueno. La opresión de su corazón era algo fuerte, una ola de posesividad lo hizo temer.
La imagen de unos rizos chocolates, mejillas regordetas y teñidas de un rosado que hacía que todo su corazón latiera en adoración, largas pestañas que besaban esos detallados pómulos. Ese par de fanales que eran como estar frente a un frondoso bosque, aquello que le recorría la necesidad de abrazar para nunca soltar, y ese olor que lo transportaba años atrás y que traía consigo los mejores recuerdos y la necesidad de hundirse en la fragancia.
Fue como un amargo sabor que se depósito en la punta de su lengua.
Hurgó entre las sábanas blancas, desesperando por encontrar su celular. Tardo algunos segundos, más de lo que le gustaría, encontrando el dispositivo enredado entre sus audífonos.
El primer trimbrazo se sintió como un millón de pinchazos, el segundo fue como un vaso de agua helada sobre su espalda y el tercero un desesperó agudo en su pecho.
ㅡHola.
Suspiró aliviado cuando aquella corta y ronca voz se oyó atrás vez del dispositivo.
ㅡHey, ¿te he despertado?ㅡdijo suave, bajito ante el silencio de toda la casa. El único sonido de los grillos en el jardín o el oleaje de los árboles en su agradable susurro.
ㅡRealmente desperté hace un pocoㅡTaeHyung respondió, su voz era temblorosa pero JungKook podía oír el fantasma de una sonrisa diminuta.
Él ya lo sabía.
ㅡOh, ¿todo en orden?ㅡintento acentuar su tono lo más tranquilo y serio posible, sin la necesidad de agobiar de interrogación.
Oyó a TaeHyung suspirar tras la línea y el sonido de los resortes del colchón, quizás poniéndose cómodo.
ㅡUna pesadilla, no es nada.
Una pesadilla
JungKook estaba seguro en la presión que sentía en su pecho, en exaperación que carcomía su garganta y las alertas que brillaban como estrellas, y estaba más que seguro en decir que TaeHyung estaba mintiendo.
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Coffe, cream and sugar. Ꮼ Kooktae
Romans〣 𖦹 ִ ˑ𝑲𝒐𝒐𝒌𝒕𝒆𝒕𝒆 𝒍♡𝒗 𝒛𝒐𝒏𝒆 ! ◌ || TaeHyung es un omega suave, delicado pero bastante asocial ("bastante" en letras mayúsculas). Las multitudes son difíciles de digerir y prefiere simplemente evadirlas a toda costa, pero las cosa...