〣 𖦹 ִ ˑ𝑲𝒐𝒐𝒌𝒕𝒆𝒕𝒆 𝒍♡𝒗 𝒛𝒐𝒏𝒆 ! ◌ || TaeHyung es un omega suave, delicado pero bastante asocial ("bastante" en letras mayúsculas). Las multitudes son difíciles de digerir y prefiere simplemente evadirlas a toda costa, pero las cosa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
«Diamantina y tarta de zarzamora»
Las lágrimas de sus ojos están a punto de desbordarse, acumulándose sobre sus lagrimales en abundancia. Cristalizando su mirar, barrio de ellas, dejándolas secar contra su suéter de lana rojo.
Una estruendosa risa salió desde el fondo de su garganta, haciendo todo su cuerpo vibrar con las ondas de ese maravilloso sonido. Colocó las manos sobre su pancita, dolía tanto de la risa que sentía que oprimía.
ㅡNo es divertidoㅡsorbió JungKook. El omega contuvo la risa unos miserables segundos, sus mejillas temblaban y sus labios en una línea torcida.
Lo había intentado, pero TaeHyung estalló en carcajadas, JungKook rodó los ojos, cruzando los brazos frente a su pecho, hundiéndose sobre el sofá del salón con un puchero berrinchudo y dolido en su rostro.
ㅡL-Lo siento, lo si-ientoㅡbalbuceo TaeHyung, con una boba sonrisa en sus labios y el rostro rojo de las burlas que parecían eternas.
JungKook bufó, exagerado, girando su rostro al lado contrario con indignación. Él en verdad amaba la risa de TaeHyung, era encantadora, cantarina y tan real. Cuando TaeHyung reía se sentía embalsamado con el sonido tan puro y deseaba tener ese mismo sonido todo los días al despertar. Pero eso no le quitaba que se estaba burlando del él y bien, era de esperarse.
JungKook cometió el tonto error de creer que sería divertido jugar con Fluffy, aquel gatito blanco de nariz de botón rosada o como él le llamaba bola de algodón con patas. TaeHyung había encontrado gran cariño con aquel minino, pues parecía que el animal también lo tenía con él. Ronroneaba de felicidad apenas veía a TaeHyung entrar después de clases y amaba beber un poco de leche si el omega estaba cerca de él.
El único problema era JungKook. Apenas Fluffy veía al alfa, alzaba sus orejas y exponía sus colmillos con cierto disgusto, todo siendo mutuo pues apenas el pelaje del gatito se sentía cerca, JungKook era una bomba de tiempo para iniciar una ráfaga de estornudos.
Tenían encuentros buenos y otros malos. Aquel día había sido uno bueno, pues JungKook acariciaba la pequeña cabeza del minino que estaba sobre el regazo de TaeHyung, que leía uno de sus libros favoritos para JungKook. Pero todo lo bueno llega a su fin, cuando la nariz de alfa comenzó a picar demasiado y los estornudos aparecieron uno tras otro. TaeHyung tuvo que tomar a su mascota y llevarla hasta su habitación y así tomara una siesta mientas él continuaba pasando la tarde con JungKook.
La nariz del alfa era un botón rojizo y lo ojos cristalinos, ligeramente teñidos. TaeHyung sintió tanta ternura a verlo, pero todo le parecía tan divertido, aún después cuando le advirtió a JungKook que no debería estar tocando a Fluffy y el alfa creyera que era una exageración.
ㅡTe lo dijeㅡdijo jocoso, retenía las risas y aún sus ojos brillaban de las lágrimas de la risa.
JungKook asintió, serio, llevando sus manos a la cintura de TaeHyung. Tentativo y con demasiado cautela. Aún con el pasar de los días, TaeHyung aún no dejaba de sentir las mariposita en su pancita cuando el alfa acariciaba su cuerpo o dejaba besos en su rostro, cuando le decía algún cumplido o simplemente lo encontraba observándolo mientras leía para él.
