La vida de una reencarnada en One piece 2.22

El abrazo de Morfeo: Capitulo único.

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Esa mañana él despertó preocupado por que la vio con lágrimas en los ojos a su esposa mientras dormía. Se preocupa de que se tratara de una pesadilla y eso la tuviera afligida.

Ella contrario a sus pensamientos con toda tranquilidad se sentó en la cama y calmadamente empezó a contarle a él la clase de sueño que había tenido.

Él temeroso de que el ánimo de su esposa cambiara, escucho atentamente su relato.

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Al terminar de contar su sueño él se sentía reacio a preguntar algo, la veía tan feliz y aliviada que no quería estropearlo. Pese a que ya habían pasado cerca de dos años de la muerte de la hermana mayor de sus esposa, ella no lo superaba ¿Quién lo aria?, no puedes simplemente superar la muerte de un ser querido de la noche a la mañana pero tampoco puedes entregarte a la depresión. Su quería esposa intento mejorar avanzar pero veces no era tan fácil, siempre había algo que le recordaba a su hermana y volvía a caer. Pero... hoy, ella se veía tan tranquila y tan llena de paz, que rogaba desesperadamente que lo que sea que hubiera soñado se repitiera y que sea libre al fin de ese pesar.

Acariciando su gran vientre ella dijo – A veces siento que mi hermana a un necesita de mí. En mi sueño ella tenía el cabello recortado como un chico, usaba ropa de chico, unos lentes muy ñoños y una bata blanca que usan los doctores... se veía como si tuviera como si tuviera diecisiete años... en serio, con todo lo que intente enseñarle sobre cómo vestir, incluso con toso lo que ella sabe sobre cómo hacer. ¡Por dios!, mi hermana tenía su propia tienda de vestidos y muñecas hechas a mano, porque tuvo que retroceder.

Él sonrió, sabía que la queja no iba en serio – Ya sabes lo que dicen Gaby "casa de herrero cuchillo de palo", además ella siempre fue muy única.

– Si lo sé, pero... se veía tan feliz. Mi hermana siempre fue muy resolutiva así que si algún problema se le presenta en el cielo ella lo resolverá... tal vez ella no me necesité para todo, aunque aún me preocupa que no haya nadie para defenderla cuando alguien la moleste, ya sabes cómo son los hombres, algunos aprovechados y mi hermana es un poco inocente puede caer con cualquier estúpido o peor que no haya nadie que cuide de ella cuando este enferma, ella se enferma mucho, necesita su caldito de pollo y su paracetamol.

Él intentaba no reír, de verdad que se esforzaba. Gaby parecía la hermana mayor preocupada por su hermanita, pero la comprendía su preocupación, era su forma de demostrar su amor – Gaby, no creo que en cielo admitan hombres que se dediquen a seducir chicas incautas y si por hay alguno de esos se escabullo al cielo, tú le enseñaste a tu hermana la patada rompe nueces, estará salvó así que tranquila.

Ella estallo en carcajadas, incluso algunas lagrimitas se le escaparon – Si, es verdad... yo le enseñe la todo poderosa patada rompe nueces pero... aun así si hay alguien que lastime a mi hermana cuando me toque ir con ella le are la vida un infierno al que haya lastimado a mi inocente hermanita mayor.

– ja, ja,ja apuesto que en cielo ya hay muchos que tiemblan por la próxima llegada de la todo poderosa Gaby, ¡que tiemble el cielo! – rio él con todas sus fuerzas.

– ja, ja, ja, ja ¡que tiemblen los desgracias!... hay que levantarnos, si no... nos quedaremos en cama todo el día... ¡hay que apurarnos!, mis papas ya deben estar esperándonos.

Él todo perezoso y aun riéndose se levantó – Si mi amor – ella no había reído así y con esa intensidad hace mucho, era un buen día... cuando llegaran a casa de su suegros aria que Gaby contar su sueño así tal vez.. Su suegra y suegro también se sientan bien.

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Gracias por su atención y que tengan un gran semana.