La vida de una reencarnada en One piece 2.22

El gato de Schrödinger: Cuarta parte.

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– Aun no pudo creer que ese haya sido el final de Evangelion – Mikael sentía un vacío en su corazón.

– Imagínate como quede yo que estaba esperando por ver la película – Dijo Maggi.

– Hideaki... es genio.

– Si lo es... a algunos no les gusto ese final incluso yo tenía mis dudas sobre l final pero... pensé un poco sobre eso y si... fue un gran final Shinji al fin va ser feliz.

– Wow... me quede con un vacío existencial.

– Se a lo que te refieres Mikael.

– Y ¿Qué aremos ahora Maggi?

– ¿Sobre qué?

– No estamos en la mejor de las posiciones, bueno... lo digo más sobre mí ya que estoy cuidando de los niños. De hecho agradezco que nos hayas ayudado pero... no es suficiente.

– mmmm pues sí, no es suficiente. ¡Quiero algunos libros!

– ja, ja, ja, es lo justo. Por cierto... sé que la gente generalmente no ayuda a las personas de forma desinteresada y ya con que trajeras a Katakuri y curaras a Oven era más suficiente para una buena acción, ¿Por qué te quedas a un con nosotros? Ne me quejo... estoy muy agradecido contigo y todo el apoyo que nos das.

Maggi se mantuvo en silencio unos segundos y luego muro hacia el estrellado cielo – yo... en mi anterior vida iba a tener un hijo, pero no pudo ser. Ahora que lo pienso creo que fue lo mejor que pudo pasar digo... lo hubiera dejado huérfano de madre solo tres años después de que hubiera nacido. Yo... creo que si hubiera tenido a mi hijo, me hubiera gustado que hubiera gente que lo ayudara.

– Mmmm lo siento si hice una pregunta que removió viejas heridas Maggi.

– No removiste nada, esa herida siempre se mantuvo abierta y todos cargamos con nuestros propios demonios y de la misma manera sabemos cómo lidiar con ellos.

El sonrió, bueno... eran reencarnados que se había encontrado y podían hablar los cosas libremente, solo necesitan ser escuchados para aligerar un poco el peso que llevaban consigo – Maggi ¿Qué opinas de que busquemos un trabajo?

Maggi puso la peor cara de desaliento que pudo pero no objeto nada.

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El siguiente y temido paso que Maggi debía afrontar era algo que no creyó volver a hacer.

¡Buscar un trabajo!

Tanto ella como Mikael ese día salieron dejando a cargo de la casa a los niños mayores y salieron esperando encontrar alguna fuente de ingresos económica, al llegar a la ciudad se dividieron y acordaron que regresaría la cabaña para la hora del almuerzo.

Mikael fue muy amable en animarla pero ella no se sentía tan confiada, de verdad no sentía que este día le fue a air tan bien. Lastimosamente... sus suposiciones fueron correctas.

Cuando empezó a buscar trabajo y preguntar por los avisos de empleo, solo la miraban despectivamente y agitaban su cabeza en forma negativa, dentro de todo algunos eran más amables que otros. Incluso probo ir buscara un empleo en la mejor parte de la cuidad pero hay solo fue peor, definitivamente había una división muy clara y fuerte entre ambas partes de cuidad. Sabía que no fue una buena idea ir al hospital y alegar ser un médico competente, obviamente casi la echan pensando que estaba loca pese a que si bien no contaba con las credenciales necesarias les mostro que si sabía del tema en una demostraciones al diagnosticar a un paciente que vio, al final no sirvió de nada.