𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍 | ❝¿Entrar en un bosque abandonado con tus amigos y a causa de eso volverte Omega del posible nuevo jefe Alfa del territorio?
No, Jimin jamás se imaginó que pasaría eso.❞
🕸️¡FINALIZADA!
🕸️¡ADAPTACIÓN KOOKMIN!
🕸️Todo crédito a su...
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Un día.
Solo eso quedaba, un día. Un día más y Jungkook debería enfrentarse a la persona que su padre hubiera elegido. Había estado entrenando intensamente y había estado dando su mayor esfuerzo. Debía ganar, además de que lo quería, debía hacerlo.
Jimin continuaba anonadado desde el día anterior. Jungkook le había dicho que lo amaba, no se lo esperaba para nada, realmente no, no le creía, o bueno, quería hacerlo pero no estaba del todo seguro.
La vida era injusta, el amor lo era también. El amor así como florece, se marchita y desaparece con el pasar del tiempo. El rubio lo había aprendido por las malas. Quizá Jungkook ahora lo amaba, quizá estaba hasta ilusionado o confundido. Pero no estaba del todo seguro de si realmente podía llegar a sentir algo por él, claro que no, se trataba de Jimin, ¿realmente alguien podría amarlo? Era un egoísta y caprichoso, nada más que eso, solo pensaba en sí mismo y no le interesaba nada más en lo absoluto, no hacía más que pensar en su propia persona, nada más.
Desde que Jungkook le había dicho eso, había pasado la noche despierto, mirando el techo y con su cabeza atormentándolo, pensando en aquellas tres palabras, no lograba sacarlas de su cabeza aunque quisiera, pero realmente no. No podía.
Te amo, Jimin.
¿Por qué se lo había dicho? ¿Por qué lo ilusionaba de aquella forma? ¿Por qué le hacía creer que alguien podría llegar a amarlo? Dios, no.
La idea de tomar todo e irse sin que Jungkook supiera nada no dejaba su cabeza, realmente estaba decidido a abandonarlo antes de que las cosas empeoraran para él, para Jungkook, para ambos. Estaba seguro de que si lo hacía estaría haciéndole un favor. Claro que sí.
Suspiró mientras se sentaba en la cama y observaba por la ventana. Jungkook solía entrenar en el jardín y la ventana le daba total vista al mismo, podía observarlo ahí entrenando a J.K y a veces hasta jugando con el lobo que se encontraba algo ya agotado. Sonrió inconscientemente para sí mismo y después apoyó su codo en el borde de la ventana para observar al castaño ahí afuera dejándose caer de espaldas en el césped y con J.K olfateando un poco su cabello y acercándose a él.
Jungkook era un chico realmente lindo, era amable y dulce, trataba muy bien a Jimin, pero él no estaba seguro de que aquello fuera a durar. Las cosas no eran para siempre, nunca pasaba.
Y él no sabía si sentía lo mismo por Jungkook, tenía el leve presentimiento de que algo sucedía en él en cuanto veía al castaño, pero no sabía qué era y no estaba dispuesto a arriesgarse, claro que no.
De momento a otro, mirando por la ventana, pudo ver al rizado acercarse a Jungkook y decirle algo, su mirada estaba muy seria y se encontraba algo extraño. El castaño lo oyó y se sentó para después suspirar y pararse de su lugar. Se saludaron de forma algo extraña y después Jungkook silbó para llamar a J.K y comenzaron a caminar hacia la puerta para poder entrar en la mansión.
