🐺𔘓 ¦ Capítulo 4

12.7K 1.3K 153
                                    

Una semana exacta había pasado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una semana exacta había pasado. Se sentía como alguien nuevo, incluso parecía más vivo que antes, estaba feliz y sano, estaba curado, bueno, ya no sufría por la transformación.

Durante la semana Jungkook no se había despegado de él, había estado a su lado sin alejarse más de diez minutos, al parecer eso le había ayudado, no se había quejado en ningún momento y el aroma de Jungkook le daba tanta tranquilidad que durante esos siete días no había hecho más que dormir y dormir, como un bebé.

—Bueno, tu Omega ya se siente bien así que ya no tendré que estar a tu lado cada maldito segundo del día.

—Gracias.

—No tienes que agradecerme por cada cosa que digo, Jimin, lo hago porque eres mi protegido, solo eso.

El rubio bajó la mirada y jugó con los dedos de sus manos algo nervioso. Se sentía algo mal cuando Jungkook le decía esas cosas, por alguna extraña razón.

—Ya que estás mejor, podrás recorrer la mansión y conocerla un poco. Seguro encuentras a Taehyung por ahí, si es así, él va a guiarte y mostrarte cada parte de este lugar, ¿de acuerdo? Ten cuidado, hay muchos Alfas sueltos y créeme que no se detendrían al oler a un Omega recién convertido como tú.

—Supongo que tendré cuidado.

—Pero primero, ven aquí.

El castaño hizo un ademán con la mano y el rubio se acercó a paso algo lento y tímido, no sabía cuánto debía acercarse o para qué. Al estar a unos centímetros de su protector, éste último se acercó quedando a una escasa distancia de su cuello. Chocó su aliento contra la piel descubierta de Jimin y éste se estremeció un poco sintiendo su piel erizarse de repente. Su cuello ahora se sentía caliente y húmedo, Jungkook acababa de pasar su lengua en él. Se estremeció nuevamente al sentir un suave y cálido beso justo donde su lengua había dejado un camino mojado.

—Quema.

—El beso y la lamida del Alfa. No es como el lazo pero estás marcado y sabrán que eres de mi propiedad en cuanto te vean el cuello. Además, esparces mi olor por cada poro de tu piel, es solo por si acaso, no quiero tener que matar a nadie de nuestra manada hoy.

El castaño miró a P.J  y se colocó de cuclillas frente a él para acariciar suavemente su pelaje con una sola mano.

—Sé un buen lobo y Omega, cuida de tu dueño.

El lobo ronroneó un poco y después se paró al lado de Jimin algo firme mientras miraba a J.K.

Jungkook sonrió de lado por una milésima de segundos y después silbó para salir de ahí con su lobo siguiéndolo de cerca.

Jimin rozó con la yema de sus dedos la zona que Jungkook había besado, se sentía caliente, un poco más que el resto de su cuello. Se mordió el labio inferior y se dirigió al espejo para poder mirarse delante de él. Tenía una marca en el cuello de color violeta oscuro, se veía algo similar a un moretón, pero se sentía muy bien.

¡Hazme Tuyo! ♡ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora