🐺𔘓 ¦ Capítulo 28

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—Vas a tomar tus cosas y vas a irte lo más lejos que puedas, no temas, no estarás solo, no podría permitirlo

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—Vas a tomar tus cosas y vas a irte lo más lejos que puedas, no temas, no estarás solo, no podría permitirlo. Vas a correr y correr, lo más rápido que puedas, sin mirar atrás ni nada, solo con la vista en el frente y preocupándote por estar lejos de aquí.

Las grandes manos del chico que tenía en frente se encontraban sobre sus hombros con algo de fuerza. Sus orbes verdes estaban clavados en los suyos fijamente, como si aquello fuera a lograr que le pusiera más atención a lo que le decía.

—Corre, no te detengas por nada ni por nadie.

—YeonJun, ¿por qué tienes ese olor?

El peliazulado frunció el ceño en cuanto entró a la casa y se acercó al Alfa con mirada interrogante y ligeramente extrañada.

—¿Qué olor?

El castaño no entendía a qué se refería el más pequeño por lo que solo se encogió de hombros como si no entendiera nada.

—¿Acaso me has estado engañando?

—¿Qué? Claro que no, Soo, ¿de qué demonios estás hablando? Tonto.

—Tienes un muy fuerte olor a Omega, YeonJun.

El rubio se dejó caer de espaldas en la cama mientras miraba el techo. Se abrazó a sí mismo con fuerza mientras inhalaba por la nariz sintiendo el olor de Jungkook aún en su camiseta, ese dulce y a la vez amargo olor seguía impregnado en toda su ropa, se sentía sumamente bien.

Soltó un suspiro y se paró de la cama, estaba cansado de dormir, lo había hecho desde que había llegado de ver a su Alfa, ya no tenía más sueño y estar encerrado en aquella cabaña era terrible, agotador y agobiante. Estaba decidido a salir por unos minutos, nadie iba a encontrarlo, serían solo diez minutos, necesitaba urgentemente aire fresco.

Abrió la ventana lentamente intentando no hacer mucho ruido, estaba seguro de que si YeonJun y Soo lo oían iban a prohibirle hacer lo que fuera que tuviera en mente, así que decidió hacerlo de aquella manera. Salió y pudo sentir sus pies pisar la húmeda tierra debido al rocío de las flores. Sonrió cálidamente para sí mismo y comenzó a caminar un poco lejos de la casa, quería conocer aquel extraño bosque, era sumamente interesante para él, ocultaba algún misterio del que no era conocedor.

—Vaya, vaya, ¿en serio eres tan estúpido como para estar por aquí a estas horas y solo?

Una voz masculina se hizo presente en el mismo espacio que él rompiendo con el silencio y haciéndolo estremecer salvajemente por temor. Paró en seco y tembló mientras evitaba darse la vuelta, no quería cruzar palabras ni miradas con aquella persona aunque no supiera de quién se trataba o siquiera si era bueno o malo.

—¿Vas a hacer las cosas difíciles? ¿Vas a quedarte ahí? ¿De espaldas a mí?

—No sé quién eres.

¡Hazme Tuyo! ♡ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora